(Por Giuliana Crucianelli) ¡Chicas vamos a hacer corrida! ¿Cómo corrida? Es imposible, ¡mira la gente que hay! No se puede correr. Uno, dos, tres, ¡CORRIDA! Y una cantidad de mujeres imprevista corrió la última cuadra y media de marcha.
Empapadas en la espera, porque este 8 de marzo llovió todo lo que no llovió durante el año. Casi al borde de una crisis generalizada en el movimiento de mujeres porque no se iba a poder instalar el sonido, ni la tarima ni todo lo que habíamos pensado que podía hacerse. Bajo paraguas nos concentramos en las escalinatas de la municipalidad, con una bronca inmensa porque habíamos laburado mucho para que esto no se diera.
“El documento se lee igual, como sea”, fue la premisa que sostuvo la lectura en tiempo y forma del texto preparado por las diferentes organizaciones que durante un mes se juntaron a debatir y pensar acciones para este Paro Internacional de Mujeres.
Más de 50 países pararon, miles de ciudades, Bahía Blanca también. Con un panorama desolador nos encontramos cuando llegamos a la Plaza Rivadavia. Poca gente. Con todo lo que laburamos, no puede ser. Bueno. Leamos el documento. Empezamos a leer y el cielo, increíblemente (o no tanto), se despejó. Paró de llover y cuando levantamos la vista la plaza estaba llena. Todas listas para marchar.
Paseamos por todo el centro de la ciudad haciendo temblar las veredas y los edificios. Cerramos la marcha con los relatos de Mónica Cid, la mamá de Micaela Ortega y Wanda Banegas, la prima de Katherine Moscoso. Ambas víctimas de femicidio. Pero también pudimos celebrarnos y festejarnos al ritmo de las tamboras Desbandadas, cantando a los gritos y en ronda el arroz con leche feminista.
PARO INTERNACIONAL DE MUJERES
Bahía Blanca, 8 de marzo de 2017
Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras.
ESTE 8 DE MARZO, LAS MUJERES PARAMOS EL MUNDO.
En Bahía Blanca también paramos: nos sumamos al Paro Internacional de Mujeres porque estamos convencidas de que somos la primera línea de resistencia frente a la explotación patriarcal y capitalista y articulando con movimientos de mujeres en más de cincuenta países vamos a la vanguardia contra todo tipo de opresión.
En 1910, durante el II Encuentro Internacional de Mujeres Socialistas, Clara Zetkin propuso instaurar un día de homenaje a las mujeres trabajadoras que habían dado su vida peleando por mejores condiciones laborales. Durante los años anteriores habían tenido lugar numerosas huelgas obreras tanto en Estados Unidos como en Europa. En el año 1908 murieron carbonizadas 129 obreras textiles en el interior de una fábrica de Nueva York a causa de un incendio provocado por los patrones como respuesta a las demandas que incluían mejoras salariales y reducción de la jornada laboral. En recuerdo de estas mujeres que habían muerto es que el día 8 de marzo es el Día Internacional de las Mujeres.
Este 8 de marzo paramos porque no queremos ser un engranaje más de este sistema de violencia. Si nuestras vidas no valen, produzcan sin nosotras.
Este 8 de marzo paramos porque en Bahía Blanca y la zona nos faltan: Micaela Ortega, Katherine Moscoso, Luciana Moretti, Leticia Cayuli, Ivonne Gallardo, Irina Montoya, Dolores Sánchez, Ruth Utriera, Daiana Méndez, Silvana Rietti, Sofía Díaz, Carmen Flores, María Luisa Montagna, Viviana Aguilera, Jessica Elías, Luisa Peralta, Eudes Bazán, Claudia Godoy, Leonela Costa, Stella Gottau, Alejandra Galicio, Melina Saavedra, María Silva, Andrea Esnaola, Liliana Díaz.
1- Paramos porque los estados nos empobrecen y explotan y que esa opresión siempre recae más duramente sobre los cuerpos de las mujeres.
