Rosa Caballín: otro femicidio en Bahía
El martes 17 de julio ocurrió en Bahía Blanca un nuevo femicidio. Aída Rosa Caballín de 42 años fue encontrada en un descampado aledaño al barrio Los Chañares, luego de ser estrangulada con una soga.
Rosa Caballín es ahora una de las tantas víctimas de las redes de prostitución y proxenetas que profundizan y extreman las condiciones de pobreza y vulnerabilidad que sufren muchas mujeres, travas y trans en nuestro país.
El fiscal de la UFIJ 5, Jorge Viego, está a cargo de la causa caratulada como “homicidio calificado por mediar violencia de género” la cual tiene como principal sospechoso a Diego Hernán Rogero, alojado en la Comisaría de Carmen de Patagones luego de haberse negado a declarar por recomendación del defensor oficial, Germán Kielf.
La acusación de Rogero se produjo luego de la recopilación de imágenes provenientes de cámaras privadas y del Centro Único de Monitoreo que lo señalaban subiendo a su camioneta a la víctima. Además, las huellas del vehículo coincidieron con aquellas halladas donde Rosa Caballín fue encontrada.
A menos de un día de haberse conocido el femicidio un conjunto de organizaciones de mujeres y feministas brindaron una conferencia de prensa para pedir por el esclarecimiento del caso.
“No queremos hacer uso y abuso de la palabra víctima, pero la verdad es que la historia de Rosa es muy triste. Con este desenlace que tenemos, es la cuarta mujer asesinada en Bahía Blanca, que se suma a todos estos casos donde esperamos que no sea una caso más impune”, expresó Verónica Bajo de Acciones Feministas a FM De la Calle.
La Fiscalía tiene 15 días desde el momento de la detención, más otros 15 prorrogables, para solicitar la prisión preventiva y luego avanzar a la elevación a juicio, mientras tanto se les tomará declaración a otros/as testigos. La principal hipótesis que maneja esta unidad judicial es que Rosa fue asesinada dentro del rodado para luego ser abandonada en el lugar donde fue hallada.
Para Verónica Bajo la violencia en los cuerpos de las mujeres “no es solo el hecho en sí mismo sino que va cargado de un simbolismo; el de los cuerpos descartados, los cuerpos masacrados, los cuerpos desmembrados, ya sea en un contenedor de basura, en un poso de agua o en una vera de un camino vecinal, como es el caso de este último femicidio”.
“Este es un mensaje que lleva implícito, nosotras decimos, un terrorismo machista. Además del tratamiento mediático que ha sido bastante lamentable, principalmente en algunos medios de comunicación y también las expresiones vertidas por el fiscal el primer día, haciendo asociaciones sobre los efectos personales que Rosa tenía en la cartera, vinculándola con ciertas actividades… la verdad que han sido muy desafortunadas esas expresiones del fiscal”.