Deuda alimentaria: otra forma de violencia económica y patriarcal
La directora de investigaciones, planificación y evaluación de políticas de género y diversidad sexual de la provincia, María Sol Calandria, explicó el funcionamiento del Registro de Deudores Alimentarios y adelantó aspectos de un informe referente al incumplimiento próximo a ser publicado por el ministerio. De 2480 personas inscriptas, 2454 son varones y solo 26 son mujeres.
“El Código Civil y Comercial establece el deber de los y las progenitoras en la obligación de prestar alimentos, entendiendo alimentos en el sentido amplio de la palabra, es decir, incluyendo la habitación, la vestimenta, la educación y la salud de los hijos e hijas. Frente al incumplimiento de ese deber, que afecta directamente los derechos y el bienestar de niños, niñas y adolescentes, existen una serie de consecuencias que figuran en la ley provincial 13.074, que es la del Registro Alimentario de Deudores Morosos. Sabemos que este es un problema que afecta en su mayoría a las mujeres. Por ejemplo, cuando realizábamos esta investigación respondieron una encuesta 6.442 mujeres de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires, lo que demuestra el gran interés”, comentó la funcionaria.
“Existe una encuesta nacional sobre estructura social que salió en 2015 en la cual ya se señalaba que cuando los progenitores varones no residen en la misma vivienda que sus hijos e hijas, solamente el 32% de esos hogares reciben la cuota alimentaria. Es decir, el 68% de los progenitores no convivientes elude esa responsabilidad. Al disolverse la pareja son las mujeres las que asumen en su gran mayoría esta responsabilidad económica que implica la mantención de los niños y niñas, pero a su vez también asumen las responsabilidades de criado”.
“Otra cuestión relevada en el informe próximo a publicarse es que las mujeres se dan toda una serie de estrategias no formales que tienen que ver con afrontar esta problemática. Por ejemplo, dejar a sus hijes al cuidado de otra gente de su familia, generalmente también mujeres como abuelas o tías. Entonces, el registro de deudores es una herramienta con la cual cuentan las mujeres a la hora de poder reclamar la obligación alimentaria, pero también tiene sus limitaciones”.
Mayor información y asesoramiento se puede buscar en la página del registro de deudores (https://rdam.mjus.gba.gob.ar/) o al 144.
Calandria dijo que “una vez que hay una ruptura de pareja, generalmente, antes que las mujeres intenten acceder al registro se hacen acuerdos informales donde se definen qué días de cuidado tiene cada uno o cuánto pone cada uno económicamente. La búsqueda del acceso al registro y el inicio de un proceso judicial se dan cuando esos consensos se rompen, que es lo que ocurre en la mayor cantidad de casos”.
Las consecuencias para los morosos incluyen el bloqueo de operaciones en instituciones y organismos públicos como la obtención de créditos, tarjetas de crédito o apertura de cuenta corriente, entre otras, no se les permite ser proveedores de la provincia, municipios ni organismos descentralizados, ni se les otorgan habilitaciones para la apertura de comercio y/o industrias, concesiones o permisos ni pueden participar en licitaciones.
“Hay ciertos problemas a la hora de iniciar acciones legales frente al incumplimiento de la cuota. Las formas que tienen las mujeres para poder garantizar sus derechos en muchas oportunidades tienen que ver con ciertos requisitos que están pensados en base al trabajo formal, o a una propiedad a nombre de esa persona, pero sabemos que hoy el mercado del trabajo ha cambiado enormemente y muchas personas trabajan en la informalidad”. Es por ello que recientemente la provincia decidió no otorgar ni renovar las licencias de conducir a quienes estén registrados como deudores alimentarios.