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(Por Julia Giménez) El domingo 17 de abril, Brasil entero asistió en la Cámara de Diputados a las votaciones del pedido de impeachment contra la presidenta Dilma Rousseff. Entre los discursos de los legisladores que dieron la victoria a la continuidad del proceso contra la presidenta, el del diputado Jair Bolsonaro, del Partido Progresista de Rio de Janeiro (PP-RJ), recibió el repudio internacional, al dedicar su voto al coronel Carlos Alberto Bilhante Ustra, responsable de crímenes de lesa humanidad durante la última dictadura en Brasil.

Para analizar este hecho, Brasil de Fato se comunicó con la abogada Nadine Borges, miembro de la Comisión de la Verdad y coordinadora de Relaciones Exteriores de la Universidad Federal de Rio de Janeiro. Con una larga trayectoria en la lucha por los derechos humanos, Nadine afirmó que “todos pudimos asistir a lo que hablamos todo los días los defensores de derechos humanos […] Ahora puedo hablar con gente y decir: ‘¿te acuerdas lo que pasó el domingo? Así es el Congreso, así son los que deciden sobre nuestra vida’. Y eso si la gente acepta y la gente pasa a mirar esto con una nueva mirada. Porque lo que la prensa hace es impedir, imposibilitar que la gente sepa lo que pasa. Pero el domingo todos pudimos mirar lo que está pasando y creo que eso puede ayudarnos a quienes defendemos los derechos humanos en Brasil”.

Durante la entrevista, Nadine criticó la falta de avances en las políticas de memoria, verdad y justicia en Brasil y reivindicó la necesidad de avanzar en una nueva regulación del sistema de comunicación en el país.

Brasil de Fato – ¿Cómo es posible que estos discursos pro dictadura y que reivindican el accionar de represores y torturadores siga vigente en la Cámara de Diputados de Brasil?

Nadine Borges – Aunque sea diputado y tiene el derecho de decir de lo que quiere, porque vivimos en una democracia, lo que habló es criminoso. Pero sólo habló eso porque en Brasil no abrimos los archivos de las Fuerzas Armadas y tampoco hicimos una revisión de la Ley de Amnistía, una nueva interpretación de ella. Después de la Comisión de la Verdad, seguimos sin saber lo que pasó en la dictadura en Brasil. Y si la gente no puede saber, tipos como ese no se pueden meter en la cárcel, no se puede hacer justicia, asi como no se pudo hacer con [Carlos Alberto Brilhante] Ustra, como no se pudo hacer con todos los otros torturadores, no sólo de Dilma, sino también con una generación que fue molestada, torturada, desaparecida. Y bueno, seguimos sin revisión de la amnistía, seguimos sin saber lo que pasó. Y como seguimos así, no se pude decir que vivimos en una democracia plena.

En las calles se ven carteles que llaman a la dictadura, como si la solución de la crisis está en una intervención militar y en un quiebre violento de la institucionalidad democrática. ¿Hay una relación entre los procesos de memoria, verdad y justicia, y estos discursos que nos permitan repensar las democracias?

Por suerte, no son tantos carteles. Lo que pasa es que los medios, la gran prensa – que el gobierno no hizo nada para cambiar el sistema de comunicaciones del Brasil -, hace que esos pocos parezcan muchos. Por suerte son pocos, te juro que tengo mas familiares que carteles en la calle que dicen que vuelva la dictadura. Pero es un peligro, porque hay una nueva generación de jóvenes que siguen sin saber lo que pasó porque seguimos con la amnistía y los torturadores siguen caminando por la calle. Entonces, es posible que en poco tiempo tengamos más carteles.

Todavía no hay tantos, por suerte no tenemos. Porque la gente que está en el gobierno, son personas que fueron torturadas, detenidas como la presidenta Dilma, pero los que vienen, los que hicieron el domingo en el Congreso Nacional, ellos si pueden estar con eso carteles, y eso es lo dramático y lo más peligroso para toda Sudamérica. Porque tenemos una ola conservadora que empezó en Colombia, en la municipalidad de Bogotá, después siguió con la elección de Macri para la presidencia de Argentina, y ahora tenemos en Brasil un escenario muy malo, porque lo que Dilma intentó hacer con una nueva política económica y relaciones internacionales, el capitalismo nunca va a aceptarlo. No importa que es lo que hace cualquier gobierno que sea mínimamente de izquierda, no va a tener éxito mientras la religión y las empresas sigan involucradas en el Congreso. No tenemos un Congreso, tenemos una empresa. Eso es lo que tenemos en Brasil.

