Hace 50 años Sui Géneris llegaba a Bahía Blanca en medio del “show de los muertos”
Revivan los destellos de una historia olvidada del sudoeste bonaerense. Un testimonio sobre la primera huella de García en suelo bahiense en medio del accionar de la Triple A. Enciendan el motor de los sentidos y de la memoria, rescaten y pongan en valor las voces de Néstor Sánchez y Susana Koreck, engranajes de la producción y logística de aquella fecha. Pasen y háganse eco de testimonios y anécdotas que describen muy bien el pulso de aquellos tiempos violentos, como la posibilidad de que en el hotel donde se alojó la banda, habría funcionado un centro de operaciones de la patota de las AAA. Y más, mucho más… (Escribe Javier Tucci)
“Cuando el sol me viene a buscar, a llevar mis sueños al justo lugar”
El 25 de abril de 1975 cayó viernes, cómo hoy, y seguramente el sol resplandecía en medio de aquel teleteatro del futuro patafísica del sur, dándole la bienvenida a la banda conformada por Charly García (piano eléctrico, ¿melotrón?, sintetizador, guitarra y voz y composición); Nito Mestre (voz, guitarra y flauta); Rino Rafanelli (bajo) y Juan Rodríguez (batería), quienes esa misma noche se presentaron frente a una audiencia de más de 2500 jóvenes en el estadio Norberto Tomás del Club Olimpo.
La leyenda cuenta que fue Carlitos -Charlie le decían todavía- quien en uno de sus viajes bautizó a Bahía Blanca como BB, atribuyéndole a la ciudad de Carlos Di Sarli el mote de mufa, hecho que suponemos ocurrió hacia finales de la década o a principios de los años 80. Pero 1975 era otra dimensión, y Bahía no era la excepción a la regla de ese tango en segunda con gente en el baúl. Un hervidero en el que, tanto Charly como Nito, ya experimentaban viajes junto a PorSuiGieco y de canciones progresivas que, en algunos casos, llegarían a formar parte de La Máquina de Hacer Pájaros, luego del adiós final de los días 5 y 6 de septiembre en el Luna Park.
1975 fue un año con muchísimo movimiento rockero en la ciudad que funciona como entrada al sur argentino. El derrotero había comenzado el 20 de febrero con Invisible en el Palacio del Cine, con un Flaco Spinetta que aparecía por primera vez por estas latitudes para dejar atónita a la joven generación que no había podido presenciar sus proyectos anteriores con Pescado Rabioso y Almendra. Luego llegarían unas tras otras las producciones del colectivo conformado por los jóvenes Roberto Ricci y Néstor Sánchez -Tucho Bornick y Litto Bonfigli ya no eran parte del staff de la productora-, primero con la llegada de Sui, para continuar el 9 de mayo con Aquelarre y Litto Nebbia en Olimpo en lo que se conoció como Aquenebbia, y PorSuiGieco el 4 de julio en el mismo estadio Norberto Tomás.
“Tengo los muertos todos aquí, quién quiere que se los muestre”
Pero el sol del recibimiento era una pantalla a la oscuridad reinante, que no solo azotaba a los centros urbanos más grandes, la tiniebla también cubría el páramo bahiense por ser tierra de gran resistencia universitaria y obrera. No olvidemos que luego de la muerte de Perón el 1 de julio de 1974, López Rega, con el aval de la Presidenta Isabel Martínez, aumentó el terror de aquella organización paraestatal fundada en 1973 bajo el nombre de Alianza Anticomunista Argentina, más conocida como “Triple A”, siendo Bahía Blanca uno de los puntos claves para combatir -lo que ellos denominaban- “la infiltración marxista”, que brotaba cada vez más en los sindicatos y la Universidad Nacional del Sur.
En Bahía Blanca, la antesala de lo que vendría a partir del 24 de marzo de 1976 con el golpe de la junta militar, había comenzado a sentirse con fuerza en barrios populares y en el epicentro estudiantil, con aprietes, secuestros, bombas y asesinatos por parte de la patota al frente del sindicalista y jefe de la Triple A local, Rodolfo Ponce, quien contaba con el apoyo ideológico del diario La Nueva Provincia de la familia Massot. El mismo que adoptaría un rol colaboracionista a partir del golpe de 1976, el mismo que avalaría las desapariciones de dos trabajadores gráficos del medio como Enrique Heinrich y Miguel Ángel Loyola.
