Se agrava la situación del comercio

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Según el titular de la Cámara del Comercio, Martín Garmendia, Héctor Gay “no desconoce la situación del comercio porque basta con caminar por el macro y micro centro o por los centros barriales” para observar “qué cantidad de negocios hay en alquiler, algunos cerrados definitivamente”.

Buscaron “poner la pelota en la cancha del intendente” para que el funcionario defina “qué puede hacer por el comercio que durante tanto tiempo dio trabajo a muchísimas familias de Bahía Blanca”. De esta forma, más allá de las notas que han acercado con reclamos o pedidos concretos, desde la institución decidieron escuchar qué propuestas podría bajar el ejecutivo.

Solicitan medidas con foco en “los comercios que van a quedar en el camino” porque “esto no termina aquí, se está agravando” la situación del sector.

Ampliar la cantidad de boxes de estacionamiento, liberar las calles donde “nadie estaciona y está dentro del perímetro de los parquímetros”, evaluar el horario de cierre del sistema pago a partir de las 18 y el control de la “venta ilegal”, fueron parte de los temas conversados.

En sus discursos institucionales, el jefe comunal insiste en la idea de que el padecimiento del sector no se debería tanto a las decisiones macro económicas del gobierno de Cambiemos sino a las “ventas online”. Según Garmendia, si bien “tiene razón en cuanto a las tendencias”, advierte que ya hay una inversión para que los comercios locales también tengan la opción de venta por internet. “Tiene un costo para los comercios. Y ¿qué vamos a hacer entonces? ¿Cerramos nuestros negocios y nos encerramos a vender online?”.

Como dato de época, el dirigente expuso que, en la actualidad, hay quienes visitan stands comerciales como un paseo, sin capacidad de compra.

Como compromiso del encuentro, tienen “la promesa de volver a encontrarnos en 30 días para ver esta ordenanza sobre los Showrooms. Hoy cualquiera habilita el living de su casa y en algunos casos le pone estanterías y vende. Esto no es controlado y no hay legislación. No estamos en contra de que cada uno se las pueda rebuscar como pueda para pasar el día. Pero estamos exigiendo los controles mínimos. Estos showrooms se habilitan en un edificio donde nadie controla el peligro que significa la entrada y salida de gente. Los propios reglamentos de consorcios no lo permiten”.

En tanto, el pedido de combate de la llamada “venta ilegal”, es decir, la venta ambulante de sectores sociales excluidos, parece una pelea por las migajas de un modelo social expulsivo. Para finalizar, Garmendia explicó que “no estamos en una situación de pobres contra pobres”, que entienden “la necesidad de la gente que pone la mesa y que seguramente quisiera trabajar en otras condiciones”. Propone resolver la situación “con laburo formal” pero advierte que “los costos laborales, impositivos, las tarifas y los alquileres hacen casi improbable que en este momento alguien esté pensando en tomar personal”.