“La gente tiene hambre”: en dos meses el Municipio envió un bolsón y medio de alimentos por familia
La Mesa Noroeste Covid 19 informó que el Municipio destinó, durante los dos primeros meses de aislamiento obligatorio, una bolsa y media de entre seis y nueve productos alimenticios por familia.
“Como mucho y estirándolo alcanza para una semana”, dijo a FM De la Calle el párroco de La Piedad, Héctor Arismende. Las entregas pueden incluir leche, aceite, arroz, lentejas, paté, puré de tomate, harina, polenta, fideos, cacao o azúcar.
El sacerdote detalló cómo atienden la urgencia alimentaria, qué condiciones sanitarias existen en los barrios y compartió su mirada respecto al reemplazo de Martín Aguirre por Ignacio Caspe en la Delegación Municipal.
Arismende comentó que, “en primer lugar, la gente lo que reclama es la posibilidad de trabajar. Hay gente que nunca ha pedido ayuda de ningún tipo y en este tiempo tuvo que salir a pedir porque no pudo trabajar. Por otro lado, la pobreza estructural de los barrios, con esta situación de cuarentena, se hace sentir más fuerte y por eso deriva en la emergencia alimentaria. La gente tiene hambre. Esto requiere una respuesta pronta”.
Explicó que para organizar la distribución de bolsones dividieron el barrio en diez zonas con un/a referente de la mesa barrial en cada lugar.
“Hay un agente de salud de la Unidad Sanitaria en la Delegación y con un grupo de voluntarios organizaban capacitaciones para las personas que estaba distribuyendo viandas o en los comedores o haciendo ollas populares para evitar que se transformen en un foco de contagio. También la vacunación de estas personas”, relató.
Destacó que “sigue habiendo urgencia , se va intentando responder de otra manera, si bien bajaron la cantidad de bolsas que envían se fue ayudando a comedores y merenderos para que se hicieran viandas y puntos de comida caliente. Ya hay más familias que retiran la comida de estos lugares dos o tres veces por semana. En Maldonado y Costa Blanca iniciamos esta iniciativa, eran barrios que no estaban recibiendo atención”.
Condiciones sanitarias
“Creemos que no están dadas las condiciones (ante un brote) es una preocupación, hay barrios donde no llega el agua o llega escasamente y es una de las cuestiones fundamentales para la higiene. El aislamiento se cumple territorialmente más que en la casa. Tenemos casas muy precarias, muy pequeñas para contener todo el tiempo, todo el día, a familias de 5 o 6 integrantes. No hay posibilidad de aislamiento de personas que tuvieran un brote”.
El sacerdote manifestó la preocupación de las organizaciones ante el brote de contagios en el geriátrico clandestino de Avellaneda al 700. “Está en la entrada a Noroeste”.
Arismende comentó que la intensión es poner a disposición un centro de aislamiento en la parroquia. “Tomamos contacto con Región Sanitaria, con la Secretaría de Salud y de Gobierno y lo hemos puesto a disposición. Tenemos lugar para 10 personas con camas del Ejército, un protocolo realizado por especialistas de epidemiología, que está pensado para responder a la necesidad de la gente los barrios, llegado el caso que no haya lugar en las clínicas”.
“En el medio de la tormenta no se cambia el capitán”
Días atrás se oficializó la salida del delegado Martín Aguirre y la designación de Ignacio Caspe, quien había sido removido de su cargo como subsecretario de Políticas Sociales ante una denuncia por abuso sexual. La fiscal Marina Lara archivó la causa por “inexistencia de delito”.
Las organizaciones barriales valoraron el aporte del ex futbolista y lamentaron su apartamiento. “Resaltamos que todo el trabajo se pudo dar gracias a que Martín nos abrió las puertas de la Delegación. Por primera vez pudimos tener contacto directo con el delegado y laburar juntos”, comentó Arismende.
Agregó que “de la mesa participamos la iglesia, la CCC, concejales de Frente de Todos, de Cambiemos, referentes barriales. No cualquiera sienta a toda esta gente a dialogar y, por otro lado, es la única experiencia, es la única delegación que organizó una mesa y que no pasó todo por el delegado. Por eso nos llama la atención este cambio, en el medio de la tormenta no se cambia el capitán”.
“Durante estos dos meses, varias veces se ha recibido en la Delegación una cantidad de bolsas y, por otro lado, otro agentes, punteros o personas ligadas a gente de la Secretaría de Políticas Sociales ha venido a repartir bolsones. No todo lo que se repartió ha sido por la Delegación. Hubo otros canales y nosotros nos enteramos en el camino. Podría decirte, a título personal, que hay situaciones hasta de ninguneo al delegado, cuando llegaron los bolsones, me los trajeron a mí y no al delegado. Esta situación es llamativa”.
Respecto a Caspe, dijo que “estuvo participando en algunas reuniones que habíamos tenido. Preguntamos y nos dijo que había algún envío de Políticas Sociales y no supo decirnos si era empleado o qué. Era un poco el que coordinaba la bajada de recursos”.