Exploración petrolera: ¿se viene el #Estuariazo?
El biólogo Pablo Petracci afirmó que el proyecto de Equinor y el gobierno nacional utiliza “una técnica muy peligrosa que genera un impacto irreversible”. Detalló las afectaciones que podrían sufrir las especies marinas -como la ballena franca y el delfín franciscana- y advirtió los riesgos para los pescadores artesanales bahienses por el impacto que podría tener en El Rincón.
Miles de personas se suman a las movilizaciones contra la explotación petrolera frente a la Costa Atlántica a medida que conocen los alcances de la exploración en aguas profundas y ultraprofundas.
La Secretaría de Medio Ambiente de la CTA Bahía Blanca convoca este viernes a las 20 en Plaza del Sol a una reunión de la Asamblea por un Mar sin Petroleras para organizar sus próximas acciones en el marco del #Atlanticazo.
Compartimos la entrevista realizada por Mauro Llaneza al director de la Estación de Rescate de Fauna Marina Guillermo Indio Fidalgo en el programa Frente a Cano.
Escuchá la entrevista completa
¿Qué impacto ambiental puede tener la exploración petrolera en el Mar Argentino?
Argentina tiene una plataforma muy extensa, relativamente de poca profundidad y cuando llega al borde del talud adquiere mayor profundidad. Toda esta zona es donde, por un lado la corriente cálida que viene desde Brasil se encuentra con la corriente fría que viene de la Antártida, de las Islas Malvinas. Son zonas de alta productividad biológica sumado a que justamente hay corrientes que vienen del fondo marino, ascienden por el talud, se elevan y generan una gran riqueza de todo tipo. No solamente están los puntos de pesca más importantes -zona de calamar, la flota china viene a este sector- y un montón de otros recursos, animales marinos, mamíferos y reptiles marinos, peces, fitoplancton y demás.
Esta zona ya ha sido identificada como de alto valor biológico y obviamente está candidateada para formar parte de futuros parques nacionales marinos. La Argentina tiene un déficit en cuanto al porcentaje de Mar Argentino que tiene protegido.
Respecto a la técnica es cierto lo que muchas personas están diciendo, se está usando hace muchos años. Eso no significa que sea buena. Es una técnica barata que funciona pero es absolutamente destructiva. Se ha mantenido escondido para la sociedad todo lo que pasa en el Mar Argentino. Esto ha ido cambiando, en los últimos años la gente se ha informado un poco más, con el Acuerdo de Escazú y demás, sabemos que es una técnica muy peligrosa que genera un impacto irreversible en un montón de organismos marinos, por eso la preocupación generalizada que hay y la contundencia que tuvo la audiencia pública de junio del año pasado donde la mayoría se manifestó en contra.
Una tercera pata de este debate, acá nos viene el miedo al fantasma del pasado, la misma consultora -Serman- que hizo el estudio de impacto ambiental del famoso megaproyecto de dragado en Bahía Blanca, recuerdan la cantidad de irregularidades que tenía ese documento, también las tiene este y ya han sido marcadas por los especialistas.
Después hay una cuestión de responsabilidad intergeneracional. Estamos hablando de seguir promoviendo la explotación petrolera cuando la Argentina firmó acuerdos internacionales como el de París donde tenemos que descarbonizar a cero el país para el 2050.
Se habla de que la gente tiene miedo, que habla desde el desconocimiento. En realidad hay una crisis de representación en todos los niveles del Estado, entonces la gente no tiene un interlocutor en el Estado que escuche las preocupaciones en base a la información que uno tiene disponible y después se termina resolviendo en la calle.
¿Cuál puede ser el impacto en nuestro estuario?
En el caso de Bahía Blanca no se sabe mucho, algunos trascendidos, algunos apoyos que se han mandado desde la Unión Industrial al gobernador Kicillof. No se sabe si va a tener un rol más logístico, la repercusión social tan fuerte que hubo en Mar del Plata hizo que apuntaran a otros puertos y el único adecuado para semejantes barcos es Bahía Blanca. En caso que sea logística no debería afectar demasiado.
