113 mil bahienses bajo la línea de la pobreza
El 35,2% de la población bahiense no reúne los ingresos totales de sus hogares para cubrir los $348.000 que cuesta la canasta básica según el INDEC. El economista Gustavo Burachik dijo a FM De la Calle que estos números son incluso más altos que los datos que surgieron en los años de pandemia cuando la actividad económica estaba paralizada.
“Es casi 43% de la población (nacional) y en Bahía Blanca el 35% de la población, siempre tiene algunos puntos menos que a nivel nacional. Si llevamos este porcentaje a números concretos estamos hablando de unas 113.000 personas que viven en hogares en los cuales el ingreso total de las familias no alcanza a cubrir una canasta básica”.
“Es interesante para remarcar que es levemente superior al que había en plena pandemia. La actividad económica se había suspendido, había restricciones para la movilidad de las personas, había muchos locales de trabajo que estaban cerrados. Que estemos actualmente con una economía en pleno funcionamiento, en teoría con un nivel de funcionamiento superior marca el nivel de la crisis que estamos viviendo”, añadió Burachik.
Por otro lado, puntualizó que “el INDEC muestra que a nivel nacional son 19 millones de pobres, estos pobres tienen un ingreso mensual en promedio de $211.000”.
“Normalmente en Bahía Blanca hay muchos aglomerados urbanos del sur, tenían tasas de pobreza siempre más bajas que el nacional que está influido por las grandes aglomeraciones urbanas donde hay porcentajes de pobreza que no bajan del 40%”.
“Lamentablemente esta diferencia se ha ido acercando, no porque la nacional disminuya sino porque nosotros estamos teniendo una pobreza más parecida a lo que son los grandes aglomerados urbanos”, relató el especialista.
Acerca de la desocupación y relaciones laborales, el economista explicó que para el conglomerado Bahía Blanca -Gral. Cerri, durante el último trimestre de 2023 estimó que la población inactiva se incrementó con cada ocupado que perdió su empleo, “al tiempo que aparece la figura del ‘desocupado disfrazado’ que frena la búsqueda de un nuevo puesto”.