2- Paramos porque existe una brecha salarial: en Argentina, los hombres ganan en promedio 27% más que las mujeres por el mismo trabajo y además la precarización laboral afecta principalmente a las mujeres, quienes ocupan el 54% de este universo laboral.
3- Paramos porque las mujeres por un lado tenemos el trabajo asalariado precarizado y mal pago fuera del hogar que en muchos casos es concebido como mera extensión del “rol doméstico” de cuidado y reproducción que se nos impone, generando a la vez la idea naturalizada de que existirían trabajos que son “de mujeres” y trabajos que son “de hombres”; y por el otro, tenemos el trabajo no reconocido, invisibilizado y naturalizado que se nos impone dentro del hogar. Hoy encontramos muchos ejemplos de lucha y resistencia por parte de las mujeres desde estos MISMOS espacios: docentes y auxiliares en todo el país, las trabajadoras de Ciencia y Técnica y CONICET, las trabajadoras textiles de Neuquén, trabajadoras de las fábricas recuperadas como Zanón, la resistencia del Bauen, o “Las Leonas” (comisión de mujeres y familiares de AGR-Clarín).
4- Paramos porque esta situación se agrava con las medidas de ajuste implementadas por el gobierno de Macri-Cambiemos, por las gobernaciones, el massismo, el PJ y algunos sectores del FPV que votan los presupuestos de ajuste, lo cual nos coloca en una posición de vulnerabilidad mucho mayor. Los procesos de recesión económica se apoyan principalmente en las mujeres que son quienes garantizan todo aquello de cuya cobertura el Estado se ha corrido: salud, alimentación, educación, vivienda, etc.
5- Paramos porque la desigualdad y falta de autonomía económica, muchas veces, nos retiene en situaciones de violencia y nos vuelve aun más vulnerables ante el machismo, cuyo último eslabón de expresión son los femicidios.
6- Paramos porque en Argentina muere una mujer cada dieciocho horas víctima de femicidio, y en muchos casos familiares y amistades de la víctima pueden ser también afectadas por la violencia machista en lo que llamamos “femicidios vinculados”.
7- Paramos porque se invisibilizan los crímenes de odio hacia las identidades disidentes (lesbianas, gays, trans, travestis, intersexuales, bisexuales). En Bahía Blanca, aún sigue impune el caso de Alejandra Galicio, quien fue asesinada por ser trans hace ya doce años. Ayer, 7 de marzo, se cumplieron siete años de la muerte de Natalia “Pepa” Gaitán, asesinada por ser lesbiana por el padrastro de su novia. Así también denunciamos el cruce entre justicia patriarcal, lesbofobia y desigualdad de clase en el caso de Eva Analía de Jesús, conocida como “Higui”, quien se encuentra presa por defenderse de sus agresores. Exigimos su libertad y castigo a los culpables.
8- Paramos porque nos faltan las víctimas de las redes de trata y explotación sexual, de las cuales la policía, el Estado y sus funcionarios son cómplices y forman parte.
9- Paramos porque el Poder Judicial en muchísimos casos es un elemento más para la vulneración y la victimización de las mujeres que recurren legítimamente a él, y que en su lugar encuentran el reforzamiento de la ley patriarcal que las culpabiliza y desprotege.
10- Paramos porque la Iglesia, con complicidad y aval del Estado, tiene una responsabilidad histórica y persistente en la restricción de nuestras libertades y en la opresión de nuestros cuerpos.
11- Paramos porque pronunciamos contra la violencia simbólica que ejercen los medios de comunicación, la cristalización de los estereotipos de género, la estigmatización de nuestras decisiones y la invisibilización de nuestras luchas.
12- Paramos porque los territorios ancestrales de los pueblos originarios están siendo violentados y explotados, con la misma ideología patriarcal que tiene al cuerpo de las mujeres como tierra conquistable. Las mujeres originarias vivimos no solo la violencia machista sino también racista y capitalista que siguen asesinando a las mujeres originarias que se oponen a la invasión de los megaproyectos en las comunidades.
