Balotaje en Chile: “El mínimo margen de diferencia es absolutamente factible de revertir”

Claudia Pascual, senadora electa por el Partido Comunista, analizó en FM De la Calle los resultados de la primera vuelta electoral en Chile. El 19 de diciembre el país definirá la presidencia entre el candidato de la centroizquierda, Gabriel Boric, y el ultraderechista José Antonio Kast.

Pascual es antropóloga social y fue ministra de la Mujer y la Equidad de Género durante la presidencia de Michele Bachelet. Tras casi 50 años, el PC recupera bancas en la cámara alta, de donde fue expulsado por el golpe de Estado de Pinochet.

Escuchá la entrevista completa

Apruebo Dignidad logró achicar la diferencia con el candidato de la derecha en las elecciones, ¿qué evaluación hace?

Lo que ha ocurrido en este primera vuelta tiene que ver con el trasvasije de votación del candidato de derecha a un candidato de más extrema derecha que reivindica la dictadura militar, que reivindica el modelo a ultranza de un modelo neoliberal en términos económicos y que nos está proponiendo también bastantes situaciones de represión, de temas en materia de derechos de las mujeres, en materia de respeto a las disidencias de género, incluso de libertades personales, su gobierno lo dice clarito en un párrafo de su programa que le da la facultad al presidente de la república para interceptar teléfonos, documentos, para prohibir el libre tránsito, para inclusive detener por cinco días en tu domicilio o en lugares no habilitados para la reclusión.

Esto indudablemente es un retroceso enorme y desde esa perspectiva las fuerzas no de derecha fuimos con cuatro candidaturas, por lo tanto, el mínimo margen que hay de diferencia entre los dos candidatos que pasan a la segunda vuelta, en este caso serían Boric y el candidato de extrema derecha, es absolutamente factible de revertir.

Nosotros estamos trabajando muy firmemente para que podamos ganar esa segunda vuelta porque estamos convencidos y convencidas que es el mejor proyecto para Chile en el entendido que ofrece protección en materia de derechos sociales y aborda las temáticas que también nos dificultan vivir, como son las temáticas de la delincuencia y el desarrollo de un modelo económico que realmente apoye la pequeña empresa, que genere trabajos estables para las personas con sueldos dignos para vivir.

A la vez que está la posibilidad de que un candidato de la ultraderecha acceda a la presidencia, la Convención Constituyente discute una Constitución democrática impulsada por el pueblo chileno. ¿Qué elementos explican esta contradicción?

Es una discusión en este minuto en nuestro país. Lo primero que hay que comentar como contexto es que Chile está con una inscripción automática y un voto voluntario y eso se ha expresado en los últimos cinco años, por lo tanto, todavía no ha permitido fidelizar votantes, entonces se han estado expresando votantes distintos dependiendo la votación.

Esto podría explicar lo que aparentemente parece una contradicción, que tengamos en el plebiscito de octubre del 2020 casi un 80% respaldando la elección de una Convención Constitucional 100% electa por la ciudadanía para la redacción de una nueva Constitución y que hoy en día tengamos votantes que no se manifestaron necesariamente en esa votación y que son distintos, que están votando por su candidato de extrema derecha convocando a votantes que no se sintieron identificados antes.

Pero también nosotros tenemos sumamente claro que hubo gente que dejó de votar y de participar y que está por lo cambios y las transformaciones en nuestro país. Ese es nuestro desafío hoy en día para que gane Gabriel Boric en segunda vuelta, aunar las votaciones de los otros candidatos y candidatas que fueron en primera vuelta y que no son de derecha, más lograr conquistar y convencer para ser parte de este proceso a votantes que compartiendo ideas no se sintieron convocados para esta vuelta.

“El mínimo margen que hay de diferencia entre los dos candidatos que pasan a la segunda vuelta, en este caso serían Boric y el candidato de extrema derecha, es absolutamente factible de revertir”.

En el caso del candidato Marcos Enríquez Ominami, se ha expresado en favor de Boric, ¿Yasna Provoste fijó su postura?

Sí, también. Yasna Provoste personalmente expresó que ella está para apoyar a Gabriel Boric y estamos a la espera de la decisión de su partido.

.

