Yo no voté a Dow

(Por Astor Vitali) El 28 de junio una serie de mecanismos de control que deberían haber garantizado los responsables de la gestión de la empresa Dow no funcionaron. Como consecuencia, una explosión sacudió la tranquilidad de gran parte de la población bahiense. Los organismos de control oficial dieron las “explicaciones” de siempre –tarde- y el jefe político de la ciudad relativizó la cosa.

Esta mañana, el presidente Macri y la gobernadora Vidal inauguraron el Parque Eólico Pampa III y luego visitaron el Dow Center. Se trata de un mega espacio para deportes de alto rendimiento.

Invitada por la empresa periodística de los ganadores del modelo económico, la gobernadora hizo los deberes y pasó de visita. Su diatriba giró en torno de un país que estaría recuperando la capacidad de generar energía. Defendió la obra pública como herramienta de creación de empleo. Según la mandataria está todo bárbaro y nada de lo que de negativo ocurre en la provincia tiene que ver con sus cuatro años de gestión.

Pero lo que más impacto genera en el hecho político del día es cómo las principales referencias de la dirigencia democrática local debieron bajar el copete ante el soberano: ¿el pueblo? No: Dow.

No se trata de cuestionar la importancia del proyecto para el desarrollo del deporte en la ciudad. Se trata de que las necesidades de la comunidad deben ser atendidas por medio de políticas públicas con presupuesto genuino en lugar de permitir la legitimación de empresas contaminantes a través de su injerencia en la vida social y deportiva. Si se les debe cobrar para un proyecto social en función de todas las grandes ganancias que se llevan pues que se les cobre en nombre del estado argentino. No por ello cabe regalarle tremendo cartel. Es el “mimo” del violento. Nos compra un regalo costoso y después nos golpea mediante la inseguridad diaria a la que nos somete.

Allí estaban los candidatos del oficialismo (país, provincia, local) y el principal candidato de la oposición en un diálogo cordial, institucional, en torno de los objetivos de la empresa transnacional. Dow Center no es una obrita que se les cayó de la galera como para blanquear un mango. Dow Center es uno de los proyectos centrales de la empresa trasnacional en su política de legitimación social absolutamente necesaria para generar las condiciones que le permiten funcionar sin solucionar los problemas de fondo.

El presidente de la república Argentina, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, el intendente municipal y su principal opositor se encontrar allí brindando institucionalidad democrática a una corporación extranjera. No queda claro si son los representantes del pueblo –ahora “La república” está de moda- visitando una empresa o los representantes de las empresas brindando su imagen al pueblo.

A su vez, durante la recorrida por el Dow Center, el presidente Macri en un “videoselfie” de la mano de nuestro intendente hizo la siguiente declaración: “Impresionante lo que hicieron acá. Me siento muy orgulloso de lo que se ha hecho en Bahía Blanca. Me alegra enormemente. Bahía tiene su personalidad y cada vez tiene más actividades. Bahía entra en una etapa maravillosa”.

¿De qué habla? En serio: ¿de qué habla? ¿Cuáles son esas “más actividades”? ¿En qué elementos se funda esta nueva “etapa maravillosa”? Hay que hacer un gran esfuerzo para no sentir esas declaraciones a la pasada como una tomada de pelo a la ciudadanía.

Mientras tanto, los términos “pindonga” y “cuchuflito” ocupan el primer lugar de la agenda periodística también en nuestra ciudad. De lo ocurrido en Dow, ni una palabra.