Sebastián Cuattromo

Piden al nuevo Papa una ley canónica para expulsar a los abusadores de la iglesia

Sebastián Cuattromo, referente del colectivo Adultxs por los Derechos de la Infancia, viajó recientemente al Vaticano con un mensaje claro: exigir a la Iglesia Católica una política real de tolerancia cero frente a los abusos sexuales. Su historia, sin embargo, viene de mucho antes.

“Mi historia es la de haber sido víctima del delito de abuso sexual a los 13 años”, relató Cuattromo, quien fue abusado por un religioso del Colegio Marianista de la Ciudad de Buenos Aires. Después de “diez años de silencio” y una larga lucha judicial, logró en 2012 la condena de su abusador, Fernando Piciocchi, a 12 años de prisión.

Ese mismo año, Cuattromo fundó, junto a Silvia Piceda, la organización Adultxs por los Derechos de la Infancia, que desde entonces visibiliza y acompaña a víctimas de abusos sexuales en la infancia. “Fue un antes y un después en mi vida”, asegura.

Hay un actor que Cuattromo señala con especial claridad: la Iglesia argentina, y en particular el entonces cardenal Jorge Bergoglio. “Nunca me quiso recibir personalmente”, denunció, al recordar cómo el arzobispado de Buenos Aires, en 2002, respondió con “una profunda subestimación del dolor de una víctima” ante su caso.

Desde que Bergoglio fue elegido Papa en 2013, Cuattromo intentó en múltiples ocasiones que lo reciba: “Lo invité públicamente a convocarnos a las víctimas de su país, especialmente a quienes habíamos tenido malas experiencias con él”, señala. 

Doce años después de su designación como pontífice, Cuattromo hizo un balance crítico: “Nunca quiso aceptar ese desafío. Cuando se cumplieron 10 años de papado estuve en Roma, en una gira europea haciendo un balance de la experiencia, que lamentablemente terminó siendo totalmente negativo en este aspecto. Fueron 12 años de papado donde una de las tantas consecuencias en Argentina, de esa falta de coraje, de decisión, de sensibilidad, para haber tomado una medida de este tipo siendo Papa, es que, la iglesia argentina en todos esos años no convocó a ningún tipo de comisión que investigara estos delitos, que rindiera cuentas ante la sociedad argentina, y que tomara acciones de reparación y justicia concreta para con las víctimas, a diferencia de lo sucedido en otros países”.

Concluyó que “si no hay un Papa que venga dispuesto a asumir en primerísima persona las historias que lo interpelan, eso tiene después correlatos en la falta de voluntad política transformadora”.

La lucha continúa, ahora desde Roma ante le Papa León XIV, con una propuesta concreta: una ley canónica de tolerancia cero que implique la expulsión inmediata de cualquier persona vinculada a abusos sexuales. 

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