Emilio Dacosta Acevedo y Héctor Jara
En la época de los hechos, Emilio DACOSTA ACEVEDO pertenecía a la comunidad de chilenos que se encontraba asentada en el barrio “Palihue Chico” y era objeto de permanente persecución en la ciudad de Bahía Blanca. En aquel entonces, la víctima tenía 23 años y trabajaba como albañil.
En los días posteriores al golpe de estado del 24 de marzo de 1976, fue secuestrado junto a Héctor JARA, en una obra en construcción del Barrio Mapuche de Bahía Blanca, donde ambos se encontraban trabajando. El operativo de secuestro fue ejecutado por personas de civil, personal del Ejército y de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
Posteriormente, el grupo operativo condujo a ambas víctimas a la Comisaría Primera de la Policía de la Provincia de Buenos Aires, lugar en el que fueron sometidos a interrogatorio y torturas, que, en el caso de DACOSTA, incluyeron la aplicación de corriente eléctrica en su cuerpo.
Alrededor de una semana después, se produjo la liberación de Héctor JARA, mientras que Emilio DACOSTA fue trasladado al CCDyT “La Escuelita”, lugar en el que continuó sometido a cautiverio, interrogatorios y torturas, los que incluyeron simulacros de fusilamiento.
Luego de permanecer en aquellas condiciones por un lapso aproximado de dos meses, DACOSTA fue liberado a fines del mes de mayo de 1976 en las inmediaciones del club de golf del barrio “Palihue” de Bahía Blanca.
A mediados de aquel año, Emilio DACOSTA sufrió un nuevo secuestro en el barrio “Palihue chico”, ejecutado por personal policial que lo trasladó a la Comisaría Primera de Bahía Blanca.
Allí permaneció cautivo y sometido a torturas, hasta ser llevado, varios días después, a la Brigada de Investigaciones de la Policía de la provincia de Buenos Aires, donde continuó en las mismas condiciones por alrededor de veinte días.
Finalmente, su liberación tuvo lugar en los días previos al 4 de septiembre de 1976, fecha en que se consumó la masacre de calle Catriel N° 321 de esta ciudad. Con posterioridad, continuó siendo objeto de amenazas.