¿Qué aportan las empresas del polo petroquímico a la ciudad?
Gisela Caputo es la flamante presidenta del Concejo Deliberante de Bahía Blanca, visitó el estudio Heinrich y Loyola de FM De la Calle para dialogar sobre la relación entre el Municipio y el polo petroquímico y el reciente debate sobre el cobro de una tasa extraordinaria a dichas empresas. Además, opinó acerca de la reforma laboral.
Caputo cuestionó la forma en que se planteó la propuesta de sobretasa a las empresas del sector y defendió la necesidad de acuerdos institucionales que contemplen el peso económico histórico de estas industrias en la ciudad.
Planteó que el debate se dio de manera intempestiva y sin los consensos necesarios. Según explicó, el anuncio impactó con fuerza tanto en las empresas como en el arco político local porque no estuvo precedido por una instancia de diálogo que permitiera ordenar la discusión.
Apeló a experiencias previas, como el debate a raíz del temporal de viento en el 2023, cuando “existieron conversaciones donde las propias empresas plantearon la necesidad de que los aportes fueran institucionales, con respaldo administrativo y económico, para dejar registro formal de las contribuciones”. En ese marco, consideró que la propuesta actual podría haberse dado de otro modo, con mayor previsibilidad.
La presidenta del Concejo Deliberante sostuvo que el pedido a las empresas del sector no era en sí mismo irrazonable. Señaló que se trata de un grupo reducido de compañías pertenecientes a una industria muy específica, con fuerte impacto estructural en la economía local y remarcó que las industrias químicas y petroquímicas no se instalan en cualquier ciudad y que Bahía Blanca lleva décadas de convivencia con el polo, atravesando procesos complejos de habilitación, debates ambientales y participación de vecinos, profesionales y representantes políticos.
En ese sentido, cuestionó los discursos alarmistas que advertían sobre una eventual retirada masiva de inversiones ante la discusión por la sobretasa.
Caputo vinculó de manera directa la discusión sobre el aporte del polo con el estado general de la ciudad. Para la funcionaria, el debate no puede reducirse a una puja entre Municipio y empresas, sino que debe pensarse en clave de desarrollo urbano y económico y agregó que “claramente tampoco van a venir inversiones si la ciudad está como está, porque quién quisiera invertir en Bahía Blanca si tenemos todas las calles rotas, destrozadas, no hay trabajo, la situación medioambiental es delicada. Es todo un combo, ¿por qué alguien quisiera venir a instalarse acá? Hay que generar también un clima de una ciudad un poco más amigable para las inversiones”.
En síntesis, defendió la decisión de que el aporte de las empresas del polo se instrumente como un fondo específico y no como una tasa general. Explicó que el objetivo es evitar que los recursos se diluyan en gastos corrientes del Estado y garantizar que se traduzcan en obras concretas.
Defensa de la reforma laboral
Consultada sobre la reforma laboral, consideró “que es muy bueno que en la Argentina estemos dando estas discusiones. Es una ley laboral que existe desde el año 70, era otra Argentina, entonces es muy necesario que la demos a discusión”.
En cuanto a las modificaciones que implicaría para los sindicatos dijo: “Yo vengo de un partido, empecé a militar en el radicalismo. Así que tengo una idea de los sindicatos, que son esos espacios de defensa del trabajador. Yo no estoy en contra de la sindicalización, ahora, lo que pasó en la Argentina en estos últimos 30 o 40 años de democracia, es que vimos que los sindicalistas, las cabezas de los sindicatos, se enriquecieron a costa de perjudicar a los trabajadores. Eso creo que justamente hace que hoy estemos discutiendo muchas cosas y hay que estar muy atentos”.






