“Cada año mando su traje a la tintorería y lo vuelvo a guardar en el placar”

Rolando y Matilde vieron a su padre por última vez la mañana del 11 de enero de 1977. Miguel Segismundo Poblete era vendedor ambulante y desapareció en Villa Nocito. “Esta es la oportunidad que deje de ser un NN, que me devuelvan mi identidad, la vida que me robaron”, dijo su hija en la Megacausa Zona 5. (Por Giuliana Crucianelli)

Su madre vivió con miedo. “Cuando me enteré las atrocidades por las que ella tuvo que pasar, recién ahí vas hilvanando tu historia, y vas poniendo las piezas del rompecabezas que faltaban”.

Matilde, abrazada a la foto de su padre, contó que “de lunes a viernes mi mamá preparaba un bolso para cuando la vinieran a buscar para reconocer un cadáver, sábado y domingo lavaba la ropa, el domingo la planchaba y preparaba el bolso de vuelta y le limpiaba el traje”.

“El traje él lo usó cuando yo me casé. Ella todos los meses lo limpiaba y lo volvía a poner en su estuche. Cuando estuvo tan mal, cuando le dieron el alta, me dice hija andá al ropero, traé el traje de tu padre. ¿Para qué mamá? Lo traje y me dice de ahora en más a vos te va a quedar el encargue, vos te tenés que hacer cargo del traje de tu papá. Una vez por año lo mando a la tintorería y, como ella lo hacía, lo vuelvo a colgar en el placar. Es todo lo que me han dejado”, relató.

La testigo afirmó: “Necesito cerrar una etapa de mi historia, la más cruel, la peor de todas. Era un tipo bueno, estaba en el mejor momento de su vida, había encontrado el trabajo, nos sacaba de pobres y tenían sueños y proyectos”.

Elvira Herrera, la esposa de Miguel, fue quién llevó adelante las averiguaciones durante las semanas siguientes a la desaparición. Su hija contó que meses antes de morir, Elvira pudo relatar lo que había vivido en aquel momento cuando la llamaron del destacamento policial de Cerri.

“Los oficiales dijeron en una oficina ‘¿no es este al que hicimos cagar fuego?’. Mi mamá le había tejido el portadocumento y siempre le decía que si algún día le pasaba algo por eso lo iba a reconocer. Cuando el oficial abre el cajón del escritorio mi mamá ve el portadocumento de papá. El oficial que estaba ahí le tira el documento sobre la mesa y la amenaza, le dice que tiene que dejar de buscarlo porque si no nosotros íbamos a correr la misma suerte que papá. Porque ellos sabían cómo nos llamábamos, donde vivíamos, ellos sabían toda nuestra vida”, dijo Matilde.

“Cuando mi mamá murió lo último que escuchó fue mi voz. Cuando mi papa se murió no sé si lo torturaron, si lo picanearon, eso es algo que me va a quedar. Estoy acá para cerrar un ciclo, que alguien me pueda dar un certificado de defunción donde me puedan decir qué día se murió mi padre, el día que me lo mataron. Él era mi vida”.

Escuchá a Rolando Poblete en diálogo con FM De la Calle.

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