Chalecos amarillos: Algo más que una protesta por impuestos

Mariana llegó a Francia en el 2004. Después del desastre económico argentino de principio de siglo, decidió seguir a su familia que ya se encontraba en aquel país. Hoy los chalecos amarillos le recuerdan aquellas jornadas.

Es cajera en una cadena de supermercados. Uno cuyo régimen horario dista de la voluntad laboral de cualquier ser humano. Régimen que el “primer mundo”, aquel “civilizado” y europeo busca vendernos como civilización deseable. Sus mejores alumnos gobiernan por estos lares. Ahí está el espejo de la reforma laboral que buscan imponer en Argentina. Está a la vista. Hay que ver quién quiere ver.

A tres meses de acción y propuesta, el mundo mira con sorpresa el fenómeno de los chalecos amarillos. Más de cuarenta mil personas movilizadas el último sábado. La complejidad de un movimiento del que se esperaba un desgaste inmediato. La política represiva brutal y la judicialización de la protesta social. Los “debates” de Macron que buscan simular un intercambio con la sociedad civil. Las divergencias entre chalecos que  van dando forma a un programa social que enuncia desde la revocabilidad de los mandatos hasta las discusiones sobre modelo económico y la justicia social. Temas de esta entrevista con Mariana Triviño.