Inspecciones oculares en la Megacausa Zona 5: “Es la primera vez que vuelvo después de 47 años”

Se recorrió el ex V Cuerpo del Ejército y la Jefatura Departamental de la Bonaerense. Jorge Tassara fue secuestrado en Viedma y trasladado a la ciudad. “Nos trajeron hasta acá, por la avenida Alem, con 2 o 3 carros de asalto, la sirena, nos daba la pauta del montaje televisivo y de terror para la sociedad bahiense: ‘Dos peligrosos subversivos estaban atravesando la ciudad’”, dijo a FM De la Calle.

La medida fue solicitada por la Fiscalía y las querellas. Recorrieron el predio militar junto con más de 20 víctimas que estuvieron detenidas desde 1976  y a 3 conscriptos que realizaron el servicio militar obligatorio en dependencias del ex V Cuerpo de Ejército.

El trayecto apuntó a reconstruir el día a día del cautiverio de los sobrevivientes, dimensionar la distancia entre las dependencias y conocer el “gimnasio” del Batallón de Comunicaciones 181 donde estuvieron detenidos decenas de dirigentes políticos, sindicales y militantes.

Además, observaron el sector donde funcionó el centro clandestino de torturas y exterminio La Escuelita y un lugar donde funcionó un horno de ladrillos. La Fiscalía afirmó que hay indicios de incineración de cuerpos.

Este miércoles se realizó una medida similar en la sede de la Jefatura de la Policía Bonaerense de Alem al 800. Fue a pedido del represor Claudio Kussman quien desde 1975 se desempeñó como oficial principal de seguridad en la Unidad Regional V de Bahía Blanca. Está acusado por haber participado de uno de los grupos de tareas que efectuó secuestros y asesinatos durante la última dictadura.

La Megacausa inició en febrero del 2022 y juzga a más de 30 imputados por crímenes de lesa humanidad cometidos contra más de 300 víctimas en jurisdicción del V Cuerpo del Ejército.

Queremos ir a los distintos sectores que fueron señalados por las víctimas y conscriptos como lugares de detención de personas, vamos a comenzar por la plana mayor, vamos a ir al gimnasio por donde pasó la mayor cantidad de víctimas, cerca de 80 estuvieron en esta unidad militar”, dijo a FM De la Calle el fiscal auxiliar Pablo Fermento.

Se busca que “los jueces puedan ver la cercanía entre los edificios y cómo todo se desarrollaba a la vista de oficiales para echar por tierra las excusas de que ellos no vieron civiles, no vieron nada. Y poder recrear el día a día de las víctimas y personal militar del 76, vamos a pedir ir a los fondos del terreno y vamos a analizar desde la zona donde actualmente están las piletas hasta La Escuelita, y tratar de ir identificando algunos sectores que no tenemos demasiada precisión”.

Explicó que hay testimonios sobre lugares transitorios de detención de personas: “Hay un horno de ladrillos que mencionó una de las víctimas en donde dijo que fue mantenido en cautiverio por más de un día. Nos interesa poder dar con este lugar porque tenemos indicio de incineración de cuerpos dentro del predio militar, no existe actualmente la estructura pero queremos saber dónde estaba ubicado. Y otros sectores como un lugar subterráneo que también fue utilizado como lugar de detención y señalado por uno de los conscriptos que fue incluso ofrecido como testigo por una de las defensas que también está en la zona descampada. Después terminaremos en la zona de La Escuelita que ya fue inspeccionada en el primer juicio, en el gimnasio es la primera vez que vamos a concurrir”.

Montaje del horror: “Dos peligrosos subversivos estaban atravesando la ciudad”

Jorge Tassara es uno de los sobrevivientes que participó de la inspección al V Cuerpo. En una audiencia de mayo de 2022 contó al tribunal su derrotero por distintas dependencias militares y penitenciarias.

“Es la primera vez que vuelvo después de 47 años. El 3 de abril del 76 me van a buscar a la Secretaría de Planeamiento donde trabajaba, me llevan a la Comisaría de Viedma y el 7 de abril me trasladan a Bahía Blanca en un avión”, dijo.

“Fue una cosa increíble. Llegamos en avión y cuando paramos veo que alrededor estaba lleno de soldados con sus revolver en posición, listos para tirar. Había como 170 militares alrededor del avión. Nos subieron al colectivo del Ejército y nos trajeron hasta acá, por toda la avenida Alem, con 2 o 3 carros de asalto adelante y atrás, la sirena, ya nos daba la pauta del montaje televisivo y de terror para la sociedad bahiense: ‘Dos peligrosos subversivos estaban atravesando la ciudad’”, contó.

Tassara estuvo detenido en el Ejército desde el 7 hasta el 23 de abril de 1976 cuando fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional  y trasladado a la Unidad Penal 4 de Villa Floresta. Luego, lo llevaron a La Plata donde permaneció privado de su libertad hasta enero de 1979 cuando se exilió en Italia.