Queda un personaje particular como el candidato Parisi quien hizo su campaña y fue a la elección sin estar en el territorio chileno…

Así es. Ese es un votante que expresa una desafección y un cansancio de la política, por lo tanto es un votante que hay que conquistar también pero que se le hace difícil de tomar a cualquiera de las dos candidaturas. Él como candidato pareciera que tiene más sintonía con la candidatura de extrema derecha que pasó al balotaje.

Parece una liviandad ideológica su propuesta de poner a votación de la base si se va a un extremo o a otra candidatura cuando hay dos proyectos que se evidencian bien diferentes.

Sí, hay uno de los diputados que sacó electo su candidatura explicaba hace un par de días atrás en un medio de comunicación que tenían esas dudas porque a el en particular le gustaba el corte social del programa de Gabriel Boric, pero, sin embargo, le encantaba la mano dura del candidato extrema derecha. Por eso, es un votante más difícil de leer su clave, pero lo que si es absolutamente característico de esa votación es que es un votante que no le interesa la política tradicional, que no cree en la izquierda, que no cree en la derecha, que no cree en nada. Esa es su característica más fundamental dicho por ellos mismos, no es una descalificación lo que estoy haciendo.

“La gente que vive en los sectores populares dice que la policía nunca llega, que nadie los protege. Necesitamos hacernos cargo de eso y lo vamos a hacer con refundación y reformas profundas a la policía con especialización para el ataque a la delincuencia pero sin dejar -esta es la gran diferencia con los proyectos de derecha- de combatir también las causas de estos fenómenos”.

Recién mencionaba entre los temas que ponen en la agenda, para conquistar al electorado que no acompañó, el de la delincuencia, la inseguridad. ¿De qué manera la están abordando? Parece un problema común a los sectores progresistas o de izquierda de distintos puntos de Latinoamérica y que tal vez explique buena parte de estos sectores que se vuelcan a sectores de derecha o ultra derecha.

Creo que los sectores progresistas, los sectores de izquierda en América Latina, siempre hemos puesto el ojo y creo que es correcto, en las causas que llevan a la delincuencia, que tienen que ver con las profundas desigualdades de nuestras sociedades, que tienen que ver con la pobreza, con la falta de acceso, con la falta de integración cultural y económica, político-social, de vastos sectores de nuestras sociedades, porque son desiguales, son profundamente intolerantes en muchos ámbitos.

Hemos puesto siempre el ojo en describir estos fenómenos pero creo que también nosotros sabemos que hay que combatir la delincuencia y tenemos que hacernos cargo de explicar cómo lo vamos a hacer.  Creemos que desde esa perspectiva nuestro programa se hace cargo de combatir esos fenómenos -es mentira que esto sea una preocupación sólo de alguien de derecha- y necesitamos hacerlo a partir de tener un trabajo de policía especializada pero no de la policía militarizada que tenemos hoy en día en Chile. Una policía militarizada que pone más fuerza en reprimir una manifestación social que en ir a investigar y detener a una banda de narcotraficantes.

De eso también está aburrida la gente que vive en esos sectores populares, dice que la policía nunca llega, que nadie los protege. Necesitamos hacernos cargo de eso y lo vamos a hacer con refundación y reformas profundas a la policía, con especialización para el ataque a la delincuencia pero sin dejar – esta es la gran diferencia con los proyectos de derecha- de combatir también las causas de estos fenómenos, que tiene que ver con generar un Estado protector que garantice los derechos sociales, que garantice el trabajo, el sueldo digno, la pensión digan, la vivienda digna, la salud y la educación de calidad y gratuita, y por lo tanto hacer las dos cosas y no lo que nos ofrece el proyecto de derecha que es ‘’tranquilidad’’ a partir de represión sin transformaciones y sin derechos sociales. Ese es un tema fundamental de diferencia que tenemos.

Respecto a la militarización de parte de territorio chileno ante recuperaciones territoriales mapuches, ¿cuál es la realidad de la Araucanía y cómo abordarían las cuestiones que allí se están planteando?