¿Existe algún tipo de medida que se pueda realizar contra el diputado Bolsonaro por estos discursos que son un aval a las dictaduras, a las prácticas de tortura?

Él tiene fueros privilegiados, que es un asco. Pero claro que se pueden hacer denuncias en el Supremo Tribunal Federal de Brasil, que es otro problema, porque quien está en el Tribunal son personas que fueron ubicadas en un espacio de poder muy grande y como llegaron allá es una cuestión que tampoco nadie entiende, porque tienen posiciones que son contrarias a la democracia, que no son justas, que no son legales, que no poseen el sentido de justicia social. Entonces, hacer eso es una opción, otra son denuncias internacionales, son los mecanismos internacionales de protección de derechos humanos como la ONU [Organización de Naciones Unidas], como la OEA [Organización de los Estados Americanos].

Pero pasa que Brasil sigue sin acatar la sentencia de la Corte Interamericana que condenó al país por los crímenes contra la Guerrilla de Araguaia [en Pará]. Entonces no es que no crea en el sistema interamericano, yo creo porque trabajo con eso y sé que es importante que en el mundo sepa lo que pasa en Brasil. Pero si el país no hace lo mínimo para garantizar una sentencia de condena sobre lo que pasó en la dictadura, como vamos a creer que va a pasar algo con Bolsonaro si su caso llega a la Corte. Quizá cambie la manera de Brasil de respetar los tratados internacionales de derechos humanos, y quizás un día tengamos una responsabilidad efectiva, pero aun no tenemos.

Durante la sesión del domingo (17) El diputado por el Partido Socialismo y Libertad de Río de Janeiro (Psol-RJ) Jean Wyllys – reconocido defensor de derechos humanos y referente en la lucha LGBTT – escupió en la cara de Bolsonaro. ¿Cuál es tu mirada sobre la actitud de Jean Wyllys?

Pienso que cualquier diputado, cualquier persona que tiene una posición pública no debe tener una actitud así. Pero el caso de Jean Wyllys es muy distinto de cualquier otro que uno puede comparar. Porque él sufre todos los días, desde el momento que despierte, hasta que vuelve a su casa. Y el Congreso Nacional es el órgano más sexista, misógino y machista que hay en el país. Entonces, todos los días, todos los días, durante las 24 horas de su vida, sufre las más distintas violaciones de todos aquellos hombres blancos, ricos y creo que fue el momento que el país todo, toda la gente que acredita en los derechos humanos, que lucha por los derechos humanos, tenía ganas de escupir en Bolsonaro.

Lo que hizo como diputado no podía hacer algo así, sabemos que no se pude, pero tampoco Bolsonaro pude decir lo que dijo. Entonces la defensa de Jean Wyllys tiene que ser algo incontestable, porque me parece que las fuerzas conservadoras que hay en el Congreso Nacional es suficiente si para sacar a Jean Wyllys de la Cámara. Pero tener fuera de la Cámara a una de las personas más importantes de Brasil en la defensa de los derechos humanos, por ese grupo conservador que tiene soporte en la gran prensa de Brasil, eso no me parece imposible que suceda.

Tu has sido presidenta de la Comisión de la Verdad del Estado de Rio de Janeiro y asesoras la Comisión de la Verdad Nacional, que durante los años 2014 y 2015 se desarrolló intensamente gracias a abogados, defensores y, principalmente, familiares y víctimas. ¿En que quedó todo eso?

Bueno lo que le quedó es que un montón de gente que no tenía como hablar sobre eso, porque no tenía instrumentos gales ni garantía del Estado, empezaran a hablar. Pero la gente que habló fue la gente que sufrió con la dictadura; y los que cometieron los crímenes hablaron muy poco, siguen sin hablar y seguimos sin saber. Por suerte, hay gente que tuvo condiciones de hablar. Pero hay un montón de gente que son grandes y que no sabemos cuánto tiempo van a estar entre nosotros, y eso es lo más dramático. Porque aunque los archivos no sean más secretos – que eso tenemos también la Ley de Acceso a la Información –, antes del 2035 las cosas que fueron consideradas secretas en el último año de la dictadura [1985], aun no saberemos que son. Y los militares dicen que destruyeron todo, pero sabemos que no destruyeron. Aunque un día tengamos condiciones de abrir todo, ese día no tendremos a ninguna persona vida. Eso es algo que no podemos perdonar.