Emocionado por la recorrida dijo: “Después de la detención vivimos fuera del país 5 años, nunca me adapté, llevé la vida que tuve que llevar con tantos compañeros de Italia, pero había que ganarse el pan todos los días, había que salir a hacer la diaria para pagar la pensión y la comida. Siempre con la idea de volver. Cuando terminé en el exilio tenía 39 años, es difícil readaptarse la vida en otro país a esa edad, siempre pensaba en el regreso que se dio el 14 de marzo del ’84”.

Por otro lado, en relación al avance de discursos negacioncitas o reivindicatorios del terrorismo de Estado opinó que “parece mentira lo que está resurgiendo hoy día, falta mucha memoria, mucha verdad y mucha justicia. Realmente es impactante escuchar lo que uno escucha, pensaba que no se iba a dar esta resurrección, no son loquitos sueltos, es la verdadera cara del fascismo local desarrollado por gente consciente, hay un plan de nuevo. Así como en el ’76 hubo un plan sistemático de accionar de las fuerzas militares contra lo que consideraban subversión o hasta los no comprometidos, con los que no querían participar, querían arrasar con todo eso, ahora se está dando una situación que intenta que la sociedad argentina vuelva a reconsiderar los valores del ’76”.

Una bitácora para la memoria

Gustavo Monforte prestó declaración cinco veces en causas judiciales por delitos de lesa humanidad. La última fue hace menos de un mes en la Megacausa. Fue conscripto durante el ’76 y se acercó a la Fiscalía en 2012 por una convocatoria en medios de comunicación donde buscaban colimbas que tuvieron información sobre lo ocurrido durante la dictadura.

“Para mí es el cierre de una etapa que no sabía cómo resolverla. Desde el 2012, cuando vine a dar el primer testimonio a ahora, recién puedo cerrarlo”, dijo a FM De la Calle.

En el ’76 Monforte tenía 20 años. “Había venido a hacer la revisión médica como parte de lo que era Tandil. Mi viejo había sido suboficial de reserva, me había dicho que me iba a hacer hombre pasar al servicio militar. No aprendí nada más que a robar. Cada vez que volvía al pueblo le contaba y mi padre no me creía lo que había pasado. En los ’80 empecé a anotar todo lo que me acordaba. ‘Recuerdos del pasado’, una bitácora donde anotaba lo que me acordaba y eso me ayudó a reconstruir parte de lo que había vivido. Pasé 14 meses de mi vida acá adentro”.

“No podías hablar con nadie, el riesgo de ser represaliado era día a día, así que era un buen soldado. Vi detenidos. Los chicos estaban torturados y venían de La Escuelita. Eran todos chicos muy chicos para mí, 16, 17 años. Cuando les pregunté por el lugar uno dijo ‘la Carrindanga’ y ahí pensé en La Escuelita. El lugar era un chupadero, sabíamos que ahí se torturaba, después se empezó a nombrar como La Escuelita. Ahí desde el puesto de guardia vi una carpa que decía RIM 26 y con los años pasé por Tandil y vi un cartel que decía Regimiento de Infantería de Montaña 26”, contó Monforte.

Inspección a la Departamental

El miércoles se realizó la recorrida por las instalaciones del predio policial ubicado en Alem al 800 solicitada por el imputado Claudio Kussman.

“Fue bastante descriptivo, solo hubo alguna cuestión sobre escaleras, él decía que no estaban, después estaban. Varios testigos nombran a esa escalera por la que subían al Comando Radioeléctrico, al primer piso y al despacho de uno de los jefes, son escaleras originales que están”, dijo a FM De la Calle Alejandra García, abogada querellante por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires.

Solicitaron que, “como la prensa no estaba, se tuviera cuidado porque Kussman se pone cámaras ocultas y lo publica en su diario y nos escracha a todos. Se lo ha intimado que no lo haga”.

“Es muy difícil seguir la estrategia porque varía y nada tiene que ver con el objeto procesal, hay varios hechos con imputados concretos que ocurrieron aquí y esas personas están desaparecidas”, contó García.

Por su parte, Anahí Junquera, querellante por H.I.J.O.S., dijo que “él mostraba cómo había sido en aquel momento y ahora, porque con el paso del tiempo tiene alguna modificación. Hay relatos de víctimas que estuvieron acá y que lo señalan como que estaba aquí, eso es lo que tenemos que ver por el lado de la imputación”.

En relación al rol de Kussman, García explicó que se dedicaba al “servicio de calle e inteligencia, hacía información y era parte de una patota de calle, está implicado en el asesinato y la posterior desaparición del cuerpo de Daniel Bombara junto con Noel y la cúpula de la policía, trabajaba la DIPPBA e inteligencia. Condenas no tienen ninguna, es el primer juicio donde está imputado y podemos llegar a tener una condena”.

Noticias relacionadas