Los silencios del Chaqueño y las complicidades en Salta
El 11 de junio la doctora Adelaida Tuñez interrumpió una conferencia de prensa del empresario Palavecino para denunciar la situación que atraviesa el Hospital Juan Domingo Perón en Tartagal. El “Chaqueño” había convocado a los medios de comunicación para difundir el festival Trichaco.
“La gente se está muriendo de hambre, no queremos fiesta”, dijo la médica. El empresario de la música escupió “yo no voy a tu huelga a difundir mi festival, este es mi momento, andate”. También intentó defender el desarrollo del festival arguyendo que tiene fines de beneficencia. Tuñez respondió con firmeza, “no colabora para nada usted porque usted se robó las tierras del chaco salteño”.
Según expresó Tuñez, el Chaqueño Palavecino “tiene tierras que se encuentran en al lado de la casa del papá de Jorge Rojas. Debería investigar alguien. El Chaqueño es amigo del vice gobernador y del jefe de mayor rango de gendarmería”.
El portal www.informadorregional.com.ar publicó que la Defensoría del Pueblo de la Nación recibió una denuncia en diciembre del año pasado donde se imputa al comerciante de la música haber alambrado más de mil hectáreas, entre las que se encuentran terrenos reclamados por los pueblos originarios.
“Trabajo en la comunidad aborigen de Kilómetro 6 donde no hay nada, no hay pediatra, no hay
medicamentos. La gerencia tiene mucho abuso de poder. Están vinculados con el vice gobernador Andrés Zottos entonces nadie se anima a hablar”, dijo Tuñoz a FM De la Calle.
“Yo no quería hablar con el Chaqueño, quería hablar con el intendente. Nunca está en Tartagal el intendente. No me sacaron porque yo me resistí hasta último momento. Me quedé esperando. El Chaqueño siguió su conferencia como si nada, mirando su reloj de oro. No esperaba otra actitud. Se llena la boca diciendo que ayuda a los familiares. Hay familiares que no pueden ir a ver sus recitales porque el Chaqueño les cobra. Lo conozco de cuando era pobre, cuando era colectivero, pero ahora se le subieron los humos”.
No es la primera vez que la doctora expresa sus reclamos mediante medidas de fuerza. Anteriormente decidió “hacer la huelga de hambre cuando me cambian de servicio en forma verbal y no me dio ningún motivo. Tengo ocho años de antigüedad en el hospital. Decido hacer la huelga para destapar la olla”.
Lo que se cocina en esa olla son distintos tipos de irregularidades. “Los dos casos más graves que hubieron en este hospital fueron la violación de un médico siquiatra masculino a un paciente masculino, que está denunciado públicamente. La violación se hizo dentro del consultorio. El médico sigue trabajando y es íntimo amigo de la gerencia. No le llevaron el apunte al que acusó”. Y el otro caso se trata de “una médica ginecóloga que hizo abortos clandestinos en el hospital y cobró”.
Las autoridades de la provincia decidieron actuar luego del estado público que tomó este episodio y el anuncio de la médica tartagaleña de “inicial la huelga de hambre mañana”. Frente a esto, “ayer bajó la cúpula del Ministerio. El ministro me ofreció sesenta días de licencia para que descanse y que iban a hacer una auditoría en el hospital. Yo no estoy loca, estoy viendo la realidad del país, no soy ninguna tonta. No acepté la oferta. Le pedí al ministro que me sacara del hospital porque hay mucha corrupción. Voy a empezar a trabajar mañana en el Hospital Embarcación. El Ministro en ningún momento me trató mal”.
Además de las denuncias por maltratos, violación y lucro por medio de la práctica del aborto en el hospital, la profesional afirma que “ninguno de los médicos quiere ir a Kilómeotro 6 y no les dicen andá. Yo voy porque veo las necesidades. Hay sólo tres ambulancias en el Hospital de Tartagal para 100 mil habitantes. Yo voy hace cuatro años a la comunidad. La salita es chiquita. No hay radio para comunicarse a Tartagal”.
La sala médica tiene “las ventanas rotas, el baño en malas condiciones, no hay calefacción, no tienen medicina. Ahí viven 7 etnias aborígenes. Hay mucha gente grande, chicos que se encuentran sin pediatra”.
Tuñez denuncia las desigualdades y connivencias por parte de los funcionarios públicos quienes no garantizan la igualdad en el acceso a la salud. “Tenemos una jefa de periférico. El médico que dice no quiero ir, no va. Hacen lo que quieren. Eso lo sabe el vicegobernador. Al primer lugar que va a pedir los votos es a Quilómetro 6”.
Ayer murió un niño por desnutrición en el hospital Juan Domingo Perón de Tartagal.