Sobre el borde del talud se habilitaron tres zonas, una es la que está más lejos la costa aunque no significa que pueda generar algún impacto. La industria petrolera offshore tiene un 99,9% de probabilidades de que ocurran accidentes, eso lo dice la ciencia y las experiencias a nivel global. Con Bahía Blanca hay que ver cómo van a transportar ese petróleo eventualmente.
Respecto a la exploración, es una zona muy cercana a lo que se llama el banco El Rincón, que es una de las zonas pesqueras más importantes de la Argentina, de la cual depende no solamente la flota bahiense sino de toda la flota costera de la provincia de Buenos Aires porque es una gran guardería de productividad de larvas de peces, de la cual dependen mamíferos, aves marinas, etcétera, con lo cual esta técnica también genera impacto.
Es la zona donde van los pescadores también por la contaminación del estuario…
Sí, obviamente tanto respecto al estuario como a las grandes bahías del sur -Bahía San Blas, Bahía Unión y Anegada, que están más vinculadas al Partido de Patagones- también el estudio de impacto ambiental es muy laxo, muy lábil, son cuestiones abordadas muy por arriba, no se habla en específico cuáles van a ser los impactos, solo de medidas mitigatorias y demás pero son maquillaje, el arranque lento le llaman.
Estos son barcos que tiran líneas de hasta 10km que funcionan de esta manera: tiene un generador de ruido que es aire comprimido, disparado a más de 200 decibeles y es recibido por esta línea de receptores; este aire comprimido produce explosiones durante las 24 horas del día que rebotan en el fondo marino -que puede estar a cientos o miles de metros- y así van construyendo un perfil del fondo que a uno le permite “ver” la potencial presencia de petróleo o gas. También se está hablando que eventualmente que habría shale gas, con lo cual también habría fracking marino que sería mucho más riesgoso.
Con lo cual, es cierto, toda nuestra flota pesquera artesanal, que no tiene largo alcance, está diseñada más bien para pescar cerca de la costa, por más que no les estén afectando directamente sí al recurso que migra e ingresa a nuestras bahías y canales y después es aprovechado.
No es casual que el estudio lo haya hecho Serman, es una consultora muy funcional a estas cuestiones, tiene un montón de aristas que se pueden ver en los videos de la audiencia pública.
Después, ni hablar de cómo se estarían afectando recursos utilizados turísticamente a distancias mucho mayores como es Chubut, por ejemplo. Gran parte de las ballenas francas cuando migran -si quieren ver la página Siguiendo Ballenas que es el seguimiento satelital de distintos individuos durante los últimos años es muy interesante-, uno puede ver cómo la zona de alimentación de primavera verano, cuando las ballenas se van de Península de Valdés con sus crías o individuos solitarios van por la zona del borde del talud. No es casual, es como hablar de la pampa húmeda pero todo el año, una pampa húmeda queno tiene sequías, ni variaciones de precipitaciones, que es siempre productiva.
Y una cuestión que nos preocupa desde la Estación de Rescate es que esta es una técnica asociada a la presencia de mamíferos marinos varados en playas, grandes ballenas, distintos tipos de pequeños cetáceos y demás.
Me parece que es sano estar teniendo este debate y ver hacia dónde vamos. Me interesaría ver a los mismos actores locales que ahora están con tanta vehemencia e insistencia apoyando este proyecto de la misma manera apoyen proyectos de energías renovables.
¿Cuál es el riesgo biológico para las especies que habitan el talud por la utilización de las explosiones durante la exploración?
Hay de todo, es muy diversificado el impacto negativo y la mayoría irreversible. Estas ondas sísmicas de ruido están muy por encima de los 200 decibeles, pensemos que nuestro umbral crítico -del ser humano- está en 120 y para un cetáceo, para una ballena, está en 180, con lo cual estas líneas pueden llegan hasta 4000km interfiriendo a distintos niveles con alteraciones en la conducta, daño en el oído interno a nivel fisiológico, cerebral, muerte directa en algunos casos, aturdimiento, alteración del comportamiento migratorio.
