Megacausa Zona 5: alegan sobre el rol de cada represor

En la audiencia 101 la Unidad Fiscal de Lesa Humanidad inició con la descripción de las funciones de cada imputado dentro del plan represivo desplegado en Bahía Blanca durante la última dictadura.

“Queda acreditado que Brunello no solo actuó al mando de toda la actividad de la unidad para el secuestro de las víctimas sino que, además, garantizó la custodia de estas personas secuestradas durante el cautiverio en el Batallón 181”, dijo el fiscal Pablo Fermento.

Roberto Carlos Brunello estuvo prófugo desde el 2013 hasta el 2021, era el jefe de la Compañía Combate “My Keller” del Batallón de Comunicaciones 181, la cual tenía a su cargo la ejecución de los operativos de secuestro llevados a cabo por esa unidad. Se lo juzga, entre otros hechos, por abusos sexuales e intentos de violación a una víctima en las instalaciones del Batallón. El acusado es uno de los pocos que sigue el juicio desde la prisión efectiva en Campo de Mayo.

Alejandro Lawless el 17 de marzo de 1976 asumió la jefatura de la Compañía Comunicaciones y Comando hasta el 27 de enero de 1977.

El imputado fue uno de los eslabones imprescindibles de la cadena de mando. La Unidad en la que se desempeñaba constituía el instrumento operacional del Área 511 para la ejecución de operativos de secuestros y que aseguraba el cautiverio de víctimas en las propias instalaciones del Batallón de Comunicaciones.

Es la tercera causa en la cual se lo juzga a Lawless. “Ha quedado probado que durante 1976 aseguró los requerimientos operacionales y para la custodia de los secuestrados necesarios para el cumplimiento del plan sistemático criminal en complementación de la compañía My. Keller”.

Sobre el represor Alberto Rey Pardellas, Paula Molini dijo que “garantizó el cumplimiento del plan criminal en los operativos de secuestro realizados por el Batallón para los cuales la unidad se movilizaba con todas sus compañías”.

Rey Pardellas constituyó la máxima autoridad de una de las subunidades que componían el Batallón de Comunicaciones Comando 181 desde 1975 en adelante.

“Pues bien, al respecto es preciso contestar con toda claridad que cada uno de los llamados ‘nietos recuperados’ demuestra dos cosas. Primero, el sentido humanitario de quienes provocaron como propios a los hijos de terroristas –que, dicho de paso, eran pavorosos padres–, suponiendo además que de esa forma se evitaría que crecieran odiando como odiaban sus padres. Pero se ha comprobado, no todos, que muchos de estos, al igual que sus padres, tienen la sangre maldita”, dijo Rey Pardellas durante la audiencia del 15 de febrero pasado.

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