Datos oficiales: ¿Cómo impactó el desempleo en Bahía Blanca – Cerri?

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El INDEC informó que se registró un considerable incremento de la desocupación en el aglomerado Bahía Blanca-Cerri durante el segundo semestre del año.

14 mil personas de 151 mil económicamente activas no encontraron empleo. 21 mil que lo tenían pretendían trabajar más y otras 16 mil trabajaban menos de 35 horas semanales y hubiesen aceptado hacerlo por más tiempo.

Los datos son negativos tanto si se comparan con los del mismo trimestre del año pasado como con los de trimestres inmediatamente anteriores. El Boletín de Estadísticas Laborales de Bahía Blanca-Cerri que dirige Gustavo Burachik advierte que habría que remontarse a 2014 para encontrar una tasa superior a 9%.

El informe destaca que la ciudad “está experimentado niveles históricamente elevados de empleo, participación laboral (tasa de actividad) y desocupación, simultáneamente”.

“Probablemente, por la disminución de los salarios reales y de los ingresos de la familia y del poder de compra, mucha más gente que estaba sin trabajar se está volcando al mercado de trabajo a buscar alguna ocupación. Esa presión es muy superior a las oportunidades de trabajo que pueda haber. Hay una desocupación que crece a pesar de que no hay una caída del empleo”, explicó el economista de la UNS.

Agregó que “esto revela que hay un montón de desempleo oculto, gente que estaría en condiciones de trabajar pero no sale a buscar trabajo, tal vez porque no ve oportunidades interesantes, en blanco, estables, con un ingreso razonable, con un nivel de exigencia de calificación acorde a su nivel educativo. Muchas personas permanecen sin empleo y, al mismo tiempo, no lo buscan por falta de expectativas de encontrarlo”.

La desocupación de 9,5% registrada en BBC se sitúa en un nivel intermedio en el panorama de los aglomerados urbanos del país. Se encuentra a mitad de camino entre el casi 12% del Gran Buenos Aires y el 9,1% de los aglomerados del interior.

Más mujeres, menos hombres

En cuanto a las tasas laborales por género y edad se evidenció un crecimiento del empleo femenino -casi exclusivamente en jóvenes de hasta 29 años- y cayó el de los varones.

“Hubo muchas chicas jóvenes que salieron al mercado de trabajo y encontraron oportunidades. Probablemente -esto es solo una conjetura porque los datos para afirmarlo todavía no están publicados- dos actividades donde las mujeres normalmente encuentran mayor ocupación, yo diría son las dos actividades de empleo femenino más importante en la ciudad, que son servicio doméstico y enseñanza”, comentó Burachik.

El caso de los varones jóvenes podría relacionarse “con la crisis porque está atravesando actividades económicas dominadas por el empleo masculino como la construcción, la industria, el transporte y almacenamiento. Lo sabremos cuando el INDEC publique los microdatos”.

¿De qué vivimos?

El Boletín destaca que “más de 70% del empleo asalariado bahiense se concentra actualmente (2017/18) en siete actividades principales”.

La más importante es el comercio, con 17.000 personas asalariadas que corresponden al 18% del total y le sigue un conjunto de seis ramas, cada una de las cuales emplea entre 6.000 y 12.000 trabajadoras y trabajadores. En estas actividades, entre las que se destacan la enseñanza y la industria, se concentra un 54% de los asalariados.

El servicio doméstico, mayoritariamente feminizado, alcanza al 10% y el empleo público, “contrariamente a lo que se sostiene, no está entre los de mayor categoría, solamente el 8%. Otro rubro es el de la construcción, tiene solamente el 7% del empleo asalariado”.

Estrategias de supervivencia

Por último, el cuentapropismo gana participación mientras se contrae el trabajo asalariado.

“¿En qué medida el cuentapropismo es creación de empleo? Hay muchos economistas que acríticamente lo consideran como una forma de empleo, precario pero empleo. En mi opinión es una estrategia desesperada de las personas que no logran ingresar al mercado de trabajo, de generación de ingresos, pero de ninguna manera en la mayoría de los casos el autoempleo, el cuentapropismo, el manterismo, pueden ser consideradas razonablemente como puestos de trabajo”, afirmó Burachik.

Concluyó que “puede haber un porcentaje ínfimo de empleos cuntapropistas que corresponda a empleos personales o profesionales independientes. Pero cuando uno ve del orden de los 10 mil, 20 mil ocupados, no puede deberse a que aumentaron los contadores públicos y los abogados o nuevos emprendedores que salen a ofrecer ideas geniales sino más bien refiere a fenómenos que vemos por las redes sociales: personas que transportan a otros en sus autos, que hacen tortas para cumpleaños o empanadas y las venden por las redes”.