Es muy variado, está estudiado, se puede consultar, en algunos casos es una especie de lobotomía que se le hace cuando un animal queda dentro de una zona de influencia directa y eventualmente estas ondas que viajan tantos kilómetros pueden afectar cetáceos costeros como el caso de la franciscana en nuestra región -un delfín declarado monumento natural provincial, que está muy amenazado, que es un tema de preocupación. En los peces también genera cambios en la migración, los desplazamientos, hasta en el caso de las larvas del zooplancton hay afectación.
Esto está puesto tibiamente en el estudio de impacto ambiental. Por eso hablan ellos de una de las pocas medidas que van a cumplir, más allá de que hay como 20 programas de gestión ambiental, es el mismo discurso que se aplicó para Vaca Muerta y tantos otros lugares y hoy vemos los problemas de los vertederos y el fracking en el Alto Valle.
El arranque lento que se menciona, es decir, empezar a emitir explosiones de pocos decibeles que se irían incrementando hasta el nivel del umbral que utilizan para poder llegar a máxima profundidad, no da garantías para los lobos marinos, los peces o las ballenas francas que tienen desplazamiento lento. Encima se está hablando del último semestre del año que es justamente la época de mayor movimiento y actividad de muchos cetáceos en la zona.
Respecto a la técnica y lo dicho por el Instituto Argentino del Petróleo y Gas -las propias empresas- es que la profundidad a la que iría el proyecto es mucho mayor a la de las plataformas existentes.
Se ha hecho prospección sísmica desde hace más de 60 años pero eso no significa que no tenga que cambiar. De hecho no se hacían ni estudios de impacto ambiental. (…) Argentina tiene un buen marco normativo pero es muy deficiente en cuanto a los controles. Aunque haya una garantía tecnológica sabemos que la tecnología falla permanentemente, hay plataformas que se han incendiado y han ocasionado desastres ecológicos en todas partes del mundo, así que apoyarse en esa cuestión no es confiable y a mayor profundidad mayor riesgo también.
El derrame de petróleo o hidrocarburos tiene una componente que afecta en superficie y otra de elementos cancerígenos que migran por la columna del agua y las cadenas tróficas e incluso el fondo.
Entiendo la postura del Instituto del Petróleo y Gas de defender esto pero también hay un debate que no se está dando y está en coincidencia con cómo el Estado se está vinculando con las cuestiones ambientales con un cortoplacismo muy particular: el proyecto de salmonicultura en Tierra del Fuego, la megaminería en Chubut, una Ley de Humedales que perdió estado parlamentario por cuarta vez. Va de la mano, son los mismos intereses de los grupos políticos y económicos que quieren seguir escurriendo lo poco que queda de petróleo en vez de pensar en promover el uso de energías limpias.
Estos calores no son casuales, el cambio climático no es cuestión de un lobby de un grupo de locos que se les ocurrió, ya es una realidad. Bahía Blanca es uno de los sitios que más afectados van a ser por el incremento del nivel del mar que ya se está viendo. Bahía Blanca, Bahía Samborombón y Bahía San Sebastián en Tierra del Fuego, por la geografía, son los tres lugares que lo van a notar más rápido porque son zonas muy bajas.
Como bahienses también tendríamos que empezar a mirar esas cosas, animarnos a empezar a impulsar el cambio energético, no hay otro camino. Muchos costos ambientales y sociales quedan por fuera de la cuenta de los costos de estos proyectos.
Seguimos sin considerar en la ecuación lo ambiental y lo social. Escuchaba a un investigador del IADO consultado por este tema y decía que si no fuera por el petróleo todavía viviríamos en las cavernas. Qué paradójico, en realidad el petróleo a la larga nos está costando más caro. Si pensamos en todo lo que la humanidad va a tener que modificar e invertir como paliativo del cambio climático quizás sería preferible seguir viviendo en la época de las cavernas.
Seguimos sin ver la variable ambiental en el beneficio, seguimos creyendo en la mirada a corto plazo de las commodities, la generación de empleo, de dólares, ¿por qué la sociedad no puede opinar sobre esta relación costo beneficio cuando en general los beneficios son para unos pocos y el costo es para gran parte de la sociedad?