“La estrategia municipal genera una nueva modalidad de vulnerabilidad”
El equipo del Servicio de Trabajo Social del Hospital Penna difundió una carta abierta “a quienes toman decisiones sobre la salud integral de las personas en Bahía Blanca” para advertir que la estrategia municipal de asistencia social ante la crisis agudizada por las medidas preventivas del coronavirus “no responde en lo inmediato a la urgencia que supone no tener acceso a alimentos, sino más bien genera una nueva modalidad de vulnerabilidad”.
“Ante esta situación desesperante, lxs sujetxs comienzan a circular por las distintas instituciones en busca de una respuesta concreta. Esto induce al incumplimiento de las medidas de restricción de la circulación y aislamiento obligatorio establecidas por el gobierno nacional”.
Informan que han remitido “mails -como intervención profesional- con los datos de las personas que, con urgencia necesitaban alimentos y hemos confirmado que, en su gran mayoría la ayuda no llegó y quienes recibieron un bolsón, se trata de una cantidad de alimentos insuficientes en relación al número de integrantes del grupo familiar. Por lo tanto estamos en condiciones de afirmar que la estrategia propuesta – además de ir en contra del cuidado colectivo- no representa una respuesta eficaz y adecuada a las necesidades actuales y reales de las personas”.
Desde el Servicio de Trabajo Social sostienen que “en tiempos donde parece que sólo importa el COVID 19, las personas ‘se atreven’ a venir, llamarnos o mensajearnos para relatarnos qué les sucede en cuanto a sus necesidades alimentarias y las respuestas brindadas por entes oficiales locales hasta el momento, luego de 8 días de cuarentena”.
“La respuesta de contingencia organizada por el municipio está centrada en la respuesta histórica frente a la emergencia alimentaria: la entrega de bolsones de mercaderías con la variante de haber cerrado las Delegaciones Municipales barriales, lugares donde se respondía a estas demandas. En tiempos de COVID19, las personas que solicitan alimentos – porque, como nos dicen/escriben, ‘no tienen para comer’, ‘hace 2 días que no comemos’, ‘ahora mi familia se agrandó porque está mi suegra también’, ‘no puedo salir a hacer changas’- deben escribir un mail a [email protected] o también comunicarse con el comedor, merendero o institución más cercano a su casa con la promesa de que les llegará la ayuda dentro de las 48 hs siguientes”.
“Consideramos que esta forma de operativizar las respuestas a necesidades urgentes parte de un obstáculo para acceder al recurso: la mayoría de las personas beneficiarias de las políticas sociales se encuentra en situación de vulnerabilidad socio-económica y no cuenta con los recursos materiales y/o simbólicos necesarios. Concretamente nos referimos al acceso a servicio de electricidad, dispositivos electrónicos, servicio de internet como al manejo de una cuenta de correo electrónico para poder solicitar la asistencia alimentaria propuesta”, escribieron.
El texto fue enviado a las autoridades del Hospital y a la Secretaría de Salud Municipal y pone de manifiesto que las vías alternativas al mail chocan con el “colapso de llamados telefónicos” de las pocas unidades sanitarias e instituciones del sistema de salud que se mantienen abiertas y la incapacidad de respuesta virtual de comedores y merenderos.
“Lo expuesto anteriormente nos preocupa y ocupa en la medida en que, si bien se intenta proteger la salud de la población a través de las medidas establecidas para evitar la propagación del virus, se está descuidando una parte fundamental de la salud que es el acceso a recursos alimentarios. Pensemos que la exposición al posible contagio aumentaría la morbi-mortalidad de un sector de la población- históricamente más vulnerable- pero también consideremos que pasar hambre y no poder comer durante días implicaría similares condiciones”.
“Se vuelve imperiosamente necesario repensar y redefinir la modalidad de acceso a los recursos garantizando el derecho a la salud, entendida ésta de manera integral y en concordancia con el acceso a otros derechos que las instituciones hemos dividido/separado: vivienda, ayuda social, educación”, concluyeron.