“El gobierno necesita dar un gesto político fuerte”

Con un escenario de puja entre los sectores del empresariado nacional concentrado más los grandes capitales internacionales solicitando mayor acumulación de reservas y reducción de déficit fiscal, y una sociedad cada vez más empobrecida, el gobierno afronta un momento clave.

En una nueva entrega de su columna de economía para FM De la Calle, Francisco Cantamutto realizó un análisis sobre los tiempos de incertidumbre que se están viviendo en el país.

“El clima de incertidumbre económica y política que vivimos los últimos meses tuvo un salto cualitativo a partir de la renuncia de Guzmán”, señaló.

Agregó que “a pesar de la continuidad del plan económico negociado con el FMI que encarna la ministra Batakis, no parece poder determinar las directivas con la claridad necesaria para que termine de entenderse a dónde se dirige la economía”.

“Para los acreedores, a pesar de haberse reestructurado la deuda, no logra acumular reservas ni reducir el déficit, con lo cual no sienten que el cobro de sus créditos esté garantizado. Esto deriva en que comiencen a desarmar posiciones y se retiren del juego de compra de títulos de largo y corto plazo. El gobierno intentó contener esta situación subiendo la tasa de interés por encima de los niveles previos”, dijo el economista.

“A pesar de ello los capitales financieros dieron una significativa corrida que se cristalizó en los niveles record por encima de los $330. ¿Hay un fundamento último para justificar este valor del dólar? No, ante la incertidumbre los grandes capitales presionan así al gobierno para que ajuste el déficit fiscal y acumule reservas”, explicó.

Además, Cantamutto señaló que “los sectores empresariales acompañan la situación mediante una serie de fraudes en la declaración de importaciones-exportaciones, sin hacer entrar divisas en dólares al país. El gobierno respondió con un manotazo de ahogado permitiendo que los turistas en el exterior puedan regresar liquidando las divisas que traigan de manera legal a valores del dólar financiero”.

“Pero esto constituye un nuevo parche, creando un nuevo tipo de cambio, y sin mandar señales claras de un plan confiable a mediano y largo plazo”, dijo.

El economista enfatizó que “la contracara de esta puja entre los sectores sociales es una aceleración del proceso inflacionario que ya no sólo obedece al tipo de cambio sino a la situación general de incertidumbre. Hoy el salario mínimo vital y móvil apenas llega a cubrir la canasta de indigencia, pero no llega a cubrir ni siquiera la mitad de una canasta de pobreza”.

“Una familia tipo de 4 personas donde dos de ellas cobran un salario mínimo, vital y móvil cada uno hace que lleguen a cubrir apenas la mitad de la canasta de pobreza”.

“Ante esta situación se ven declaraciones de dirigentes sociales, incluso propios del albertismo llamando a tomar medidas de fuerza, aún tímidas. El gobierno necesita dar un gesto político fuerte para sostener un rumbo, que hasta ahora no ha demostrado capacidad o interés en hacerlo”, finalizó.

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