“Van a descubrir por qué Astor Piazzolla es considerado un genio del siglo XX”

(Por Astor Vitali) Acaba de cumplir 84 años y, luego de bajarse del escenario en la anterior función, uno de los músicos que trabaja con él le dijo: “hoy te escuché cantar mejor que en el ´83”. Llega a Bahía Blanca con Piazzolla Inmortal. En diálogo con FM De la Calle, el maestro explica cómo construyó este espectáculo durante el 2020, mientras no se podían llevar adelante actividades presenciales. Pero además, en esta conversación, exploramos sus ideas acerca de la cultura argentina contemporánea, el machismo, el trabajo de la voz como instrumento y la reivindicación del libro como herramienta para la libertad.

“Yo no oculto mi edad porque me siento perfectamente, mucho más joven. Me tendría que preocupar mi estado, pero no me preocupa porque estoy muy bien físicamente, vocalmente y de la mente”, comienza diciendo Raúl Lavié, testigo y protagonista de dos siglos de música argentina en el mundo.

Maestro, en su estilo es capaz de cantar con la voz bien colocada o lograr medias voces y matices muy sutiles. ¿Cómo forjó su estilo Raúl Lavié?

Con trabajo. Yo comencé muy chico mi carrera. No sabía nada de ella, a pesar de que había recibido ciertas nociones. La fui perfeccionando de a poco.

Cuando debuté en Buenos Aires sentía que estaba falto de ejercicio vocal, me cansaba mucho. Entonces busqué ayuda. No la encontraba. Hasta que de pronto me metí en una de esas librerías que tenemos en calle Corrientes, y encontré un libro sobre la mecánica vocal. Empecé a consultarlo: el manejo de la respiración y, si bien yo no conozco como otros profesores la forma de expresarlo, eso me fue mejorando.

Me encerraba en un baño, hacía los ejercicios que marcaba este libro y lo fui aplicando a mi trabajo. Eso solucionó mucho de mi vida activa, ya que yo trabaja hasta las cuatro de la mañana en esa época, dormía y comía muy poco, a deshora, y eso también es pernicioso en contra de la voz. Esta técnica me sirvió muchísimo, la fui aplicando, mecanizando y ahora la domino perfectamente.

Alguna vez, en este país, Astor Piazzolla estuvo en discusión. Usted lo apoyó como cantante desde que lo conoció. Ahora decide llevar adelante Piazzolla Inmortal…

Es un espectáculo que yo armé con mucho cariño, por una necesidad de agradecimiento a lo que me brindó Astor con su amistad y por su forma de encarar la vida musical, en contra de todos los entorpecimientos que le pusieron a su carrera a través de la subestimación de lo que estaba haciendo. Lo tildaron hasta de asesino del tango. Yo fui testigo de agresiones físicas. Y muchas cosa que a él le dolieron, simplemente porque venían de la gente del lugar donde había nacido. A veces eso lo irritaba demasiado. Tenía las reacciones lógicas de aquellos que sienten desplazados, no identificados con la cultura, con la música, de acuerdo a como la sentía él.

Yo tenía que hacer un rescate de su música para la gente que no tuvo la oportunidad de escucharlo o de verlo como yo lo vi durante muchos años, para que vean la importancia y las razones por las cuales en este momento Astor Piazzolla es considerado uno de los genios del siglo XX con respecto a la música y se le están brindando homenajes en todas partes del mundo. No todos lo consiguen. Son muy pocos los que logran el apelativo “genio”. Nosotros tenemos un verdadero genio que se llama Astor Piazzolla, que está difundiendo una música nuestra y reconocido en todo el mundo y en todos los ámbitos. Eso quise rescatar con esto. Mostrar su música a través de dos estilos con los que él desarrolló su música: el quinteto y el octeto. Y, a su vez, las canciones que lo hicieron internacionalmente conocido. Incorporo una pareja de baile para que el espectáculo tenga dinamismo y visualización, con buenas luces. Tiene un éxito tremendo.

No me gusta asumir cierto machismo que tiene el tango.

En la publicidad que anuncia su visita a Bahía Blanca puede escucharse un fragmento de Adiós Nonino. Me gustaría pedirle una referencia de esa gran artista llamada Eladia Blázquez.

Una persona fundamental para el crecimiento de la nueva música, porque siguió los pasos de Astor con un nuevo idioma, una forma de ver distinta, en este caso, aplicó la mirada femenina al tango, que fue siempre tan enemigo del feminismo ya que su trayectoria siempre ha sido discutible al respecto. Yo soy muy cuidadoso, también, en la elección de repertorios; no me gusta asumir cierto machismo que tiene el tango. Trato de tener un repertorio coherente como para no molestar otros sentimientos, otras formas de vida.

Eludía logró precisamente eso, en un mundo de hombres, donde también ella fue combatida por su condición de mujer. Pero era tanto su talento, como el de María Elena Walsh y de muchas otras, que pusieron un gran trabajo a favor de la cultura. Eladia Blázquez fue una de esas grandes creadoras e innovadoras de la música popular, con un trabajo de un buen gusto y de un mensaje directo al corazón.

Yo respeto mucho su repertorio y fui muy amigo de Eladia. Incluso ella misma me llamó cuando terminó de poner la letra a Adiós Nonino me dijo: “Negro, quiero que escuches esto que acabo de terminar”. Fui a su casa inmediatamente. Se sentó al piano y me empezó a cantar. Yo quedé pasmado y con una emoción tremenda. Lo que ella transmitía a través de la palabra, Astor lo transmite a través de su música. Y (Piazzolla) nunca había permitido que tuviera una versión literaria.

