Megacausa Zona 5: desapariciones y homicidios

La Unidad Fiscal de Lesa Humanidad detalló los casos de aquellas víctimas que no tienen acreditado su paso por ningún centro clandestino de detención y fueron asesinadas o aún continúan desaparecidas.

Juan Carlos González era no docente de la UNS y militaba en la Asociación de Trabajadores No Docentes en el marco de la Juventud Peronista. Fue secuestrado el 19 de agosto de 1976 por un grupo de personas armadas. Esa fue la última vez que se lo vio con vida, aún continúa desaparecido.

Trabajaba en la Petroquímica de Bahía Blanca. En noviembre de 1976, cuando González ya no vivía en la ciudad, sufrió un intento de secuestro. Se presentó en la comisaría de Tartagal. Quedó detenido en el acto y aún continúa desaparecido. En marzo del año pasado declararon sus hijos en la Megacausa. Dijeron que luego de la desaparición la familia quedó desmembrada. “Nos negaron la oportunidad de tener un papá”, dijo su hija Natalia.

“Mi papá por lo que sé era sindicalista, luchaba por el bienestar de los compañeros. Yo sé que, después de desaparecer a mi papá, en la casa de mi mamá hubo un allanamiento de personal militar. Mi mamá me dijo que dieron vuelta todo”, declaró su hija.

La Fiscalía también reparó en el caso de Miguel Poblete, vendedor ambulante secuestrado en 1977 y aún desaparecido. Sus hijos declararon el tormento que padecieron producto de no saber dónde está su padre. “Cada año mando su traje a la tintorería y lo vuelvo a guardar”

Por otro lado, también relató lo padecido por Juan José Córdoba. El joven de 20 años era maestro mayor de obras. Lo secuestraron de junio de 1977 en un operativo a cargo del Ejército. En octubre de 2017 el EAAF logró identificar sus restos en el Cementerio Municipal de La Plata y, confirmó que fue asesinado el 9 de septiembre de 1977.

En septiembre se nombró a una de las aulas de la Secundaria 29 en homenaje al militante de la Juventud Peronista secuestrado en junio de 1977. “No fue un enfrentamiento como dicen”, afirmó su madre.

AUDIENCIA 98

Daniel Eduardo Riganti y Juan Carlos Prádanos eran docentes de la UNS, en la delegación de Hilario Ascasubi del INTA. Ambos fueron secuestrados en distintos domicilios el 21 de marzo de 1976. Sus esposas recibieron anónimos que indicaban donde estaban los cuerpos.

A raíz de estos anónimos ambas familias pudieron constatar que el 22 de abril de 1976 habían sido hallados dos cuerpos sin vida en un campo cercano a la ruta 22 en Caleu Caleu, La Pampa.

Fueron inhumados en calidad de N.N. en el cementerio de la La Adela, La Pampa. Los cadáveres presentaban múltiples heridas de armas de fuego de grueso calibre y se encontraban mutilados y carbonizados.

La Fiscalía se refirió al caso de la víctima Julio Infante Julio, asesinado el 18 de mayo de 1976, cerca de las 3 de la mañana, en su comercio “Bowling Center” de calle Chiclana, entre O’ Higgins y Donado. El fiscal Pablo Fermento presentó fotos del local posteriores a la balacera donde pueden apreciarse los impactos en la puerta.

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