Martín Lasserre, un registro
(Por Astor Vitali) Tiene 22 años. Su objetivo es registrar y propagar las propuestas musicales que no tienen difusión masiva, en un país en el que los radares no toman las señales que no se emiten desde la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una placa de sonido, dos micrófonos, una cámara, un maestro y muchas ideas son suficientes para dejar en la retina de las audiencias las marcas de artistas que suenan y sueñan.
Martín Lasserre pasó su infancia y adolescencia en el campo. Llegó a Bahía Blanca para estudiar Licenciatura en Química pero los elementos no se mezclaron adecuadamente. Pensó, y viró a Filosofía, pero no encontró razonamiento válido.
En 2019 ingresó a la Escuela de Teatro para estudiar producción y comenzó con sus primeros proyectos artísticos. Le atrajeron, precisamente, los roles de la producción.
En 2020, IFE mediante, logra equiparse con una placa de sonido y un micrófono. Allí comienza a estudiar con Sergio “Laucha” Iencenella –ícono del sur argentino-, aunque suspendió encuentros hasta marzo de 2021 debido a la situación sanitaria.
En marzo de este año 2021 graba, por primera vez a una artista: Ailén Aure, en su casa. Con algunos elementos prestados y su equipamiento inicial, aquí comienza a rodar este proyecto que inicialmente hizo registros en los domicilios particulares de les artistas y que, desde hace unas semanas, se extendió a un pequeño estudio montado en el departamento de Martín.
¿Cómo comenzó el proyecto?
Yo no tenía planeado en absoluto este trabajo. Hice un viaje a Uruguay en enero de 2020 y, cuando me estaba por volver, encontré un flyer del Laucha (Iencenella) y entré. Incluso ahí no tenía idea de que iba a empezar a hacer esto.
En marzo de ese año habló con Ailén y me comenta que tenía ganas de grabar unos temas. Fui a lo del Laucha, le comenté. Me tiró algunos tips. Y en una jornada de cuatro horas grabamos cinco temas… sin dormir, con la compu que se me apagaba por un montón de cuestiones.
Estuve un mes para producir los videos porque al ser la primera experiencia no tenía idea de cómo editar videos.
Una vez que lo publico en YouTube vi que tenía buena recepción y me empecé a dar cuenta de que en mi entorno hay mucha gente que hace música. En su momento, cuando empecé a hacer esto, era muy complicado ver artistas en vivo.
Hay muy buenos artistas en Bahía Blanca, tiene una cultura muy rica en todos sus aspectos. Siento que se tiende a consumir lo que hay en Buenos Aires. Me da un poco de bronca que, siendo bahienses, no escuchen la cultura local.
Mi intención es dejar un registro y poder difundirlo por toda la ciudad.
Observé que aparecés en las producciones. ¿Es una decisión estética?
En un principio, no aparecía. En algún video de Ailén apareció, sin querer, un hombro, la cabeza. En otro video, aparecí en un espejo. Después me empecé a dar cuenta de que si no aparezco, nadie me conoce, porque uno pone toda la atención en la persona que está grabando. Y no tanto en todo lo que hay detrás.
Por eso también fue una decisión estética dejar el antes y el después. Porque uno ve el video producido y cree que el artista nunca se confunde y la realidad hasta el más groso tiene sus errores. Por eso dejo el aplauso que hago para sincronizar el video y el audio, la charla previa…
¿Qué tipo de propuestas buscás registrar?
Mi idea no es solamente grabar a todas las personas bahienses sino a todas las personas que pueda. No hay visibilización más allá de la ciudad de Buenos Aires.
“Records” (de Martín Lasserre Records, su canal de YouTube) lo puse por el Laucha. Es una especie de mentor. Cuando empecé me re bancó, hice todo como él me fue diciendo y salió perfecto. No es tanto un profesor sino una persona que me acompaña.