Editorial LNP. Foto mosaico de la revista La Pulseada, con el listado y los rostros de las 24 víctimas por parte de la Triple A en Bahía Blanca (H.I.J.O.S.). Fotos de pintadas con inscripción de la patota de la Triple A.
Es importante resaltar que, a tan solo 22 días del show de Sui Géneris, las AAA asesinaron al militante David “Watu” Cilleruelo en los pasillos de la Universidad Nacional del Sur. En ese contexto llegaba Sui Géneris, una banda que ya palpitaba la transformación física, sonora, lírica y estética, debido a que se habían deshecho del dúo folk para crecer como banda eléctrica con impronta de rock sinfónico y progresivo (**Billy Bond había traído para Charly de Estados Unidos un piano eléctrico Fender Rhodes, un sintetizador de cuerdas ARP String ensemble y un Mini Moog, lo que hizo al viraje musical de Pequeñas anécdotas sobre las instituciones, sonido que desembocaría en el próximo proyecto de García, La Máquina de Hacer Pájaros) y canciones que, mediadas por la metáfora, iban con los tapones de punta contra las instituciones de una Argentina que respiraba censura, muerte y desasosiego.
Sobre aquellos vientos cambiantes del sur, uno de los productores del concierto, Néstor Sánchez, sostuvo: “En ese momento no teníamos ni idea de los riesgos políticos que corríamos, y Bahía era muy densa. De hecho, un par de veces mientras pegábamos carteles, la policía nos martilló en la cabeza con revólveres. Tampoco teníamos idea de la dimensión artística y cultural que tenían esos recitales. Recién ahora, después de cincuenta años, uno va asumiendo que fue una movida extraordinaria”.
El incesante trabajo del colectivo de los jóvenes productores bahienses, había comenzado en 1973 con la contratación de artistas del llamado rock acústico, entre ellos León Gieco, Raúl Porchetto y el dúo Miguel y Eugenio. Luego vendrían otros shows, en una ciudad que ya contaba con un puñado de grupos que habían empezado a construir el mojón rockero local: nos referimos a Levque, Sentimiento y Horus, entre otros, en un ambiente con la policía, grupos de tareas y servicios de inteligencia por doquier.
La Nueva Provincia de paro / La Pelo mandafruta / ¿El hotel centro de operaciones de la triple A que alojó a la banda? / El dúo soporte que nadie recordaba
Mientras la revista Pelo mandaba fruta desde las páginas de su número 59, anunciando que Sui Géneris se presentaría durante los días 25 y el 26 de abril en el Teatro Municipal de Bahía, Charly, Nito, Rino y Juan, llegaban en tren por primera vez a la ciudad. “No recuerdo bien por qué organizamos esa fecha, porque no éramos fanas de Sui, que estaba a punto de separarse. Supongo que debe haber sido León Gieco quien nos dijo ‘lleven a los chicos’, o quizá Gabriel Melgarejo, el representante que los manejaba en esa época”, dijo Néstor Sánchez.
Por su parte, Susana “la Rusa” Koreck, narró con lujo de detalles cómo fue compartir un día junto a la banda. “En aquella época romántica de recitales por amor al arte, todos colaborábamos con algo y a mí generalmente me tocaba ser la chofer. En el caso de Sui Géneris, recuerdo que llegaron en tren a la mañana bien temprano, y los fui a buscar con el Ford Falcon de mi papá. El grupo viajó con los equipos y una vez en suelo bahiense los llevé al hotel Canciller, ese que todavía está en pie en la calle Brown al 600”, sostuvo Koreck.
Antes de continuar con el testimonio de Koreck, hago un paréntesis para poner en contexto que Luis Sellán, un testigo que declaró en los juicios contra ex integrantes de la Triple A en Bahía Blanca, dice en esta nota de FM De la Calle que el hotel Canciller de Brown al 600 podría haber sido un centro de operaciones de las Tres A, lugar de reunión de la patota comandada por el diputado nacional Rodolfo Ponce y el rector de la UNS, Remus Tetu***.
