Sequía: “Zonas que nunca han tenido problemas han sido severamente castigadas”
Para el primer trimestre del año hay un 50% de probabilidad de que se mantenga el fenómeno La Niña, según prevé el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Carlos Sotelo, licenciado en Ciencias de la Atmósfera, conversó con FM De la Calle acerca de la falta de precipitaciones que azota al suelo argentino.
“La gran parte de la zona productiva de Argentina, que sería el sur de Córdoba, el sur de Santa Fe, el norte de la provincia de Buenos Aires, La Pampa y parte de Entre Ríos -que es la zona que produce no solo más cantidad sino calidad- ha estado muy castigada con la ausencia de precipitación”, aseguró el especialista.
En este sentido, analizó que “como venimos con un fenómeno similar de años anteriores comienza a ser cada vez más preocupante”.
Según Sotelo, las últimas lluvias de importancia se dieron tanto el 25 de mayo como el 28 de septiembre de 2022 y la ausencia se hizo evidente hacia finales de año. Ese aspecto no mejoraría para los comienzos del corriente.
Actualmente crece “la preocupación por el tema de la producción agrícola, esperamos que la situación se normalice a mediados de febrero cuando la mayoría de los índices de circulación comienzan a mostrar que vamos dando por finalizada esa sequía extendida de tres años”.
El año pasado, según reportes del SNM, fue un 12,8% más seco que el promedio por lo que se posicionó como uno de los 14 años más secos desde 1961 en el país.
Como consecuencia del fenómeno climático presente por 3 períodos anuales consecutivos, el periodo 2020/2022 repercutió fuertemente en los cultivos, particularmente en la zona núcleo y región central.
¿Qué pasa en Bahía Blanca y la zona?
“Si nos centramos en Bahía Blanca o la región sudoeste, hemos tenido el año pasado una merma anual de la precipitación respecto a los valores históricos pero no ha sido significativa”, refirió el licenciado.
El sudoeste bonaerense, explicó Sotelo, está dividido en tres regiones. La mayor parte del territorio que es semiárido, es decir, siempre tiene problemas con la precipitación y todos los años antes de producir los productores se preguntan cuánto lloverá.
Además está la zona núcleo de Argentina, “que no se pregunta eso, siempre saben que llueve. En esos casos esa ausencia de precipitación hizo que se tomaran medidas a las cuales no están acostumbrados”.
“Hay zonas que nunca han tenido problemas que han sido severamente castigadas”.
Respecto de cuál es la forma de alcanzar una normalización, aseveró que “una lluvia importante no cambiaría mucho la situación” y que “lo importante es la cantidad de humedad que queda en el suelo, en las capas superficiales”.
Una sola precipitación podría hacer que el suelo se sature, por lo que no es recomendable.