La situación es bien compleja, no es una situación que pueda remontarse al trato o a la policía que haya generado sólo un gobierno, esto es una situación de un trato Estado-pueblos originarios que no los ha incluido, no ha reconocido sus derechos y, por lo tanto, desde esa perspectiva son demasiadas décadas de situación con conflictividad con el Estado por un lado y, por otro, también de un tiempo a esta parte hay una situación de mayor conflictividad a propósito de la empresa que genera la producción forestal en nuestro país que ha generado conflicto con las comunidades de pueblos originarios, con mapuches en particular, que además se ha permitido situaciones delictuales como robo de maderas, etc., donde no ha habido investigaciones para averiguar quiénes son los perpetradores de esos delitos, sin embargo, para la prensa siempre es culpa de los pueblos originarios mapuches. Desde esa perspectiva se genera un estado de conflictividad, este gobierno en particular y la policía de carabineros ha generado la polarización, no soluciones.

Nuestra propuesta es poder abordar las situaciones de inseguridad que están ocurriendo ahí, investigar y condenar a los responsables generando los espacios para que las comunidades de pueblos originarios sean respetados y reconocidos sus derechos para que podamos sacar los temas de pobreza que esos territorios también tienen de sobremanera, o sea, hay que hacerse cargo que en esa región de nuestro país están los índices de mayor pobreza urbana y rural de nuestro país. Es la región más desigual y por lo tanto hay que hacerse cargo de todos estos temas y nosotros estamos ofreciendo generar un nuevo trato desde el Estado.

Usted va a ingresar a una cámara de la cual fue muy crítica respecto a su funcionamiento. Recientemente fue la que frenó el juicio político al presidente Sebastián Piñera, ¿qué impacto tuvo esa decisión en la población chilena?

Yo creo que es una desilusión para bastante gente, imagínese que tenemos un presidente que ha sido acusado dos veces constitucionalmente y no ha podido avanzar, primero porque no se contó con los votos para que pasara siquiera al Senado cuando se le acusó por las profundas y sistemáticas violaciones a los derechos humanos desde el 18 de octubre del 2019 en adelante y esta vez que había una acusación constitucional que tiene todos los méritos en la Cámara de Diputados y en el Senado logra la mayoría de la votación a favor de la acusación constitucional.

Sin embargo, solo el tema del quórum calificado que tiene  como limitación nuestra actual Constitución impidió que 24 votos a favor de la acusación constitucional fueran y pesaran lo que correspondían versus los 19 votos que estaban en contra de esa acusación, entonces, la mayoría no se pudo expresar por el supra quórum. Esto efectivamente genera una desilusión  porque tenemos un presidente responsable de las violaciones a los derechos humanos y además que ha aprovechado el cargo para generar más negocios para su familia, ha utilizado información privilegiada para seguir sosteniendo proyectos mineros donde su familia principalmente está involucrada, etc., y dónde el parlamento no aprueba la acusación constitucional. La fiscalía de nuestro país lo tiene en investigación como imputado por delitos económicos, entonces, es una desilusión tremenda para la ciudadanía, es inexplicable.

Para los que seguimos el proceso desde distintos puntos de Latinoamérica, ¿qué puede representar una presidencia de Boric y qué una de Kast?

La presidencia de Gabriel Boric puede representar la esperanza de seguir generando un proceso de transformaciones en nuestro país que logre avanzar en promover la protección desde el Estado y las políticas públicas a los ciudadanos y ciudadanas, a las familias chilenas, sin importar cómo piensan políticamente, sin importar cómo son sus familias, cómo están conformadas, a quién amen ni sus condiciones socio-económicas porque queremos ir avanzando en las trasformaciones para garantizar derechos sociales universales y no lo que hemos tenido hasta ahora que es un modelo de desarrollo ultra neoliberal que hace que las políticas públicas solo obtenga beneficios, subsidios y políticas públicas para los más jodidos de los jodidos. Eso tiene que cambiar. Por lo tanto, la presidencia de Gabriel Boric representa la esperanza, de cambio, de construir un Chile más justo socialmente y en términos económicos también.

Y el candidato de la extrema derecha representa la intolerancia, el odio, la represión y una falsa imagen de libertad y seguridad, porque finalmente la libertad es para quienes tengan los recursos en el bolsillo y la seguridad va a ser represión y no en base a la justicia social que estamos promoviendo.

Noticias relacionadas