Continuamos con el relato de Koreck sobre la estadía de Sui Géneris en Bahía. “Al mediodía pasé a buscarlos por el hotel para ir a comer, creo que fuimos a alguno de los viejos carritos del parque de Mayo, porque siempre que venían bandas solíamos ir ahí. Y después de comer, no sé si lo propusieron ellos, fuimos a ver el mar, algo que hoy es una misión imposible en Bahía Blanca pero en aquella época era más fácil porque la petroquímica de Ingeniero White recién estaba en pañales. La termoeléctrica Luis Piedra Buena todavía no existía, y en ese lugar había una linda playita de pescadores con botecitos- la zona donde ahora está Ferrowhite, el museo- y ahí anduvieron un rato. Luego los llevé al hotel porque iban a dormir la siesta y alrededor de las 7 de la tarde los pasé a buscar para llevarlos al estadio, que se llenó con más de 2.500 personas”, rememoró Susana.
Revista Pelo N°59, pág. 46. Aviso promocional del show, publicado en el diario LNP el martes 22 de abril de 1975, pág. 11. Hotel Canciller en la actualidad. Formación Sui Géneris 1975. Estadio Norberto Tomás en la actualidad.
Ese día La Nueva Provincia no salió a la calle, nos enterarnos a través de la Hemeroteca de la Biblioteca Rivadavia y por los responsables del archivo de LNP-a través del director del Archivo Histórico Municipal de Punta Alta, Luciano Izarra-, quienes a mi consulta sobre la aparición de algún aviso promocional del show, advirtieron que ese día el matutino permaneció sin operarios, debido a un paro total del sector de trabajadores gráficos.
El paro no era uno más, ya se avecinaba el gran paro general nacional del 27 de junio en respuesta a las medidas económicas de lo que se conoció como el Rodrigazo, y en Bahía la cuestión se agudizaba puertas adentro del diario de la familia Massot. Según el periodista Diego Martínez en esta nota publicada en el portal de SIPREBA, “mientras los gráficos encabezaban los reclamos para que la empresa respetara el convenio colectivo de trabajo, exigencia que llegó a contar con el respaldo activo de los cinco gremios a los que pertenecían los trabajadores del diario, el Canal 9 y la radio LU2, un editorial anunció que ‘LNP se encuentra en guerra’ y en otro se presentó como víctima de ‘la infiltración más radicalizada’ ”.
En pos de reconstruir este hecho cultural, acudimos a las redes para captar la atención de los y las navegantes de aquella generación. Y si bien la cosecha de testimonios no fue como creíamos, les compartimos algunas palabras que fueron volcadas tanto en facebook como a través de audios de whatsapp. Uno de los comentarios provino del grupo de Facebook Bahía Blanca – Fotos de antes – Objetos y personajes, donde Nancy Romero sostuvo: “Recuerdo haber esperado el evento como si fuera lo más importante que pudiera ocurrirme; estábamos todos apretadísimos en los tablones de la tribuna del Norberto Tomás y un compañero de mi escuela fue telonero”. Al toque de su respuesta, contacté a Nancy para indagar sobre el dato arrojado de aquella banda telonera, pero no se acordaba nada, ni cómo contactar a ese ex compañero de escuela.
