¿Cómo será la nueva Radio Nacional Bahía Blanca?

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(Por Astor Vitali) Se lo consultamos a Damiano Shepherd, quien asumió la dirección de la emisora el pasado 16 de marzo. “Tenia algunas prioridades y lo que tiene que ver con el aislamiento me cambió la agenda”, explicó a FM De la Calle.

El funcionario agregó que “la estructura de la radio estaba muy venida abajo. Muy poca programación local, por cierto, solamente era un programa. Nos encontramos con una radio que fue virtualmente vaciada”.


El investigador Martín Becerra, en su libro De la concentración a la convergencia, dedica un capítulo a los medios públicos. En dicho apartado, cintando a Antonio Pasquali, explica que “puede denominarse ´servicio público´ cuando cumple los requisitos siguientes: no pertenecer a privados, es mayoritariamente financiado por el Estado, es decir, con dineros públicos y no con publicidad comercial; tiene autonomía e independencia política ante el Poder Ejecutivo y autonomía ante los poderes económicos; es un servicio no gubernamental y desgubernamentalizado”.

Shepherd sostuvo que intentarán “ser lo más plurales posibles”. Como ejempló, informó que comenzaron “una sección (Gira por la región), hablando con todos los intendentes donde llega nuestra señal, de todos los palos políticos y con muy buena recepción”. El mayor desafío es “que la gente nos vuelva a tener en cuenta” dado que muchos actores no están interesados en dialogar con la Radio Pública.

“Estamos haciendo redes sociales para que la gente conozca la radio y nos escuche”. Trabajan sobre la base de Facebook, Twitter e Instagram. “Es bastante notorio el crecimiento que hemos tenido en ese sentido con una dificultad muy grande que es que en estos tiempos de pandemia estamos trabajando con equipos muy mínimos”.

Consultado por qué tipo de radio desearía poner al aire, Schepherd adelantó que le gustaría “tener un programa de noticias locales, de política local, un programa que tenga que ver con los músicos bahienses, un programa de vuelta a casa”. Todo esto hay que medirlo con el interés de la audiencia que a menudo reclama la posibilidad de escuchar los programas de la central porteña.

Respecto del equipamiento técnico, se “hizo un proceso de renovación” durante la gestión de Omar Turconi -que culminó en 2015-, incluyendo la refacción del histórico auditorio. El actual director analiza la posibilidad de desarrollar proyectos en dicho espacio.

Luego de la situación de aislamiento y con las prioridades puestas en las urgencias de público conocimiento, le espera a la actual gestión a nivel país la puesta en marcha de un proyecto de medios públicos que tendrá como posibilidades: 1) dar continuidad a la penosa marginalidad a la que las dirigencias políticas suelen condenar a estas herramientas; 2) dar cuenta de la posibilidad de avanzar en un sentido nuevo, posible y transformador. Sería un paso importante incluso a nivel continental, en el que nuestro país juega un rol importante por el histórico peso de sus producciones culturales, editoriales y periodísticas.

Finalmente, recomponer la planta, terminar con la precarización (que suele ser utilizada como herramienta de presión editorial) y obtener recursos para desarrollar un proyecto, son aspectos insoslayables para la vitalidad de este medio público regional.

Ayer, Schepherd dialogó con Radio Nacional San Grabriel, ubicada en la Antártida. Allí se enteró que la emisora austral tiene la misma cantidad de trabajadores que la de Bahía. La Antártida tiene unos 1000 habitantes en invierno y no más de 5000 en verano. “A Radio Nacional Bahía Blanca durante los últimos cuatro años lo sostuvieron sus trabajadores”, graficó.