Balance del ciclo que se va, akuy we xipantu
(Por Moira Millán*) Cae la noche en plena tarde marítima. Les escribo en la ciudad de Puerto Madryn, en la provincia de Chubut, Patagonia, nuestra puelwillimapu. Ha concluido un ciclo, en el que fuimos caminando los pueblos originarios, para reafirmar nuestros derechos, intentando correr el velo impune de la muerte sobre la vida de la mapu, a denunciar los atropellos, en un año complejo en el que la agenda electoral se ha englutido la atención de la sociedad.
Algunas de nuestras luchas han sido éxitos y otras resisten a la espera de cosechar buenos resultados, tras mucho sacrificio. Mencionaré entre las más importantes, la realización de la 1º Marcha de Mujeres Originarias y nuestra histórica entrada al Congreso de la Nación con nuestro Anteproyecto de Ley para la constitución del Consejo de Mujeres Originarias por el Buen Vivir. Otro muy importante logro es el triunfo de la Asamblea de Malvinas Contra Monsanto que no solo ha dado visibilidad al conflicto sino que ha sabido articular fuerzas y estrategias para impedir la instalación del monstruo transgénetista que se empeña en apropiarse de las semillas, de manipular nuestra alimentación, de sembrar muerte arrancándonos las semillas de la vida.
Este ciclo que se va, se llevó también la presencia de muchos de nuestros hermanos, lamngen, que dejaron sus huellas marcadas en el sendero de la historia y de la memoria colectiva de nuestro Pueblo Mapuche, Marcelino Pintihueke, nuestro lamngen que dedicó sus últimos años de vida a la lucha contra el fracking, logrando frenar la fractura hidráulica en Chubut con dos medidas cautelares. Marcelino falleció como resultado de un cáncer que lo consumió, y a pesar de la enfermedad no doblegó sus fuerzas para imponer su deseo de resguardar la Mapu de tanta voracidad capitalista. La mejor manera de honrar su memoria es seguir luchando contra el fracking.
Y justamente esto es lo que hacen las comunidades Mapuches en Neuquén y no puedo dejar de mencionar con preocupación e indignación la persecución al Lof Wingkul Newen, en la provincia de Neuquén, en donde nuestros lamngen Relmu Ñanku, Martín Maliqueo y Muricio Rain han sido procesados por la injusticia neuquina, que pretenden encarcelarlos, por el solo hecho de SER MAPUCHES, ser gente de la tierra lo que implica un compromiso y una pertenencia en todos los sentidos con el territorio, el cual es SAGRADO para nosotros. Nuestros lamngen defienden la vida, el derecho a vivir como GENTE DE LA TIERRA, ese es el motivo que escandaliza a las petroleras y a los gobiernos corruptos, racistas y explotadores. Si permitimos el encarcelamiento de nuestros lamngen, recaerá en toda la sociedad el peso de la impunidad, y como dijera el poeta Bertolt Brecht: “Primero se llevaron a los negros, pero como yo no soy negro, no me importó, luego se llevaron a los judíos, pero como tampoco soy judío, tampoco me importó, luego se llevaron a los curas, pero no soy religioso, y no hice nada… Ahora es tarde… están tocando a mi puerta…”.
Otro importante hecho es el Acampe de los pueblos originarios de Formosa QOPIWINI, ha permitido demostrar la capacidad de resistir, de unir esfuerzos y sobre todo la paciencia, la voluntad firme, de no quebrarse ante la indiferencia racista de un gobierno que se niega a recibirlos y a dialogar para hallar una solución al conflicto. También nuestros lamngen del Gulumapu, Chile, han obtenido logros importantes, la liberación de varios de nuestros lamngen presos que han demostrado no solo su inocencia de cuantas acusaciones falsas recaían sobre ellos sino también el poder de sus DERECHOS.
La Comunidad Katrilaf, de Xuf Xuf, que ha sufrido la invasión de las fuerzas represoras chilenas, la arbitraria detención de sus autoridades tradicionales, la violencia perpetrada contra ancianos, mujeres y niños, hoy demanda a ese estado y es querellante en una causa que obligará al gobierno chileno resarcirlos por daños y perjuicios. Sin embargo no habrá dinero ni medida judicial que sane las heridas del alma marcadas a fuego y balas en la memoria de nuestra gente, sus relatos me conmovieron, todos y cada uno de ellos recuerdan con precisión aquel fatídico día en que los carabineros entraron a su territorio sembrando el terror, me pregunto: ¿quiénes son los verdaderos terroristas? ¿Acaso no lo son los que oprimen torturan y matan a un pueblo indefenso que solo defiende su derecho a Ser y a Existir?
La consigna de la 1º Marcha de Mujeres Originarias por el Buen Vivir me acompañó en cada centímetro de mi andar durante este ciclo que se va: Caminamos para Ser y Somos porque caminamos. Un nuevo ciclo se avecina, trae en sus manos nuevos desafíos, hay un bagaje de sentimientos, emociones, y acontecimientos en mi vida personal, que en este ya extenso texto no entrarían, pero ya les contare de a poquito, tal vez en otros escritos.
Agradezco a mis ancestros y a los pu newen, las fuerzas de la naturaleza todo cuanto he vivido, mi piwke, corazón, está lleno de gratitud hacia todos ustedes, a mis hijos, que me ayudaron y caminaron conmigo el sueño de la marcha, a mis hermanos y hermanas, a mis amigas y amigos, al hombre que amo y se ha ido, al que vendrá tal vez en este ciclo, a las aventuras que me esperan, a las caras nuevas, y voces distintas que escucharé me siento agradecida por la vida.
Kvme Xipantv ñeymi!! Buen solsticio.
*Dirigente mapuche y coordinadora de la Primera Marcha de las Mujeres Originarias.