Hospital Penna: “Desarchivar la Memoria por la Verdad y la Justicia”

Con una muestra, intervenciones artísticas y otras actividades impulsadas por el Servicio de Trabajo Social, integrantes del hospital provincial promueven la reconstrucción de la memoria histórica en el marco del 24 de Marzo.

“Nuestra idea fue montar una muestra y a medida que la vamos montando, convocamos para hacer una actividad colectiva, son fragmentos y después vamos a armar todo un mural y ahí se va a ver la heterogeneidad de lo que se piensa y se quiere decir. Lo que desea y sueña la gente que se siente parte de este hospital”.

La jefa de Unidad, Natalia Videla, Ana Biera responsable de Trabajo Social y el residente Alan Llanos dialogaron con el móvil de FM De la Calle.

Biera comentó que “empezamos a trabajar en relación a poder encontrar material de la época de la dictadura pensando en el lugar del hospital en ese proyecto horroroso y encontramos algún material”.

El espacio en el que se llevó adelante la propuesta fue donde “confluyen todas las salas que ustedes pueden ver en el predio del hospital, incluso una de las salas fue intervenida por la Casa de Ronald McDonald. Hay un montón de edificios del hospital materno-infantil, que eso también es para pensarlo. Por el tema de la apropiación de bebés”.

“Lo que hacemos es abrir una puerta, ver que hay mucho material para archivar, para trabajar. Este hospital aún no tiene una política de preservación de la memoria, ni de recuperación de los archivos. No hay ni una placa en el hospital materno-infantil. Ha habido causas, todo eso está para estudiar, investigar”.

Natalia Videla expresó que “lo más importante que nosotros hemos hecho es acercarnos a cada uno de los espacio, conversar con los compañeros y compañeras, rescatar en primera instancia la historia de cada servicio, después poder mantener conversaciones con personas claves del lugar que podían unificar un poco la historia, casi la historia total de cuando el hospital era el viejo hospital hasta cuando pasó a ser el nuevo hospital, el actual Hospital Penna”.

“No nos imaginábamos, ni siquiera lo habíamos pensado. Desde que trabajo acá trabajo en neo y están los libros de parto de la época de la dictadura, si bien está resguardado, todo lo que está guardado ha sido por voluntad individual, no algo sistemático institucional. Por ejemplo los libros de parto, los abrimos y los miramos. Cantidad de veces hemos pasado por al lado y no los hemos mirado. Fotos y un libro publicado, teléfonos, expedientes”.

Además, encontraron “resoluciones, informes, planes que tienen que ver con la acción propia de los agentes de salud en determinadas épocas, como la guerra de Malvinas”.

Respecto al rol de los agentes de salud, refirieron que “ha habido una construcción y se nota el paso del tiempo, las diferentes improntas de la época, de como se veía a la persona cuando se hablaba de pacientes y como los vemos al día de hoy, el hecho de tener en cuenta sus deseos, sus decisiones, ir respetando esto que quiere para su vida, sus proyectos personales”.

“Nos encontramos con cierta filosofía del hospital de época, algunos que recién esbozaban como alguna palabra cercana que nos encontramos con una persona. Lo que vemos es que ahora la atención es muchísimo más interdisciplinaria y por ahí los registros están más centrados en registros médicos, una visión más médico-céntrica”.

Llanos comentó a su turno que “estuvimos buscando además de en este hospital, en el ex neuropsiquiátrico, buscando material y encontramos muchas historias clínicas de la franja temporal en la que fue la dictadura. Se hablaba mucho más de un objeto y, a lo largo de los años, se puede ver de a poco como progresivamente se empieza ver a la persona que viene a acceder a atenderse a la salud de otra manera y ese ya es un gran cambio. Ahí pudimos encontrar material fotográfico que hacen alusión a lo que fue el neuropsiquiátrico”.

De izquierda a derecha. Ana Biera, Natalia Videla y Alan Llanos.

“Desde la asociación, en la que participé como voluntario intentamos recuperar testimonios desde esa época de compañeros nuestros que han trabajado y han estado dentro del neuro psiquiátrico y la intención era producir material para que esté dentro del museo y la gente pueda sentir esa sensación de lo que sintió la persona que estuvo ahí”.

“Es un edificio cerrado y este también es un edificio cerrado, hay una ideología de encierro durante la dictadura y también en la política de salud mental de ese momento. Eso es lo distinto, lo que hemos caminado hacia la apertura. Este edificio estaba sellado, durante este tiempo se han abierto ventanas”, agregaron.

Los primeros años del hospital

“Si ustedes miran el predio, hay muchos edificios y todos eran como hospitalitos monovalentes. El hospital materno infantil, sala 10 que era de salud mental, el neuropsiquiátrico, sala 5 que era neurofisiología donde siempre estaban internadas personas que tenían tuberculosis. En el ’84 llegan todos esos hospitalitos a este que es general. En esa mudanza hubo gente que se llevó material para preservarlo y otro que se perdió”, relataron.

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