El modelo portugués: ¿solución o condena ante la deuda con el FMI?
¿Es viable incrementar el gasto público para salir de la recesión? ¿Qué condiciones tiene Argentina para poder hacerlo? ¿Es posible implementar un modelo similar al portugués? ¿Cuál es el costo social?
Agostina Costantino, economista y columnista de En Eso Estamos, pone en debate el modelo económico aplicado por Portugal para afrontar su deuda con el Fondo Monetario Internacional, al cual algunos sectores de la oposición sugieren como la solución a la crisis de nuestro país.
“Portugal está gobernado desde 2015 por una coalición de partidos de izquierda que logró reactivar la economía después de la fuerte crisis que venía atravesando el país desde 2008 y 2009. A través del aumento en gasto público -aun teniendo una deuda con la troika, que son el Banco Europeo, la Comunidad Europea y el FMI- logró salir de la recesión aplicando políticas contrarias a las que se aplican en Argentina y que son también las aplicadas en Grecia, que es el espejo contrario“.
¿Qué posibilidades tiene Argentina de ejecutar un programa similar?
Punto número 1: la previa
“No es cierto que no se hayan aplicado fuertes recortes en Portugal. Los gobiernos anteriores a Costas, el actual presidente, subieron la cuota de IVA, privatizaron todo lo que podían, recortaron salarios un 14% a través de la suspensión del pago de aguinaldos, congelaron el salario mínimo, impusieron una reforma laboral que redujo las indemnizaciones y facilitó los despidos, redujo pagos por horas extras, recortó el tiempo de pago del subsidio de desempleo y limitó la negociación colectiva. El abaratamiento de mano de obra que produjo estas medias y la facilitación de las inversiones a través de una serie de procesos de privatizaciones, sentaron las bases para que a partir de 2015 pudieran aumentar el gasto público”.
“En el caso de Argentina no quedan muchos bienes para privatizar, queda el último gran bastión que es el Banco Nación que se viene demandando desde algunos años por parte de organismos internacionales. Y, hasta ahora, el gobierno no ha logrado disciplinar a la fuerza de trabajo lo suficiente. Si bien los salarios reales cayeron, no lo hicieron en la medida en que la burguesía y el FMI están demandando. Aún no lograron pasar las grandes reformas estructurales que son la laboral y la jubilatoria. Todo esto hace falta para emular el caso portugués”.
Punto número 2: el turismo colaboró
“De la mano del aumento del gasto público, beneficiados por la ola de atentados que se produjeron en países europeos y las revueltas de los países del norte de África, Portugal se convirtió en uno de los principales destinos turísticos de Europa. De hecho, la facturación del sector turístico representaba el 10% del PBI. En Argentina, en el caso del sector agrícola ganadero representa el 7% del PBI. La fuerte entrada de divisas por el concepto de turismo permitió ir saldando las deudas sin aumentar el gasto público. Además, algo muy importante es que ellos recaudan impuestos en la misma moneda de la que están endeudados, que es lo opuesto a lo que pasa en Argentina, eso se llama descalce de moneda”.
¿Qué pasa en Argentina?
“En el caso de Argentina es claro que un sector exportador debería apoyarlo porque las políticas de aumento en el gasto público tienen que permitir seguir pagando la deuda con el FMI. En Argentina, dadas las condiciones, ese sector es el agrícola o el agroindustral, si la salida portuguesa se plantea como la salida progresista, ¿va a ser apoyada por la burguesía agraria? Acá es donde está la principal contradicción que muchos no quieren mostrar, no dicen qué condiciones fueron necesarias: primero fue una política de shock, de recortes brutal, y después el apoyo de un sector exportador que en Argentina no queda claro cuál sería”.
“Y, por último, en qué medida ese sector estaría interesado en políticas progresistas si tampoco depende del mercado interno para sus ganancias, en qué medida se vería beneficiado”.