Por eso tenemos que garantizar la democracia y garantizar que lo que ha pasado con Dilma, lo que ha pasado con tanta gente que ha sido torturada desaparecida, que no vuelva a pasar. Porque esto no pasa sólo una vez. Nunca pasa sólo una vez. Lo que pasó en Alemania con el nazismo, lo que pasó en Italia con Mussolini, lo que pasa todos los días en el contiene africano, lo que pasa todos los días en las favelas de Rio de Janeiro, eso va a seguir pasando mientras que la gente que hace crímenes como Bolsonaro sigan cometiendo crímenes y no pasa nada con ellos. No se trata sólo de justicia penal, se trata de justicia social. Porque personas así no pueden estar donde están. No pueden. Y solo están porque la prensa lo soporta. Y esa es una gran responsabilidad de los gobiernos de Dilma y de Lula, que no han movido un paso para cambiar el papel de los grandes medios en Brasil. Y eso lo estamos pagando muy caro.

Frente al avance conservador y los recortes del Estado, la lucha del pueblo brasilero vuelve a tener como protagonistas a lxs jóvenxs secundaristas. Resistiendo al “reordenamiento” del sistema de educación del Estado de São Paulo, desde mediados de octubre cientos de jóvenes ocupan las escuelas que el gobierno estadual pretende cerrar.

Según la medida comunicada por la Secretaria de Educación, el 23 de septiembre, el reordenamiento afectará a 94 escuelas y más de 311 mil alumnos. Tras el anuncio, las manifestaciones dirigidas al gobernador paulistano Geraldo Alckmin (PSDB), no demoraron en convocar cientos de alumnos, alumnas y profesores en las calles. Fuertemente reprimidas por la Policía Militar Estadual, a las manifestaciones públicas se sumó un nuevo repertorio de acción encabezado por los estudiantes: la ocupación de escuelas.

Según el último balance realizado por el Sindicato de Profesores del Enseño Oficial de São Paulo (Apreoesp), hasta la fecha, 74 escuelas están ocupadas y 148 instituciones están movilizadas por lxs estudiantes.

La organización de lo que hoy se conoce como el movimiento “Não fechem a minha escola”, ha logrado una gran visibilidad en las rede sociales gracias a la agilidad de lxs jóvenes organizadxs que hacen uso de los teléfonos celulares para registrar los acontecimientos y romper creativamente el silencio de los grandes medios de comunicación, dando clases de “agitación y propaganda”.

Así como en las calles, el ingreso de la policía con fines represivos fue un tema que logró fuerte repercusión, logrando sumar solidaridades desde otros puntos del país.

Frente al crecimiento de este proceso de lucha, el martes 23 de noviembre alrededor de 100 alumnxs de 50 escuelas ocupadas y no ocupadas se reunieron con la intención de coordinar actividades y compartir experiencias. Durante el encuentro lxs estudiantes adhirieron a un manifiesto que exige el fin de la “reorganización” del sistema educativo, que ninguna escuela sea cerrada o dividida, que no habrá demisión de trabajadorxs docentes y no docentes, y repudiaron la violencia y persecución de alumnxs movilizadxs.

Arrestos, choques, amenazas con armas, pretenden ser una respuesta gubernamental a la lucha de los jóvenes. Sin embargo, la resistencia al corte de escuelas sigue de pie, sumando día a día nuevos escenarios y apoyos. Frente a un panorama confuso, una vez más, lxs pibxs están dando clases de lucha.

(Por Julia Giménez) No fue magia, ni pura coincidencia. Pasado más de un mes del derrame de cianuro en aguas sanjuaninas y a días de las nuevas explosiones de la Dow en Bahía Blanca, el modelo de desarrollo concentracionario y extractivo que se expande por el territorio latinoamericano volvió a causar estragos.

Siendo el Brasil tierras de procedencia de los grandes capitales que dirigen los destinos económicos de la región, no por eso queda exenta del destructivo modelo productivo.

