Un perro rabioso en el “patio trasero”
“Si bien Argentina se había apartado durante varios años de sus leales socios y amigos, hemos regresado al camino del que no debimos alejarnos”, dijo el Ministro de Defensa, Oscar Aguad, cuando recibió a James “Perro rabioso” Mattis, jefe del Pentágono, en el marco de una serie de visitas que el militar estadounidense realizó en Latinoamérica.
“Las relaciones de Estados Unidos con América del Sur son fundamentales para conseguir que el hemisferio occidental sea un lugar de colaboración, próspero y seguro”, aseguraba parte del comunicado de la comitiva de Mattis.
Sin embargo para Leandro Morgenfeld, profesor de la UBA e investigador del CONICET, estas iniciativas diplomáticas “ratifican la política del gobierno de Macri de subordinar toda la política exterior a los intereses de EEUU en todos los órdenes, no solo en el económico financiero y político, sino también en el orden militar. Esta gira de Mattis tiene que ver con dos cosas fundamentalmente: primero con seguir intentando juntar apoyo regional para desencadenar una posible acción militar contra el gobierno venezolano y segundo, como han dicho explícitamente, tratar de contener la creciente presencia de China”.
Morgenfeld destacó en FM De la Calle la gravedad de la dimensión militar del conflicto de intereses entre EE.UU. y China. “En los últimos años Estados Unidos desplegó una red de bases militares de nuevo tipo por toda la región y desarrolló ahora un centro de operaciones de emergencia, un COE, que es una suerte de mini base en Neuquén, muy cerca del aeropuerto, para contrarrestar la base que China está desplegando también ahí; ellos dicen que es una base científica, que es para prevenir catástrofes naturales, humanitarias, pero ese es el eufemismo que tienen los nuevos tipos de base que EE.UU. quiere sembrar por todo el mundo”. Además el miembro del CONICET, afirmó que este país potencia viene presionando en toda América Latina para limitar “la frontera tan bien trazada en la Argentina entre seguridad y defensa. Es muy grave porque vuelve a posicionar a la Argentina en una línea de subordinación directa con EE.UU.”.
“Lo otro que es preocupante es que EE.UU. ofrece una colaboración militar para la cumbre presidencial del G2O que se va a hacer por primera vez en América del Sur el 30 de noviembre y el 1 de diciembre. Van a estar Donald Trump y los mandatarios de los principales países del mundo en la Argentina durante esos dos días y como ocurre históricamente va haber enormes movilizaciones de repudio a la agenda del G20”. En este sentido, Morgenfeld, adelantó las acciones que se llevarán adelante el 31 de agosto y el 1 de septiembre, cuando comenzarán los encuentros nacionales e internacionales preparatorios de la Semana de Acción Global NO al G20.
“Nos parece muy importante discutir las agendas alternativas a las agendas que quieren imponer las potencias del G20 y el gobierno de Macri; porque la injerencia de EEUU, con sus bases de nuevo tipo, buscan controlar los recursos naturales, hacer inteligencia interna para amenazar a los gobiernos democráticos y para tener una posibilidad de intervención rápida ante cualquier cosa que ellos imaginen que afecta su seguridad nacional. Le quieren poner un freno a lo que ellos consideran su patio trasero, su área de exclusiva influencia y evitar que la región pueda primero avanzar con la estrategia de coordinación política como lo venían haciendo a través de la UNASUR, de la CELAC, del MERCOSUR ampliado y romper esos órganos de integración regional para volver a posicionar a la OEA y volver a posicionar a EE.UU. como un poder militar sin ningún tipo de resistencia en la región. Y lamentablemente el gobierno de Macri, como en otros aspectos, es absolutamente funcional a esta lógica”, finalizó Morgenfeld.