“Están faltando casi 15 mil árboles solo en Delegación Centro”
Cristina Pitsch, directora de Ordenamiento Forestar Urbano, dialogó con FM De la Calle tras la aprobación en el Concejo Deliberante del Plan Regulador y el Plan Director de Arbolado Urbano.
“El Plan Director pasa a formar parte de lo que es el Plan Regulador de la provincia. El primero establece las especies por calle, dando marco de distinta floración y follaje, se tienen en cuenta el Código de Edificación y las veredas. El Plan Regulador se refiere al mantenimiento, al manejo del arbolado”, señaló.
En el Plan Regulador se prevé la proyección de una serie de actividades. “Una de las más importantes es conocer la situación del arbolado urbano a través de un censo. Luego, el análisis de los datos, de las distintas especies, cómo están, qué problemas sanitarios tienen, qué dificultad de desarrollo radicular, si hubo o no podas, si fueron mutiladas por las podas agresivas”.
“Este Plan Regulador se presenta en la provincia por un período de 5 años en el cual uno anualmente tiene que demostrar avances con lo que se presentó”, explicó la ingeniera.
En referencia al censo de arbolado, mencionó que “se hizo el convenio con la UNS, había un parte censada y seguimos censando, la idea es seguir cubriendo toda la ciudad. Por año se va a hacer un 20% de la superficie de la ciudad. Es dinámico el arbolado urbano, es un trabajo constante de supervisión”.
De lo ya censado aseguró que en la Delegación Centro “hay faltante de árboles, están faltando casi 15 mil, esto es de recintos que los vecinos han cerrado o que están sin plantas”.
En relación a los vecinos y las vecinas que sacaron plantas señaló que “desde principio de año estuvimos trabajando en las intimaciones para la apertura del recinto, tenemos algunos ejemplares para reponer. 14 mil plantas no es poco, es importante trabajar con la gente que capaz quieren reponer ellos mismos los árboles. Eso nos va a permitir saber qué especies tengo, cómo están distribuidas, qué tengo que hacer”.
“Más adelante nos va a permitir saber qué especies hay, cómo están distribuidas, qué tipo de trabajo hay que hacer. Esto lleva a que en un futuro sepamos qué problemas podemos tener y para saber si se trabaja desde el piso, desde altura”, mencionó Pitsch.
En el diseño de las nuevas normativas trabajaron de manera coordinada con el Observatorio de Discapacidad. “Los recintos elevados no están permitidos. No es solamente por el daño que se puede producir a la planta, muy pocas personas riegan los árboles y con la pendiente mínima de la vereda el agua de lluvia entra en un recinto que no es elevado. Con el Observatorio de Discapacidad trabajamos porque es una barrera para una persona discapacitada que se baja de un vehículo o para una persona con disminución visual son un problema los canteros elevados”.
En relación a la poda señaló que “lo mejor es no podar (…) Lo que se hace es el diagnóstico. Existe un registro de podadores que pueden podar en la vía pública, cobran como un jardinero y es un alternativa en cuanto al apuro que tenga la persona. Si es que no hay cables o es un trabajo de altura”.
Por último, destacó que “ellos hacen la poda pero tanto el frentista como la persona que ejecuta la poda tiene un diagnóstico en papel desde la Dirección de Ordenamiento Forestal. Si el podador hace bien el trabajo queda registrado, si hace una mutilación, pasa un inspector, multa a frentista y el frentista puede decir qué podador hizo ese trabajo y se lo saca del registro para que después no tengamos riesgo en el rebrote”.