El 5 de noviembre se produjo el rompimiento de dos represas de la minera Samarco, de las empresas Vale dos Ríos y la australiana BHP Billiton. Campeona por las denuncias de reiteradas violaciones a los derechos humanos y ambientales, la megamineradora Vale S.A. es la responsable el “tsunami” de barro que inundó el distrito de Benito Rodrigues, entre las ciudades de Mariana y Oro Preto, en la región central de Minas Gerais.

La quebradura de las represas lanzó 62 millones de metros cúbicos de residuos mineros y agua, dejando como saldo la desaparición de alrededor de 45 personas, la muerte de más de 30 vecinos y trabajadores de la empresa, y la destrucción de la localidad tapada por lodo tóxico.

Lejos de ser un accidente, como en tantas otras oportunidades, se trató de una catástrofe anunciada. O sea, que podría haber sido evitada.  El informe técnico realizado por el Instituto Prístino, a pedido del Ministerio Público durante el licenciamiento del proyecto, ya identificaba una serie de problemas insistentemente denunciados por los sindicatos y movimientos sociales. En este sentido, y como afirma la “Articulação Internacional dos Atingidos pela Vale” (Otro rastro de destrucción y muerte en la historia de la minería y de la empresa Vale S.A. – Nota de la Articulación Internacional de Afectados y Afectadas por Vale S.A.), lo ocurrido es “crimen”.

En contexto en que el modelo va en marcha, sin dar un paso atrás frente a las desbastadoras consecuencias que deja a su andar, las catástrofes se convierten en efímeros videos en Facebook que retratan lo anunciado y silenciado.

Mientras esto sucede, miles de dólares siguen siendo apostados a costa del destino de los pueblos latinoamericanos, y el gobierno de Minas Gerais no descansa por acrecentar los caudales de las empresas mineras.

Al ritmo del barro que arrasó con la localidad minera, el gobernador Fernando Pimentel (PT) envió a la Asamblea Legislativa de Minas Gerais, el Proyecto de Ley nº 2.946/2015, que altera el Sistema Estadual de Medio Ambiente (Sisema), con la intención de dar “mas agilidad a los procesos de licenciamientos”.

Frente a las contradicciones del modelo de desarrollo, los afectados vuelven a decir: “¡BASTA!”

(Por Julia Gimenez) Al tiempo que las redes sociales se convertían en escenario de debate por los comentarios pedófilos dirigidos a una de las niñas participantes del Master Chef Kids, en la de Comissão de Constituição e Justiça e de Cidadania da Câmara dos Deputados Brasil los legisladores amasaban un proyecto de ley que atenta contra los derechos de las mujeres.

Indiferentes a los datos que indican que el sistema de salud público recibe alrededor de 2 mujeres por hora víctimas de violencia sexual, que por año 1 millón realizan abortos y que cada dos días 1 mujer (pobre) muere por prácticas clandestinas, el Presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha/ PMDB-RJ (también conocido por embanderar la ley de baja la edad de imputabilidad, por los intentos de destituir a Dilma y por los desvíos de dinero a cuentas suizas derivadas del caso Lava-Jato Petrobras), lanzó la semana pasada un proyecto de ley que profundiza la punición de las mujeres que elegimos sobre nuestros propios cuerpos.

El PL 5069/2013, lanzado el 21 de octubre, prevé que aquellas mujeres que sufrieron  violencia sexual y precisan de aborto legal, seguro y gratuito tienen la obligación de un examen que evidencie los daños físicos de la victima; es decir, la obligación de someterse traumáticamente a una segunda intimidación sobre sus cuerpos. A contra marcha de la “lei da profilaxia da gravidez” sancionada en 2013 que permite a toda mujer abusada recibir gratuitamente la píldora del día después, el proyecto embanderado por Cunha criminaliza a los y las profesionales de la salud que den orientaciones acerca un aborto legal.

El mismo proyecto, considera crimen contra la vida el anuncio de sustancias u objetos destinados a interrumpir el embarazo y la orientación de gestantes para el procedimientos, con pena de hasta diez años. Tal como se presenta el panorama, estamos frente (y enfrentando) la antesala de los que será la prohibición de píldora del día después.

En el país tropical, y bajo la insignia de la cruz, todo vira crimen.

En contextos de avanza conservadora en tierras latinoamericanas, mientras los poderosos fundamentalistas continúan rezando y decidiendo sobre nuestros cuerpos, cientos de mujeres y hombres saldrán a las calles para decir NO al PL 5069/2013.

