Software libre: ¿en qué libertades se basa?
Alejandro Stankevicius, profesor del Departarmento de Ciencias e Ingeniería de la Computación Universidad Nacional del Sur, analizó en el espacio CAPTCHA cuáles son las 4 libertades fundacionales del software libre y por qué terminamos utilizándolo habitualmente sin darnos cuenta.
“Internet corre mayoritariamente sobre software libre, lo tenés en los celulares, lo tenés en los televisores, lo tenés en internet. no podés terminar utilizando software libre”, dijo Stankevicius a FM De la Calle.
El especialista detalló que en inglés software libre se convierte en “free software”, lo que provoca una confusión respecto de su gratuidad y a su vez ocasionó un atraso en el desarrollo de productos de código abierto. De hecho, fue necesaria la aparición de este último término para evitar que se relacione con un programas gratis.
“Son cosas diferentes, los ingleses tenían esa confusión y las empresas de software no son ONG’s, son empresas para ganar plata. (…) Hoy en día hay empresas que cotizan en bolsa, muy amplias multinacionales que su infraestructura corre sobre software libre o que dedican su talento. Las empresas le pagan a sus programadores para que desarrollen software libre”.
Para considerarse libre, un software tiene que satisfacer un conjunto de 4 propiedades: la primera es la libertad de uso del programa; la segunda es la libertad del software asegurando el acceso para estudiar el código fuente, mientras que en tercer término aparece el mandato de compartir el producto y por último, la posibilidad de distribuir la copia mejorada del software.
“Para la gente de computación, la receta de un programa es el código fuente”.
Consultado acerca del origen, Stankevicius destacó que “un muchacho llamado Richard Stallman tuvo una experiencia negativa con una impresora, es gracioso porque es una experiencia que todos hemos atravesado”.
Stallman descubrió que había una funcionalidad que el aparato no tenía y quiso sumarla pero necesitaba el código fuente, por lo que no lo pudo hacer. Tras esa experiencia, comenzó a desarrollar la idea y terminó fundando la Free Software Fundation.
“Él dice si yo hubiera tenido acceso al código fuente no sólo entender cómo hace lo que hace sino corregirlo”.
Cualquier programa que satisfaga estas 4 necesidades “termina siendo gratis. Si vos vas a un restaurante y del plato que pidas vos pedís la receta, vos podés ir a tu casa y hacer exactamente el mismo plato”, explicó. Por lo que al replicar el código fuente, el programa va a salir exactamente igual.
“En general, cuando uno publica un software libre, como el Firefox, vos descargás directamente el ejecutable o podés descargar el código fuente. También tenemos el propio Chrome que es gratis pero no es 100% libre”, añadió.
Según el profesor, en la década del ’80 o ’90, se contrataba a personas llamadas arquitectos de software. “Era muy interesante porque se pensaba que se iba a construir como si fuera una catedral. Se construye con una fase previa. Ese estilo de desarrollo de planear todo y desarrollarlo en etapas, que para un edificio funciona bien, para una catedral funciona bien, para el software no”.
De cara al futuro, apuntó que “se viene lo que se llama la internet de las cosas” y que ya existen cerraduras inteligentes que al llegar a casa con el celular en el bolsillo hacen que se abra la puerta de forma inmediata.
Sin embargo, analizó, para eso es necesario que el hardware sea más barato y que haya un mayor desarrollo del software que no será posible en los próximos años, ya que pese a que se ha incrementado el número de alumnos, año a año se recibe poca cantidad.
“A nivel de todo el país se están recibiendo unos 2 mil profesionales, pero la industria demanda 20 mil”.