“El Cordobazo”: sonidos de una jornada latente
(Por Astor Vitali) Decenas de miles de páginas están dedicadas al Cordobazo. Militantes populares, historiadores, sociólogos e ideólogos de la “lucha antisubversiva” analizaron los hechos que sacudieron al gobierno de Ongania y varias conciencias adormecidas.
Algunos elementos de aquella gesta son excepcionales: conduce la revuelta un conjunto de organizaciones sociales y sindicales clasistas, reivindicando las libertades como trabajadores y trabajadoras a través de la lucha, a diferencia de otras estructuras sindicales con “dirigentes” que actuaron más como delegados de las empresas o de los partidos políticos sin hegemonía obrera, que como representantes de la clase organizada.
Pero la música también puede contar historias y el Cordobazo tiene su narración poético musical.
Desde Bahía Blanca, el Maestro Alberto D´Alessandro editó una serie de discos que forman parte de la serie Lenguajes. “Comencé con la serie Lenguajes cuando empecé a tomar conciencia de que la música que yo abordaba en guitarra, justamente, se refería a diferentes leguajes: la música popular, la música folclórica, la música clásica”, dijo a FM De la Calle.
El tercer volumen, Guitarra y Cuarteto de Cuerdas. Música Argentina (EPSA), contiene entre otras la obra “El Cordobazo”, de Jorge Cardoso. D´Alessandro conoció al autor “a través de su famosa ´Milonga´ que hemos grabado con el cuarteto Troverías. Varios años después, el azar o el destino hicieron que viniera Jorge Cardoso a Guitarras del Mundo (en la edición bahiense). Cuando comencé a perfilar la idea de hacer una retrospectiva de su obra, me entero de ´El Cordobazo´. Hacía mucho tiempo que buscaba una obra de ese tipo porque siempre me sensibilizó el tema de las luchas de las clases sociales, por la libertad, de los pueblos originarios. Enseguida pedí la partitura. Jorge Cardoso la tenía manuscrita y me la dio”, explicó el guitarrista.
Además del Maestro D´Alessandro en guitarra, el cuarteto de cuerdas que grabó la obra está integrado por Leonardo Rubin (violín), Besa Aliaj (violín), Paolo Miserocchi (viola) y Mario Peralta (violonchelo).
Los movimientos*
- “El amanecer”. El día señalado es el 25 de mayo. Las fábricas abren sus grandes fauces… Una sirena sacude la mañana. Estudiantes muertos en Rosario y, anteriormente en Corriente (dos ciudades retiradas entre sí pero unidas por el mismo objetivo…) Las máquinas se silencian… A las 10 de la mañana se produce el “paro activo”
- “La manifestación”. La policía comienza la represión… La manifestación crece y se producen violentos enfrentamientos con los obreros y los estudiantes… Matan a un estudiante… Vuelven las sirenas de las ambulancias… La policía huye por la presión de los manifestantes y, además, porque le habían acabado los medios antidisturbios…
- “El ejército” – Requiem… Son las 5 de la tarde (como en las palabras de Federico)… Oficialmente, 16 muertos; la verdad es otra y muy distinta: se han llegado a contar más de cien personas muertas.
- “La historia se repite”. Un canon que refleja cómo se va repitiendo como una gota de agua junto a otra, la historia de un pueblo, en este caso, el de Córdoba… Al final de este movimiento aparece como un perfil del aire, el tema de la manifestación… Luego, la caída de Onganía, “El Tucumanazo”… “El Rosariazo”… Etc., etc. y así esta historia interminable.
*Extracto de booklet del CD.
* La violenta historia de América Latina de los últimos años ha venido generando un importante hecho cultural que se podría denominar “el arte del exilio”, con obras pertenecientes a las diversas categorías creativas.
El artista exiliado interroga a la tierra que ha dejado, su historia más reciente, busca signos que la expresen, que la mantengan viva y cotidiana en su memoria para que no se convierta en un recuerdo, en una pura nostalgia.
El 29 de mayo de 1969 un hecho sangriento modificó en Argentina los planes inmediatos de un proyecto de país impuesto. Históricamente se le conoce como “el Cordobazo”, sucedió en Córdoba de allá. Ese día 50.000 obreros abandonaron las fábricas, armaron barricadas y tomaron la ciudad de casi u millón de habitante. Derrotaron a la policía, que tuvo que huir, y, finalmente, cedieron ante el ejército con un elevado número de muertos. El hecho permitió que posteriormente cedieran las altas instancias del poder y hubo salida democrática.
El Cordobazo parece hoy un suceso remoto, perdido en el vértigo histórico de América Latina.
Jorge Cardoso le ha puesto música a esa parte del vértigo. Lo que para él como testigo allá y entonces fue un estruendo en las calles de Córdoba, se ha convertido en sonido testimonial aquí en Madrid y ahora. La música también puede contar la historia.
Las notas se acomodan en el pentagrama divididas en cuatro momentos de aquel hecho: por un lado amanece con presagio, con chirridos de sierra y de máquinas en las fábricas; por el otro, hay una manifestación enfrentada policías y caballos que, finalmente, huyen derrotados; en el tercer movimiento llega el ejército y llega la muerte como el poema de Lorca: “A las cinco de la tarde”, termina con un réquiem. El último movimiento es una pregunta, un comienzo o un futuro, no se sabe. Y en todos ellos las dulces melodías de la tierra, sus viejos ritmos mezclados a los ruidos de la historia.
*Daniel Moyano. Escritor