Cinco mil casos de violencia institucional

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(Por ¿Quién te juna?) Se registran, además, aproximadamente 300 casos de gatillo fácil por año. Según el informe lanzado por la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) en noviembre del año pasado, sobre 4.970 casos totales de asesinato por represión policial, 3.070 ocurrieron en los últimos 12 años. En el 2016, la lista aumenta nuevamente.

María del Carmen Verdú ayudó a fundar la CORREPI “contra las diferentes formas de represión del aparato estatal”, a fines de los ’80. Un organismo antirrepresivo compuesto por militantes, familiares de víctimas de hechos de gatillo fácil y jóvenes que se suman “por una necesidad de enfrentar lo que cotidianamente se padece en los barrios”.

La CORREPI realiza un informe anual –el próximo 2 de diciembre publicarán el número 20– de la Situación Represiva en Argentina. Esto es posible gracias a la colaboración de compañerxs en distintas provincias, “que se toman el trabajo de hacer el relevamiento de los casos locales y mandarnos la información, utilizamos todas las fuentes disponibles”, explica Verdú.

Además, afirma que “ninguna fuente nos parece poco útil, por el contrario, lo que sí hacemos, es un trabajo de chequeo, que se refleja en el hecho de que, en estos ya más de 20 años, ningún gobierno –y vaya que lo intentaron– pudo decir ‘este caso lo inventaron’, ‘no existe’, ‘es trucho’, imagináte que si hubieran podido, todos lo hubieran hecho”.

La referente de la Coordinadora opina que hay “una relación intrínseca entre cualquier reforma legislativa represiva (leyes antiterroristas, protocolo antipiquete, etc.) y el incremento de los fusilamientos de gatillo fácil”, y que estas legislaciones “a lo que apuntan es al disciplinamiento de la clase trabajadora organizada”.

En relación al gatillo fácil, ha tenido un incremento brutal en el curso de este año, como lamentablemente va a mostrar el informe anual.


Todos los años realizan la presentación en Plaza de Mayo. Es un acto donde, además de hacer un repaso de la situación represiva en todo el país, tratan de reflejar las principales luchas, y de hacer los necesarios homenajes: “como vamos a hacer este año con la persona de ‘Cachito’ Fukman, el compañero [fundador] de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos que perdimos en julio”, concluyó la entrevistada.

“[Los policías] querían esconder las pruebas, entonces yo agarré el proyectil que le dio a mi hijo”

Quizás el caso que más resonó en nuestra ciudad, el más emblemático (lamentablemente), sea el de Giuliano Gallo. ‘Yuli’ era un chico de la casa, de 14 años, estudiaba en la Técnica 4 –donde hacía doble escolaridad–, cuidaba a sus hermanos cuando la madre, Sonia Acuña, se iba a trabajar. “Era mi compañero, porque cuando yo estaba embarazada el hacía todo lo que era de la casa”, recuerda su mamá.

El 1 de febrero del 2008, Giuliano estaba en un cumpleaños en el barrio Cooperación. Cerca de las 21.30 fueron al barrio Mi Casita, a buscar un CD de música a la casa de los chicos que hacían ruidos molestos desde temprano. “Llegaron en un mal momento. Ya había policías. Ellos entraron, y bueno… Mi hijo en ese momento se quiso escapar por la parte de atrás, a donde le dieron un tiro”, repasa la madre de la víctima.

La versión oficial dice que “se produjeron hechos entre particulares y policías que motivaron que un policía efectuara disparos”. Cuando consultamos a Sonia, afirmó que si bien tiraban piedras desde adentro de la casa, fue “para defenderse de los tiros que ellos [los policías] tiraban”.

“Llegué tipo 1.30, 2 de la mañana; recién a esa hora me avisaron a mí. Cuando yo entré, los policías ya estaban en la casa.  Ellos querían esconder las pruebas, entonces yo agarré el proyectil que le dio a mi hijo”.

– ¿Supiste algo más de Guidobono luego de que fuera exonerado?

– No supe más nada. Una vez me crucé con Zorzano y le pregunté sobre el caso, ahí me enteré que ese señor estaba muy enfermo. Yo siempre dije: No tuve la justicia del hombre, pero tuve la justicia divina. Yo esperaba una justicia divina, ya que no había justicia del hombre acá… es lo que Dios me hizo ver.

La mamá de Giuliano consideró que algunos medios trataron bien la noticia, a su familia y el caso de su hijo, pero que otros no. Incluso llegó a sufrir maltratos por parte de un periodista:

¿Qué opinión te merecen hoy las fuerzas policiales? ¿Vos crees que están en la calle para defendernos realmente? ¿Te dan seguridad?

– Y la verdad que no. Yo pienso así, y no por lo que me pasó. No hay seguridad para nada. Cada vez más robos. Cada vez… muchas cosas de los chicos. Cada vez más droga. Vos ves madres que encuentran a policías que están involucrados en la droga. Muchas cosas que creo que, por más policías que pongan, no hay seguridad para nada. Ni para nadie tampoco.

La entrevista completa la podes escuchar acá: http://ar.ivoox.com/es/13342782