Vacío
(Por Astor Vitali) Pasadas las nueve comenzó el acto institucional de mayor importancia para el gobierno municipal. Con tono administrativo, Héctor Gay hizo su último discurso. La dirigencia política encerrada en el Concejo habla de “participación ciudadana” mientras la ciudadanía se muestra cada vez más alejada de los escasos mecanismos de participación que deja la formalidad democrática.
El intendente comenzó hablando de los 40 años de la recuperación democrática y de la consolidación de los consensos en ese sentido. “Mayor calidad democrática”, reivindicó. “Más participación y más transparencia”, dijo que deja su gestión.
La presidenta del Concejo Deliberante (Honorable, él), Fabiola Buosi abrió la fiesta de la democracia. Loas y agradecimientos al intendente del gobierno que integra por su “consideración y respeto” así como su “capacidad de diálogo”.
Dentro del recinto, con los funcionarios del gobierno propio y algún invitado distinguible. Hubo una salutación especial por la presencia de los ex intendentes Cabirón, Linares , quienes recibieron un aplauso por destaque del intendente. Fueron los 20 años de gobierno radical ininterrumpido.
Institucionalidad
Luego de estas breves palabras y la toma de asistencia, el intendente habló de una gestión que “contribuyó a la institucionalidad”. Como en la antigua escuela, faltaría explicar el concepto y objeto del término. ¿Cuál institucionalidad respecto de qué momento? ¿Qué significa institucionalidad para el intendente?
En materia de resortes institucionales, este gobierno se ha caracterizado por ignorar los propios mecanismos de interacción comunitaria previstos en la estructura legal vigente. Por caso, los consejos consultivos reglamentados por diferentes legislaciones y la participación de decenas de entidades intermedias. Naranja Fanta con esto.
En cambio, desde el triunfo de la última elección legislativa hubo una táctica inteligente: gabinete en los barrios. Esto es política de la más clásica elaborada con filtro de comunitimanayer: no voy a los lugares ya organizados de la sociedad civil –salvo que me arme una reunión alguien mío- y armo algo propio, saco la foto y me cuidan de que no haya conflicto (de que no haya política).
Del enunciado vacuo de la “institucionalidad” pasamos a su convicción para que Bahía sea una “mejor ciudad”. Agradeció a “todos los vecinos” y se autodefinió como artífice de un “municipio de puertas abiertas”. ¿Cuáles y para quién?
Quienes venimos haciendo la agenda social y haciendo entrevistas a diario a diferentes actores de nuestra comunidad nos queda claro que si una cosa no abre el intendente son las puertas de su gobierno. De nuevo, a menos que sean propios o un conflicto deba ser atajado.
Agradeció a la oposición por “entender y acompañar y por anteponer los intereses de cada uno de los bahienses por sobre todas las cosas”. Sin duda la oposición ha acompañado mucho más de lo que sus propios votantes piden. ¿Será esa la “institucionalidad” a la que tanto se refieren?
Salud
Después de estas generalidades el intendente sostuvo: “desde el primer día nos hemos puesto como objetivo prioritario preservar y cuidar la salud física, mental y emocional de cada uno de los bahienses. La única forma de lograrlo es con gestión e inversión” y destacó la inversión realizada por sus gobiernos en el Hospital Municipal. Luego agregó una cantidad de datos de las intervenciones médicas realizadas por el sistema público; números que, sin contrastarlos con otros, sin referencia a algo, no se sabe qué significan. ¿X cantidad de turnos sería adecuado o insuficiente respecto de cuál referencia? No lo podemos saber a partir de este discurso.
Luego hizo enumeró la apertura de las unidades sanitarias: no habló de cierres, despedidos, vulneraciones de derechos laborales, de los conflictos anuales con los profesionales de la salud. Más allá de los números, nuevamente, no hay referencia a qué modelo de salud.
Educación
“Si se quiere se puede” dijo y se refirió a garantizar el “derecho a la educación pública de calidad”. Nuevamente habló de una cantidad de obras (de todo tipo y calidad), algunas con inversiones de otros estamentos. La educación formal es facultad de las provincias y nación.
No mencionó la destrucción de la educación informal de la que su gobierno es responsable: la red de talleres barriales cerrados por el dúo indinámico Margo-Rosselló que no fueron repuestos por la actual conducción política del Instituto Cultural. Más de cien talleres fueron cerrados por su gestión. Esto sí es mérito propio.
A confesión de parte, relevo de prueba: Gay dijo –como si el número debería resonar positivamente- que este gobierno cuenta 84 talleres permanentes. No hace falta mencionar más: 84 talleres. Esos talleres incluyen algunas instituciones como San Roque que vienen trabajando con seriedad muy a pesar de quién gobierne (estuvieron antes y permanecerán luego) y por supuesto buena parte de la oferta “educativa” está basada en una cartilla de talleres de bachata y otras actividades instructivas para la vida cívica y la formación espiritual de la ciudadanía por el estilo.