Saquen sus rosarios de nuestros ovarios!

Foto: PSTU Brasil

(Por Julia Gimenez) No puedo dejar de alzar mi voz. Giannotti* se nos fue y yo me quedé revolviendo un montón de fotos y videos mentales de la Escola Nacional Florestan Fernandes (ENFF) del MST.

Semanas atrás, mientras “confraternizava” con mis nuev@s compañer@s de radio, un@ de ell@s me dijo: “Quiero conocer a Vito Giannotti!!!”. Me acordé de él y rei. “Claro, vou tentar marcar”, le respondí. Y lo dejé para después. Tristemente, para después.

El último viernes, fui a Rio y aproveché para encontrar y tomar unos mates con mi amiga Marina Praça. Chusmeando sobre la vida, no pude dejar de contarle sobre el nuevo proyecto con los cumpas de comunicación. Y le comente que quería contactar a Giannotti. Solo nombrarlo me sacaba una sonrisa.

Creo entre mates le conté a Marina cuando lo conocí. Fue en la ENFF cuando participé de la “Turma Latina” representando a nuestra querida Fm de la Calle. Un día anunciaron que un tal Giannotti nos iba a dar una palestra sobre comunicación. Varios cumpas se aproximaron y me dijeron: “Vc vai adorar. O cara é genial”.

El Tipo llegó, pegó el micrófono y con una tonada medio portugués medio italiano, bañó la sala con su apasionada palabra. Guerrillero en la batalla de ideas y puteando como quien llama con urgencia, nos trasmitió que el proceso de lucha por la democratización los medios de comunicación requería de una articulación latinoamericana y en Brasil la cosa estaba “pesada”.

Reconozco que entonces, año 2011, tuve la percepción de que los movimientos sociales en Brasil no tenían entre las prioridades de su agenda la lucha por una “nueva ley de medios”. Supongo que por la gran diferencia en relación a lo que entonces pasaba en Argentina, me fui de Brasil con algo de asombro… (para bien, todo es movimiento)

Casualmente o no, después de los mates con Marina, fuimos a un homenaje a Eduardo Galeano al que había sido convocada. Fue emocionante. Y recién el otro día, supe de Giannotti también había muerto.

Que duro. Estos tipos vienen, te llenan de pasión. Suman, multiplican y se van. Sin embargo… son el tipo de sujeto que intermitentemente vuelven a la cabeza con palabras, puteadas, imágenes y sentires que no pueden sólo contemplarse. Y por alguna extraña causa, empezamos a actuar a partir de una cierta complicidad implícita y cotidiana con ellos. Entonces, medio que están…

Durante estos años de residencia en el estado de Rio de Janeiro, terminé de descifrar la intensidad de Giannotti. La situación en Brasil es inadmisible. Los niveles de concentración del servicio y derecho a la comunicación es violento (tan violento como la concetración de la tierra y viviendas, y la permanente represión policial sobre la juventud negra).

Haga la prueba, hagan “zaping” por 5 minutos entre emisoras de radio y tv. No importa si asisten a un fragmento de una novela, programa de entretenimiento o noticiero. Gente, no solo es horrible. Es un pilar central del elitista sistema político que hace del país su “chacra” y de un modelo de “desenvolvimiento” sustentado en la concentración de las riquezas, la miseria y anulación del pueblo brasilero.

Son innumerables las veces que me volví a cruzar con Vito Giannoti. Ahora, “na Rua”. Siempre presente, denunciando y actuando por el derecho a la comunicación. Y seguro feliz de ver como en los últimos años se fueron sumando nuevos brazos y voces que sustentan la bandera por la democratización de los medios de comunicación en Brasil.

Para mi, recordar a Giannotti es recordar la Escola Nacional Florestan Fernanades. Recordar la ENFF es sentirme pueblo latinoamericano de pie!

Vito Giannotti, presente!

* Vito Gianotti, escritor italiano que eligió Brasil para vivir y luchar junto a los y las trabajadoras. Obrero, dirigente sindical, educador y comunicador popular, coordinó el Núcleo Piratininga de Comunicação (NPC), principal centro de formación y producción de comunicación popular y sindical de Brasil" . 
Fragmento extraido de http://cartamaior.com.br/?/Editoria/Politica/Morre-Vito-Gianotti-A-luta-continua-porra-/4/34075