La UNS estrena serie de microrrelatos a 40 años de Malvinas
Los episodios de “Malvinas, la guerra en casa” se podrán ver desde este fin de semana en las redes del Archivo de la Memoria de la universidad. El docente e investigador adjunto del CONICET, José Marcilese, adelantó los ejes de la producción audiovisual a FM De la Calle.
“Habitualmente lo que más se ve de Malvinas está centrado en el conflicto, la mirada de los ex combatientes, la idea acá es mostrar la cotidianeidad de Bahía Blanca y otras ciudades del sur del país durante la guerra”, dijo.
La producción abarca 4 capítulos breves de alrededor de 5 minutos cada uno. “Seguramente se vaya estrenando de a uno por semana para poder darle una mejor difusión. El eje del trabajo son los testimonios de los vecinos y sus memorias. Son microrrelatos que podrán verse en las redes sociales de la UNS, disponibles desde el 1 o 2 de abril en el Facebook, Instagram y Youtube del Archivo de la Memoria y seguramente en las cuentas de la Dirección de Medios Audiovisuales que, por medio de Emiliano Ayestarán, hizo el trabajo de llevar a la realidad una idea”.
“Aquí se dieron una serie de decisiones que tuvieron que ver con involucrar a la población en el conflicto. Lo más distintivo de este aspecto fueron los oscurecimientos, esa especie de simulacro o acciones que se daban después de las 18 por instrucción del gobierno local y Defensa Civil, donde se entendía que la ciudad oscurecida podría dejar de ser un potencial blanco para un ataque aéreo”.
“Ya en ese momento se cuestionaba la operatividad o efectividad de los oscurecimientos. Yo creo que tenía más que ver con involucrar a la población en un esfuerzo de guerra, en una gesta militar”.
Marcilese comentó que “para esto se generó toda una estructura municipal. El Municipio a través de Defensa Civil y los encargados de manzana que controlaban que los vecinos taparen correctamente sus ventanas y no hayan quedado luces externas de las casas prendidas. Si se transitaba en automóvil se debía hacer con los faros cubiertos, con las partes metálicas cubiertas con cal para que no produzca reflejos, bueno, eran cosas bastante absurdas. También se dispuso algunas áreas de evacuación en las afueras de la ciudad. Recuerdo que el Club El Nacional había sido designado como tal”.
“Los que tenemos algunos años y estamos llegando a los 50 seguramente recordemos perfectamente los operativos de evacuación de las escuelas a los patios, de las ventanas cubiertas con cinta para que en el caso de una explosión los vidrios no estallen, de escondernos abajo de los bancos cubiertos con las camperas hasta la salida ordenada al patio curso por curso”.
“Asimismo, se vio un fuerte compromiso de la ciudadanía que donó dinero, bienes, alimentos, cigarrillos, cualquier cosa que fuera para mejorar la condición de los combatientes. Fue un proceso poco transparente, como todo lo vinculado a materia económica dentro de la dictadura, y nunca se supo que de todo eso pudo llegar al frente”, recordó.