La idea de una banda telonera era impensada, porque ninguno de los productores se acordaba de haber contratado a alguna para esa fecha. Pero otra vez la memoria colectiva contribuyó a rescatar del olvido el dato de que sí hubo una banda antes, que en realidad se trató de un dúo folk de nombre Tito y Gustavo. La información llegó de la mano de Chingolo Losada, quien declaró en el grupo de facebook Fotos antiguas de Bahía Blanca: “Me informan que de teloneros estuvieron Tito y Gustavo, un dúo informal de Bahía. Sé que Tito hoy vive en Venezuela y es hermano de Roberto Armando Melinger”. Este puente derivó en el contacto con el citado hermano de Tito, uno de los integrantes de aquel dúo, quien oportunamente viajó recientemente de Venezuela a Bahía y narró cómo fue ser parte de aquella primera y única visita de una de las bandas más importantes de la historia de nuestro rock (porque digámoslo, para ese entonces hacían ROCK). “Efectivamente esa noche estuvimos con el dúo Tito y Gustavo, pero mis recuerdos son muy difusos. Creo que el contacto para que estemos en el escenario, vino de la mano de uno de los organizadores que conocía a la novia de Gustavo. El dúo tenía tres o cuatro canciones propias que eran de mi compañero, con música de los dos. Quizá el recuerdo más patente es que al salir a escena, me sentía bastante confundido con el sonido y creo que los nervios hicieron que cometiera un par de furcios”, dijo Dante “Tito” Melinger.
¿Hubo un tiempo que fue hermoso y donde se era libre de verdad? Quizá, desde la inconsciencia total, estos y otros shows más que se realizaron entre 1973 y 1976, nacieron de la necesidad de activar la máquina de ser-hacer felices a cientos de personas que luego -se sabía, lo sabían-, iban a perecer durante una larga noche.
EXTRADATA
*Foto mosaico de la agrupación H.I.J.O.S. publicado por revista La Pulseada, con el listado y los rostros de las 24 víctimas de la Triple A en Bahía Blanca: Fernando Antonio Alduvino, Ovidio Oscar Ancel, Hugo Norberto Ardiles, Alberto Noé Bayarsky, David Hober Cilleruelo, Carlos Alberto Davit, Carlos Dorñak, Gabriel Raymundo Ganuz, Julio Alberto García, Luis Jesús García, Manuel Santiago García, Rodolfo Celso Gini, Mario Oscar Golberg, José Manuel González, Nélida Ester Guiorzzo, María Isabel Mendivil, Carlos Aníbal Nakandakare, Ángel Enrique Ogues, Víctor Eduardo Oliva Troncoso, Alberto Mario Pojomovsky, José Alberto Surace, Salvador Julio Trujillo, Hugo Alberto Vita y Orlando Walker.
Cabe recordar que en abril de 2021, el TOF de Bahía Blanca condenó a prisión perpetua a Roberto Aceituno y a 10 años de prisión a Juan Carlos Curzio, Héctor Angel Forcelli y Osvaldo Omar Pallero, por encontrarlos coautores penalmente responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos contra 24 personas*, entre fines de 1974 y el inicio de la dictadura.
**Si observan el aviso promocional del show, publicado el 22 de abril de 1975 en el diario La Nueva Provincia, en la caracterización de Charly como ejecutor de instrumentos aparece el mellotron, pero en realidad García nunca tuvo uno (los únicos que tenían mellotrones en Argentina en ese momento eran Palito Ortega y Los Bárbaros). Al respecto, compartimos un pasaje del libro “Esta noche toca Charly” del groso de Roque Di Pietro, aparecido en la página 101: “El viernes 14 de junio de 1974 Billy Bond viajó a Nueva York con un par de prioridades: ofrecer a productores yanquis la realización de una versión anglosajona de La Biblia y comprar instrumentos para Sui Generis. La primera nunca se materializó. La segunda, en tanto, es un episodio que marcó el final de García tratando de llevar adelante su idea musical únicamente con un piano acústico como instrumento de cabecera y fue el inicio de uno de los más grandes malentendidos en referencia a su arsenal instrumental de esa época: el inexistente Mellotron de Charly”. Al ser consultado Di Pietro por este escriba, habiéndole trasladado la inquietud del melotrón, sostuvo que “García en ese momento también tenía un piano Clavinet Hohner, pero ese no se lo había traído Bond. Lo de la aparición de ‘melotron’ en el aviso del diario, es porque Charly le decía melotron al Solina String Ensamble”.
***Diego Kenis, en Agencia Paco Urondo.
Fotos de pintadas con inscripción de la patota de la Triple.
Agradezco a Hernán Bruno Díaz por el dato de la agenda de las actuaciones de Sui Géneris, aparecida en Revista Pelo N°59, pág. 46.