Chernobyl: “Jugaron con algo que no es a escala humana”

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Ante el impacto mundial de la serie de HBO, “Chernobyl”, FM De la Calle conversó con Silvana Buján, especialista en periodismo científico ambiental. “Lo bueno de la serie es que está mostrando que la energía nuclear no es segura, ni limpia, ni sustentable, ni barata. Solamente se puede desarrollar en un marco de censura, corrupción y silencio”.

“Pusieron la fama de un país por encima de la salud humana, se podrían haber salvado miles de vidas. Me parece muy importante que vean que es imperiosamente necesario tener acceso a la información”, afirmó.

El 26 de abril de 1986 la explosión del reactor 4 de la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, al norte de Ucrania, por entonces parte de la URSS, provocó varias muertes y cientos de miles de desplazamientos. La planta emitió unas 400 veces más radiación que la liberada en la explosión nuclear de Hiroshima, en 1945.

Buján explicó que “el tema nuclear en Argentina siempre se bañó como secreto de Estado. Solamente técnicos especializados pueden acceder, esto es casi un método ruso. Nos vendieron que era renovable cuando el uranio se agota, nos vendieron que era limpia cuando han dejado desastres en las minas, cuando emiten dióxido de carbono en todo el ciclo, nos dijeron que era barata y consideran solo cuánto cuesta el uranio y cuánto cuesta mantener la central, salvo Malargüe todo el resto están abandonados”.

¿Qué es la radiación?

“La radiación no se ve, no se huele, no hay manera de sentirla. Los primeros muertos (de la explosión de Chernobyl) fueron los bomberos que intentaron apagar el fuego, estaban delante de ese humo con radiación, son las partículas que se pegan al polvillo, se les pegaban en la piel y el que tocaba al enfermo se le quemaba la mano. Eso es radiación directa”.

“Son emisiones de distintas clases, la más fácil de bloquear es la radiación alfa, son partículas grandes. Después sale de esa masa de combustibles, la radiación beta, es complicada porque atraviesa paredes. La radiación gama rompe el código genético de la célula, cuando se quiere reproducir está roto el código genético y va a crecer como puede y va a generar un tumor. De ahí las malformaciones genéticas. Podés morirte porque te quemó la radiación o podés haber recibido menor radiación y tu tiroides colapsó. El cáncer de pulmón es muy común porque vos respirás las partículas y en tus pulmones siguen emitiendo radiación”.

¿Qué hacemos con la basura nuclear?

“Los finlandeses están haciendo algo que lleva 18 mil millones de dólares y solamente para ellos. No es el basurero nuclear del planeta, es su basurero. En Argentina ni siquiera se habla, el reactor tiene la bola redonda y, al lado, una estructura plana. Adentro hay una piscina llena de agua donde se sumergen los complejos combustibles para que se enfríen, las tienen en agua durante mucho tiempo. Teóricamente la vida útil de esa central es igual que la de esa piscina. Acá le pasan un mano de cal y le extienden la vida útil a esas piscinas. En un momento la idea fue tirarlos en Sierra Grande, todavía  hay tambores con el logo de radiación tirados en una cavas a cielo abierto”.

“En Río Tercero cuando se llena la casa de piletas lo ponemos al lado de la central, al  lado de hoteles, parques y el lago. Hay unos 40 cilindros de 15 metros que contienen el residuo radioactivo de alta actividad a cielo abierto. Ahí tenes un lugar ideal para destruir la provincia, si algo cae ahí la radiación que se emite sería letal”.

En cuanto a futuras instalaciones nucleares en Argentina, Buján comentó que “después de coquetear con Rosatom, la empresa rusa, se miró a China para ubicar una central al lado de las otras dos en Atucha. Si tenés una central puede pasar todo lo que ya sabemos. Si tenés dos, la cosa se complica. Y con tres, ni te cuento”.

“Nos pusimos a jugar con elementos que no tienen consecuencias a escala humana”, sentenció.