Informe de UTN evidencia el abandono del Teatro Municipal
El Municipio presentó esta mañana el informe de la UTN sobre las condiciones de seguridad del Teatro Municipal cuyo cierre fuera anunciado semanas atrás por el titular del Instituto Cultural, Ricardo Margo.
El relevamiento de los profesionales advierte a simple vista los riesgos del sistema eléctrico, las condiciones de seguridad e higiene, las falencias en la prevención y el combate de incendios y el estado del edificio.
Las últimas inversiones importantes en el emblemático Monumento Histórico Nacional fueron realizadas en el marco de su centenario en 2013.
El documento afirma que “la instalación eléctrica no cuenta con las medidas de protección adecuadas para prevenir los contactos directos e indirectos de las personas, ni el riesgo de incendio de origen eléctrico. Es decir, es una instalación altamente insegura y por ello riesgosa. Se requiere, con urgencia, obras de renovación y mantenimiento para su mejora”.
En cuanto a las condiciones de seguridad e higiene, la UTN informó que “no son las apropiadas para este tipo de instalaciones y no cumplen con las normativas vigentes, incluyendo aquellas que son propias del Municipio. Es una instalación insegura y, por ello, riesgosa. Se requiere con urgencia acciones para su mejora”.
El único punto favorable refiere a las “muy buenas condiciones” el edificio “para la edad del mismo”. Se concluyó que “no se corren riesgos estructurales, salvo algunos desprendimientos menores en sectores interiores puntuales de la construcción, que en los que ya está programada la reparación o intervención, tal es el caso de la Sala Pairó y el Hall de Ingreso-Boletería”.
“Es importante recalcar la necesidad imperiosa de contar con un plan de mantenimiento preventivo, responsable y con continuidad en el tiempo, de mejoras edilicias. En el mismo se deberán tener en cuenta aspectos técnicos, estéticos y de preservación histórica del Monumento”.
El documento destaca, además, la falta de señalización de las vías de evacuación para eventuales espectadores, artistas y personal estable; potencial riesgo de incendio y/o explosión que representa la caldera y otros aparatos sometidos a presión y que utilizan combustible; la inexistencia de cálculos sobre el número de personas que pueden pasar por una salida o bajar por una escalera ni factor de ocupación de las salas; y, entre otros puntos, el desconocimiento sobre el funcionamiento del telón cortafuego de acero.
Si bien el titular del Instituto Cultural negó que se trate de un cierre del Teatro sino de un traslado de su funcionamiento a otros espacios, un antecedente puede encontrarse en 1975 cuando el edificio fue clausurado por su deficiente estado para ser reabierto recién en 1978 luego de su restauración y acondicionamiento.