Juan Carlos González

En el año 1976 la víctima trabajaba en la Petroquímica de Bahía Blanca y vivía con su familia en calle Berutti de esta ciudad. Aquel año, GONZÁLEZ cambió de empleo, pasando a prestar servicio de una empresa denominada PROFICO con sede en la ciudad de La Plata, siendo trasladado a trabajar a la localidad de Tartagal, provincia de Salta.

Entre el 26 y el 27 de noviembre de 1976, cuando la víctima ya no habitaba en la ciudad, sufrió un intento de secuestro, mediante la violenta irrupción de personas de civil en el mencionado domicilio de Berutti, cuando su familia aún se encontraba viviendo en esa finca. En los días posteriores, la morada volvió a ser revisada nuevamente.

Al tomar conocimiento de aquel intento de secuestro, GONZÁLEZ se presentó en la comisaría de Tartagal, quedando privado de la libertad en el acto y permaneciendo desaparecido hasta la actualidad.

Silvia del Carmen ABARZUA YAÑEZ –esposa de la víctima– realizó numerosas gestiones para dar con su paradero, obteniendo respuesta negativa en todas las dependencias visitadas.

Los elementos probatorios reunidos brindan certeza en cuanto a que la persecución de la víctima y la fijación del blanco fueron desarrollados por los órganos de inteligencia de la Subzona 51 y que la orden de secuestro emanó de la autoridades de esa jurisdicción militar, toda vez que –como se ha descripto– el procedimiento de captura se ejecutó, en primer lugar, en esta ciudad, en el domicilio en donde esas autoridades tenían localizado a la víctima y de donde ésta última se había ausentado de manera reciente.

En abono de lo dicho, se orientan los testimonios de ABARZUA, en donde refiere a la participación de Juan Carlos GONZÁLEZ en protestas realizadas por el asesinato de un compañero de trabajo de la petroquímica: “Los obreros levantaron la petroquímica, por reclamos laborales. En esa oportunidad, la policía le dijo que lo iban a limpiar. Él les dijo: vayan y límpienme, pero yo les voy a volar cuatro o cinco. Me parece que fue la policía federal. Me dijo que la petroquímica estaba llena de milicos y de gente que había venido de otros lugares. Además de estos reclamos, estaban protestando por el asesinato de un compañero. Me dijo que habían encontrado muerto en la carrindanga a un compañero suyo. En definitiva, hubo una revuelta en la petroquímica, en la que él participó”.

En esa oportunidad, describió el despliegue utilizado en los operativos en el domicilio de calle Berutti, con interrogatorio a vecinos y plantación de armas.

Cabe agregar que en el testimonio realizado ante la CONADEP , la testigo señaló que durante aquel operativo quitaron una fotografía de su esposo e interrogaron sobre su paradero en la provincia de Salta.

Tales son las premisas sobre las cuales le sustentan las imputaciones que por el presente se formulan sobre los responsables de dicha actividad criminal de persecución, llevada a cabo en la ciudad de Bahía Blanca como antesala de su secuestro.

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