Megacausa Zona 5: declaró Adalberti y el tribunal rechazó nuevas imputaciones

Durante la audiencia 65 amplió su indagatoria el médico Humberto Adalberti, imputado por “asistir” a las personas cautivas en el CCDyT La Escuelita. Por otra parte, el Tribunal no hizo lugar a la ampliación de la acusación solicitada por la querella.

“He visto cada sesión de este juicio. No he estado nunca en La Escuelita ni en ningún otro centro de detención mientras estuve en el Hospital Militar. Lo he dicho antes y lo ratifico en esta ocasión. Ninguna de las personas que ha sido presentada como víctima me ha visto o citado, reafirmo que no he tenido nada que ver con ninguno de los hechos que aquí se investigan ni los que se mencionan como de lesa humanidad. Y tampoco, con estos últimos casos de menores secuestrados o supuestos abusos sexuales. Jamás vi o supe nada de eso”, declaró el imputado.

Agregó que “desde que se iniciaron estos juicios, muchos de los que fueron llamados por la justicia han muerto, también víctimas y testigos. Del tiempo en el que dejé el Ejército, a principios de 1977, han pasado más de 40 años y más de 20 de que fuera citado como testigo en el llamado Juicio por la Verdad en Bahía. Desde un principio noté que se buscaba responsabilizar a médicos del Hospital Militar que estuvieron destinados en aquella época, pero el único que permaneció en Bahía, que sigue vivo y que ha tenido una intensa actividad, he sido yo que estoy aquí sentado”.

El médico Daniel Osvaldo Fonti testificó en la causa Bayón en 2011 y afirmó que “Streich, Adalberti y el sargento ayudante Bonini” eran los que tenían acceso a ese centro clandestino de detención y torturas.

El represor Julián Oscar Corres en los Juicios por la Verdad mencionó que los médicos que iban a La Escuelita eran solo dos, que eran militares y capitanes, grado que detentaba el imputado Adalberti a quien identificó por sus características físicas.

En la audiencia 62 declaró Lautaro José Jiménez Corbalán, quien ostenta rango superior dentro de las fuerzas. Se explayó sobre la cadena de mando dentro del Ejército y utilizó términos negacionistas como “subversivos y terroristas”. A una pregunta del querellante Sebastián Metz, de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia, Adalberti acotó: “zurdito viejo”.

Luego de la declaración de Adalberti, testificaron los ex colimbas Daniel Alberto Promenzio y Raúl Eduardo Kuhn, convocados por la defensa oficial a cargo de Gustavo Rodríguez. Ambos explicaron su rol dentro de la fuerza como conscriptos y mencionaron no haber participado o visto operativos de secuestro de personas ni tampoco tener conocimiento sobre el funcionamiento de centros clandestinos en el predio del V Cuerpo del Ejército.

Posteriormente se reprodujeron los testimonios de causas anteriores. En primer lugar se escuchó la palabra de Rodolfo Maisonave quién declaró en 2013. El testigo militó en centros estudiantiles hasta fines de los sesenta, tuvo militancia gremial y partidaria en el Peronismo de Base. El 6 de julio de 1977 fue secuestrado junto a su esposa Ana María Germani y su hija de un año y cinco meses.

El TOF no aceptó la ampliación de la acusación

Por unanimidad, el Tribunal Oral Federal resolvió no hacer lugar al pedido de ampliación de la acusación solicitado por la querella de H.I.J.O.S. y la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación con el acompañamiento de su par provincial y la Fiscalía.

El planteo había sido realizado sobre dos ejes: considerar víctimas a hijos e hijas de personas detenidas que presenciaron o sufrieron secuestros, detenciones y allanamientos y, por otro lado, 8 casos de delitos sexuales.

“En este proceso se están ventilando hechos acaecidos hace más de 4 décadas atrás y las circunstancias han sido detalladas en el requerimiento de elevación a juicio. En este orden, estamos convencidos que los hechos narrados por la querella y por el representante del Ministerio Público Fiscal no son meras circunstancias agravantes de la calificación legal que emergieron de la prueba, aquí se produce un desagregado de la cuestión pues se advierte que por un lado se argumenta la importancia de velar por estas personas como nuevas víctimas pero al la vez se las relativiza al subsumirlas como meras circunstancias del hecho principal denominado caso en la cual se las habría mencionado, dejando así una doble vara en vista de la contradicción que no puede ser subsumida por el Tribunal”, dijo el presidente del TOF, Ernesto Sebastián.

El magistrado agregó: “Advertimos que los sucesos que ahora se pretenden introducir por la querella no encuentran adecuación en los supuestos contemplados ni jurídica ni fácticamente, con ello estamos afirmando que no se trata  de delitos continuados que se suman a los ya juzgados, ni de agravantes que se hayan ventilado en la ampliación de la declaración del imputado o del debate”.

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