1- Luchamos por los derechos de las mujeres trabajadoras. Basta de precarización laboral. Igual salario por igual trabajo. Guarderías en todos los lugares de trabajo. Licencias especiales por violencia de género, familiar enfermo/a y extensión de las licencias por maternidad y paternidad. No al ajuste. No a los despidos y suspensiones. Reconocimiento del trabajo doméstico. Cupo laboral trans y trabajo genuino.
2- Luchamos porque no queremos ni una muerta más por violencia machista. Exigimos ¡NI UNA MENOS! Reglamentación total, y cumplimiento real de la Ley 26.485 de Protección Integral a las Mujeres con control de las organizaciones de mujeres. Ejecución de partidas presupuestarias destinadas al incremento del número y la calidad de refugios sin requisitos burocráticos para mujeres en situación de violencia y para sus hijos. Apoyo económico, planes de vivienda, asesoramiento legal y asistencia integral a cargo del Estado y las patronales para las víctimas.
3- Luchamos contra toda forma de violencia hacia las mujeres. Basta de justicia patriarcal. Basta de violencia institucional. Basta de femicidios. Respeto y cumplimiento de la Ley de Identidad de Género. Basta de discriminación y criminalización a nuestras compañeras trans. Basta de travesticidios.
4- Luchamos por el reconocimiento y acción sobre la responsabilidad de los medios de comunicación hegemónicos en la reproducción de contenidos que fomentan comportamientos discriminatorios y misóginos.
5- Luchamos por el Tratamiento y aprobación del proyecto de ley de la Campaña Nacional por el
Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal para no morir. En 2016, la movilización social logró la libertad de Belén, presa por ser acusada de realizarse un aborto. Se trata de un tema central para el movimiento de mujeres y una gran deuda de la democracia con las mujeres. Por el cumplimiento de la Ley 25.929 de Parto Humanizado.
6- Luchamos por un Estado y una educación laica y no sexista. Separación de la iglesia del Estado. Implementación real de la Ley de Educación Sexual Integral en todos los ámbitos educativos, para formar en la igualdad y para una vida libre de discriminación y violencia machista.
7- Luchamos por justicia y aparición con vida de todas las mujeres víctimas de las redes de trata. Desmantelamiento de las redes de trata y explotación sexual, comenzando por la participación de policías, jueces y funcionarios del Estado.
8- Luchamos, como mujeres originarias, por nuestro derecho a la Identidad y llamamos a un despertar identitario para que el Buen Vivir como derecho sea realidad.
9- Luchamos por el reconocimiento a la lucha de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, juicio y castigo a los responsables militares, civiles y eclesiásticos de la última Dictadura Militar, y restitución de nietos y nietas. ¡Treinta mil compañeros y compañeras desaparecidxs, presentes!
10- Luchamos contra la criminalización de la protesta social. Libertad a Milagro Sala y a todas las presas políticas. Derogación de la ley antiterrorista y los protocolos represivos del Estado. Abajo el DNU antiinmigratorio. Basta de persecución por raza, género, clase y nacionalidad.
Este 8 de Marzo unimos nuestra lucha con la lucha de las mujeres de todo el mundo.
Adhesiones: SUTEBA, CTA, Colectivo Pueblo en Lucha, Corriente Comunista David Watu Cileruello, Pan y Rosas, Emancipación Sur, Socorristas en Red, Cardumen, Comisión gremial interna de trabajadorxs Credicoop, FM De la Calle, Orgullo Disidente Bahía Blanca, Bahiensas Feministas, G83, Puño y Letra, Desbandadas, ATE, Artistas por la No Violencia, Juntas y a la Izquierda, Acciones Feministas, Mujeres Originarias por el Buen Vivir, Plenario de Trabajadoras, PTS, Tesis XI, La Marrón, Artistas con el FIT, CeHum, El Grito Movimiento desde Abajo y Mujeres Independientes.