Los libros de Hugo Cañón están en la biblioteca Macedonio Fernández
La Biblioteca Macedonio Fernández de Villa Ventana recibió alrededor de 700 libros que pertenecían al ex fiscal general de Bahía Blanca, Hugo Cañón, fallecido en un accidente de tránsito en 2016. Su familia reunió los volúmenes y los donó a esta biblioteca de la cual era socio y donde concurría asiduamente.
La bibliotecaria Amalia Bernat comentó en FM De la Calle el homenaje realizado el 14 de abril para “mostrar otras facetas más allá de la pública trayectoria que todos conocemos. Hugo además de ser socio de la Macedonio tenía su casa de fin de semana, un lugar al que acudía y que quería muchísimo. Fue creando lazos y vínculos, en la biblioteca lo tuvimos en muchísimas oportunidades brindando conferencias, charlas, trayendo a otras personas”.
“Su familia en un acto de mucha generosidad donó los libros que estaban en Bahía Blanca y en Villa Ventana; después, Fabián Gauna mandó desde Buenos Aires los libros de su biblioteca personal. Es un material sumamente rico que lo podemos dividir en dos partes: Hugo lector por placer y su lectura en base a derechos humanos, política e historia. Estamos muy agradecidos, orgullosos y con una gran responsabilidad del cuidado de este patrimonio”, comentó Bernat.
Sobre la muestra/homenaje mencionó que “tenía una mesa de libros dedicados por Mirta Colángelo para Hugo –sus dedicatorias son una belleza y un homenaje más–. Otro sector era de libros especialmente dedicados, desde Baltasar Garzón hasta Alicia Partnoy (autora de La Escuelita). Cuando me toca recibir los libros, lo más importante y conmovedor fue recordar haber hablado de poetas que llegaban a Hugo de la mano de Mirta Colángelo, una persona que queremos muchísimo en el ámbito cultural de la región”.
“Los textos tenían marcas, la mayoría están intervenidos. Él los que eran de estudio los subrayaba, marcaba, tenía anotaciones. Otros simplemente tenían señaladores, marquitas, eso que haces como lector cuando realmente lo haces tuyo al libro. Los libros hablan del carácter y la personalidad de una persona y fue muy hermoso compartir en ese grupo que estaba homenajeándolo esa tarde del 14 de abril los textos elegidos por él”, comentó.
Los libros de poesía, novelas, ensayos, cuentos, fueron ordenados en el sector correspondiente de la biblioteca, “la diferencia es que tienen una etiqueta que dice “Biblioteca Dr. Hugo Cañón”. En cuanto a los textos sobre derechos humanos, política, historia, tienen “un anaquel dedicado exclusivamente”.
“Es realmente un trabajo conmovedor porque seguimos ingresando los libros. Eso quisimos compartir además de material fotográfico –Hugo como gran curioso le encantaba la fotografía y viajar–. El día de la muestra había “cosas graciosas” dispuestas en paneles: “billetes, cartitas, plumas -de Mirta Colángelo- (porque los libros de Mirta estaban siempre con plumitas y pétalos como adornaba ella sus cajitas)”.