(El párrafo anterior incluye la carga de ironía correspondiente al nivel de cinismo del testimonio al que elude).
Medio, medio
Más luego el intendente decidió continuar halando del “bienestar integral” y la “calidad de medio ambiente”. ¿Habló de la contaminación y de la desprotección de la ciudadanía? No, se refirió a los puntos limpios. Ojo, “siempre hay que ir por más y por eso seguimos avanzando en políticas públicas eficientes”.
Hizo referencia a cuatro Eco Puntos y Puntos Limpios, articulando con clubes, composteras comunitarias, lo cual parece muy bueno pero está lejos de constituir una política. Nuevamente, falta el estatus correspondiente al género de discurso: apertura de sesiones.
McCalles
Habló luego de inversión y obra pública poniendo como eje unas diez mil luces led que, atención, requirieron “gestión, esfuerzo y firmas”. Carita con dedo en la pera. ¿Había que aclarar?
Gay continuó con la reivindicación de la “peatonalización de la ciudad”, se refirió a su “reforma urbana” y sostuvo que es “parte de la estrategia de ir descentralizando la ciudad”. 24 kilómetros de ciclovías, enumeró, también.
Avanzados unos segundos, explicó que la reforma busca “disfrutar y generar comunidad” lo cual resulta paradójico porque el traspase de negocios a manos de nuevos empresarios en lugares públicos, la privatización de lugares de paso que antes eran de encuentro comunitario y ahora son paseos comerciales.
La sagrada trinidad de esta visión de privatización de lo urbano fue definida por: “encuentros sociales, culturales, gastronómicos. Aquí el padre es el sector privado “apostando por los emprendedores”. Los hijos son los consumidores (eso que llamó “encuentro social”). Y el aspecto cultural representa más bien al espíritu santo, porque su carácter etéreo y porque pasa a ser más bien una cuestión de fe.
El parque de Mayo “que va a seguir transformándose”. “Más modernos, inclusivos, sostenibles”. Sea lo que sea que esto signifique.
Ahora piensan “llevar Disfrutá Bahía a distintos barrios” ya que para Gay se trata de una “propuesta superadora que engloba a la cultura, al emprendedurismo y la gastronomía”. La santísima trinidad.
En esta concepción, la cultura viene a reducirse la idea de contratos discrecionales de la oficina del cuestionado de origen Rubén García. Decimos discrecionales porque no hay relevamiento de la cuestión cultural (apenas existe un link para inscribirse con propuestas, lo cual, para quienes seguimos los temas culturales, fue señalado como una política inadecuada e insuficiente no ahora sino hace algo más de 20 años, sin que ninguna gestión resuelva el tema.
Virtualmente ciudadanos
Luego nos vamos a la “modernización del estado” que requiere, según el intendente, de “constancia y actualización tecnológica”. Mejorar la experiencia del vecino y su interacción con el municipio”. La política reducida a un clic.
“El avance de la tecnología nos atraviesa a todos. Impulsar el emprendedurismo para que puedan insertarse en el difícil mundo del trabajo actual”. Nuevamente ¿cuál es el proyecto económico del gobierno municipal?
El intendente agregó que desde el inicio de la gestión hablaron “de recuperar la institucionalidad” y sostuvo que fueron “reconocidos como uno de los municipios más transparentes del país por las políticas de gobierno abierto”. Esto fomentaría la “participación ciudadana”. ¿Podemos confundir acceso a la información con participación ciudadana? No, al menos que queramos confundir.
Finalmente, se refirió al nuevo “régimen para la promoción de inversiones” y asegura que “Bahía Blanca está en el radar de muchos inversores. Por aquí pasan alimentos y energía. Están esperando que se estabilice la situación para desembarcar”. Ahí está. Es el modelo económico compartido por la mediocre dirigencia empresarial y política local que está en la pomada: el ridículo discurso de la “lluvia de inversiones” del gobierno de Macri es, para quienes vivimos en Bahía Blanca, una cantinela repetida por todas las facciones -desde la reforma económica de la dictadura hasta hoy (solo que, en lugar de tener el tratamiento adecuado, o sea, señalar que es un discurso ridículo y deja a la mitad de la población bajo la línea de pobreza, ese discurso goza del trato privilegiado de la pauta oficial y de los principales oficialistas de turno-. La mayor inversión que vieron los comunicadores que reivindican ese discurso deriva de los pases libres a pegarse un saque culinario y rozarse con las finas telas de algún encumbrado sponsor. Nadie cree ya en los anuncios de los anuncios. Eligen creer. Si garpa.
No son las gotas de la lluvia de las inversiones las que salpican sino las lágrimas brotadas de la observación de una dirigencia que da tristeza.
La sensación de quien escucha esta pieza olvidable de la oratoria vernácula surge a partir de tres posibilidades: 1) no hay ningún interés por lo público que movilice la redacción de un discurso acorde con el peso de la ocasión; 2) el libretista trabajó a reglamento; 3) es lo que hay y no pidas más.