“La reconstrucción de una propuesta inclusiva e igualitaria desde la centroizquierda tiene que ser post kirchnerista”

La socióloga Maristella Svampa recurrió al concepto de “pedagogía de la crueldad” de Rita Segato al analizar el discurso de asunción del presidente Javier Milei.

En diálogo con FM De la Calle Svampa se refirió a la deshumanización como pilar fundamental de esa pedagogía, la predisposición del electorado de La Libertad Avanza frente al inminente ajuste y a la responsabilidad del kirchnerismo frente a la desaparición de la centroizquierda en el país.

Más allá del sector más duro que acompaña a Milei, ¿cómo ves al resto de la sociedad respecto al cambio que se le propone?

Tenemos un sector, un núcleo duro que acompaña la visión política ideológica de Milei, hiper liberal y libertaria, pero además como sabemos que sí es un voto transversal en la sociedad en términos de clases sociales, regionales, etcétera, hay sectores de la población que claramente expresan un hartazgo hacia los sucesivos fracasos de los gobiernos anteriores. El triunfo de Milei está muy ligado al fracaso de la clase política argentina de los últimos 40 años y ante ello han hecho una apuesta al vacío, una apuesta al cambio como tal más allá de su contenido.

Ese sector yo no creo que se haya fascistizado en términos de discurso pero por el momento apoya, aplaude a Milei. Vimos en la plaza de los Dos Congresos consignas como “No hay plata” y consignas que hablan abiertamente del ajuste.

Ni siquiera se pronunció la palabra casta en el discurso, efectivamente son esos seres de carne y hueso que trabajan todos los días, seres precarizados que van a ser víctimas o afectados del programa neoliberal que se intenta llevar a cabo.

Es una sociedad que está muy harta, en la cual no ha habido alternativas políticas y que ha abrazado una serie de distopías como las que plantea Milei al menos en el corto plazo, qué sucede en el mediano no lo sabemos. Es un escenario absolutamente abierto, la sociedad argentina es muy movilizada, no va a reparar en dar cuenta que se respeten sus derechos. Como además es una sociedad muy volátil en los últimos tiempos y expresa conductas muy exacerbadas o exageradas. Todo el mundo ha llamado la atención acerca de la aceleración del rápido crecimiento de la extrema derecha en Argentina porque, si bien es un fenómeno global, en pocos lados ha pasado que en dos años un partido nuevo que expresa ideas tan radicales haya llegado al gobierno. Eso tiene que ver con conductas exacerbadas de parte de nuestra sociedad.

Pero las respuestas al fracaso le van a llegar en definitiva al propio gobierno de Milei si es que su gestión, sus políticas, no tienen éxito. Hay un núcleo duro pero hay una gran masa de votantes de Milei que es muy probable que se despierte en unos meses resignificando todo lo que ha sucedido y que no sea tolerante a las políticas de exclusión.

¿Hay alternativas al ajuste?

Hay economistas heterodoxos que dicen que sí, que efectivamente las hay teniendo en cuenta que este año se presenta más promisorio desde el punto de vista de exportaciones que traerán más dinero a las arcas del Estado y que podrían ser el punto de partida de una reestructuración económica.

Hay diferentes biblias dentro del arco economista pero es cierto que hay un sector liberal económico dentro de la Argentina que insiste en que el ajuste es inevitable.

Es la primera vez que se expresa de manera tan contundente, tan descarnada, el hecho de que será un ajuste que va a afectar al conjunto de la población, que va a generar más pobreza y exclusión. Es difícil aceptar una propuesta de este tipo. Puede haber un conjunto de políticas de ajuste con políticas más progresivas pero eso no es algo que esté en la agenda de Milei y es cierto que el programa heterodoxo del último gobierno ha fracasado. Con lo cual, tiene poca chance de ser legitimado en corto plazo. Y es así como seguimos los argentinos en los últimos 10 años hemos ido de un lado al otro, de políticas heterodoxas a políticas neoliberales más o menos ortodoxas sin que se lleguen a consolidar políticas públicas que abran otra perspectiva de país.

“Hay un gran desafío que es más de la clase política argentina, la que nos ha traído acá, no de la sociedad argentina que en definitiva no creo que se merezca ese castigo tan atroz que hoy se manifiesta de manera tan descarnada”.

En cuanto a una alternativa política al péndulo argentino, ¿cómo se desanda ese camino y cuál es tu mirada hacia las acciones de los sectores populares, de las izquierdas o progresistas que en definitiva tampoco han comprendido lo qué estaba pasando?

Coincido con eso. De hecho escribí un par de artículos cuando asistimos con sorpresa a los resultados de las PASO. Efectivamente lo que muestra eso es el fracaso de ciertas propuesta políticas con vocación democrática, igualitaria, como las izquierdas que no han estado a la altura pero también la centroizquierda plural, igualitaria, no absorbida por el kirchnerismo.

El kirchnerismo deglutió e incorporó, absorbió, destruyó toda posibilidad de centroizquierda independiente. En 2019 casi toda las centroizquierdas que había en el país confluyeron en el Frente de Todos y fueron absorbidas por él, con lo cual dejaron a todo un electorado que se sentía representado en un momento de avance global de las derechas. Ahí vemos también que parte de esta respuesta tiene que ver con el ascenso del feminismo, es parte de una reacción conservadora que descalifica sobre todo los avances de los feminismos y la diversidades sexuales. Lo que la extrema derecha global llama el marxismo cultural.

Esto se da en un momento en el que en Argentina nos quedamos sin centroizquierda posible más allá del kirchnerismo. Es responsable también de esta debacle político-ideológica. Yo creo que cualquier posibilidad de reconstrucción de una propuesta inclusiva e igualitaria desde la centroizquierda tiene que ser necesariamente post kirchnerista, de eso no hay dudas. El kirchnerismo dejó además entrampado en una polarización con la derecha, la extrema derecha que se venía, sin ver siquiera ese posible pacto que finalmente se realizó entre la derecha y la extrema derecha que es la que hoy gobierna y va a gobernar los próximos años nuestro país.

Hay un gran desafío que es más de la clase política argentina la que nos ha traído acá, no la sociedad argentina que en definitiva no creo que se merezca ese castigo tan atroz que hoy se manifiesta de manera tan descarnada.

En toda América Latina está sucediendo esto con pocas excepciones, creo que una de las pocas es Petro en Colombia, es inclusive una centroizquierda socioambiental, algo que promovemos en los espacios en los cuales yo trato de tener una conversación pero en el resto de los países lo que vemos es una centroizquierda más encerrada, enclaustrada en la polarización propia y muy poco sensible a la autocrítica.

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