Me pidió consejo: “¿qué hago? ¿Le gustará a Astor?” Bueno, tenés que mandárselo, le dije. Astor le contestó que lo había emocionado.

Yo me encargué de cantárselo personalmente cuando Astor estaba recibiendo el premio de ciudadano ilustre de la ciudad de Mar del Plata, en una reunión privada, con la presencia de Eladia y de la madre de Astor. Lo emotivo fue cómo nos abrazamos los tres, al estilo jugadores de rugby cuando se abrazan después del try, ante las lágrimas de la mamá de Astor. Esto fue lo más significativo de la noche, al escuchar lo que la música inspiraba, esta vez con la palabra de Eladia Blázquez.

En la actualidad, con un mercado de la música concentrado y globalizado, suele haber poca valoración de lo propio. Usted ha recorrido el mundo a partir del canto, de la música. ¿Cómo valora la cultura argentina, el país de Borges y de Piazzolla, a partir del contraste con la de otros pueblos?

Nuestro país siempre se ha valorizado por tener exponentes de la cultura en todo sentido, maravillosos, sensibles, cultos. Como el caso de Borges o de otros que son considerados menores como Homero Manzi o como Enrique Cadícamo, que han pintado una aldea con palabras maravillosas y poéticas. Hay figuras literarias maravillosas comparadas con cualquier poeta o escritor del mundo. Nuestros artistas son reconocidos en cualquier parte, detrás de cualquier cultura o idioma porque el arte es uno, no importa el idioma en que se haga.

En este momento, todavía hay ciertas cosas con respecto a la música urbana. Yo creo que la última manifestación hermosa que tuvo la literatura popular, en este caso relacionada con la música ciudadana, fue la Eladia Blázquez…María Elena Walsh y algunas otras figuras. Mantienen esa calidad literaria que tenemos.

Nuestro pueblo ha pasado por tener tipos maravillosos relacionados con la gente que hace música, canciones, obras literarias, teatrales, directores de cine o teatro. Somos muy ricos culturalmente. Tal vez ahora está un poquito… Yo creo que es propio de un cambio cultural que va más allá de lo que sea cultura sino ciudadano, donde nos estábamos olvidando de las buenas costumbres y del buen léxico. Los que tienen la obligación de hacerlo… yo veo las faltas de ortografía, por ejemplo en las redacciones, lo que se publica en diarios, hay ciertas faltas de ortografía que son infantiles. ¡Es propio de la falta de lectura!

Yo dejé la primaria a los doce años y tuve que empezar a trabajar. Pero yo nunca dejé de instruirme a través de los libros. Trabajaba a la mañana. A la tarde tenía libre e iba al colegio donde había hecho los estudios primarios. Me encerraba en la biblioteca porque no tenía posibilidad de comprar libros. Agarraba –lo tengo patente- El tesoro de la juventud, que era una enciclopedia destinada a los chicos, a los adolescentes. Con ella fui instruyéndome.

Luego, continué mi vida leyendo. He leído de todo. Y eso me sirvió para afrontar, con los años, conversaciones con gente importante: yo he conversado con Borges, he tenido la posibilidad de tener una conversación con él y con gente muy importante de todas partes del mundo. Me sirvió porque yo me preparé para eso.

Por eso yo recomiendo a los jóvenes, a mis nietos: lean. Tengo una pequeña biblioteca en mi casa. Tengo la suerte de tener a mis nietos. Cuando vienen, los leen. Tengo a una chiquitita de dos años que lo primero que hace es buscar un libro y me lo trae para que le cuente… Yo participo de eso con los chicos, creo que es fundamental para su crecimiento intelectual y para enfrentar una vida que hoy se les hace fácil con toda la tecnología que tienen y que no la aprovechan. Cuando quiero saber algo entro a google, por ejemplo, consulto y renuevo mis conocimientos.

Estamos atravesando una pandemia, que tuvo-tiene altos costos para el mundo cultural, sobre todo por la imposibilidad del encuentro que implican los conciertos, en el caso de la música. ¿Siente algo especial al volver a los escenarios después de esta situación tan angustiante?

Sí, por supuesto. Pero no sufrí una situación angustiante: me propuse realizar proyectos. He pensado varios, uno de ellos fue Piazzolla Inmortal, que comenzó en plena pandemia .Los 100 años de Astor empezaron en marzo de 2021 y yo empecé a armarlo el año anterior.

Mi idea era mucho más ambiciosa: eran tres días donde presentar su obra total, relacionada con la literatura, la pintura, la cinematografía, su obra clásica. No lo pude hacer, por razones obvias y me dediqué a hacer un solo espectáculo que contuviera todo ese mundo Piazzolla.

Por eso pensé cómo, en una hora y media de espectáculo, atravesar todos los espectros de su carrera, desde el principio hasta el final. Lo pude sintetizar en esa duración y logré que un público que no haya conocido o no conozca la música de Piazzolla pueda disfrutarla y pueda ver también el despliegue en un escenario con músicos jóvenes, bailarinas. También cantantes jóvenes. Los clásicos que ya conocen también, como Balada para un loco, La bicicleta blanca, Chiquilín de Bachín.

Aquellos que les gusta Piazzolla lo van a disfrutar y aquellos que no lo conozcan van a descubrir las razones por las cuales Astor Piazzolla es considerado un genio del siglo XX en el mundo entero.

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