“Las ambulancias no salen para hacer daño”
La Asociación de Profesionales de la Salud Municipal se movilizó frente al palacio comunal para repudiar la condena a la médica Renata Pierini Lerner por el homicidio culposo de Micaela Hernández y Ramiro Gavilán por monóxido de carbono en el Barrio Las Cañitas.
Un jurado popular la encontró culpable por su rol como responsable de la ambulancia que se acercó al lugar y se retiró al no ser atendida. La resolución motivó el descontento tanto de la defensa como del fiscal Cristian Aguilar porque terminó con la absolución del operador del 911, Juan Manuel Sánchez.
El abogado de Lerner, Sebastián Martínez, pidió ayer la nulidad de la causa, La dra. Claudia Fortunatti, titular del Tribunal Criminal Nº2, deberá resolver el planteo y determinar el monto de la pena de la médica.
“Entendemos el reclamo de que se juzgue nuestro accionar. Y como cualquier ciudadano o servidor público estamos expuestos a ello. Entendemos que los pacientes y sus familiares nos griten y descarguen su angustia ante situaciones de gravedad. Entendemos que a veces nos agredan y nos amenacen. Porque eso nos pasa todo el tiempo. Incluso nos golpean, literalmente. Parte de nuestro trabajo es contener y acompañar en momentos de gran angustia bronca y tristeza. Y así lo hacemos”, manifestaron desde la APSM.
Desde las escalinatas de Alsina 65, agregaron: “Lo que no entendemos es que se nos quiera usar como chivo expiatorio de turno. No entendemos por qué se nos exigen resultados infalibles mientras trabajamos en situaciones inadecuadas y desfavorables. La sociedad debe aceptar que no somos dioses ni tenemos poderes especiales. No podemos adivinar el futuro ni ver detrás de una pared. No somos distintos al resto de las personas. No salimos a trabajar con la intención de hacer daño ni tampoco somos asesinos”.
“Por eso, le pedimos a la sociedad que tenga expectativas realistas y deje de ponernos en la cima del Olimpo o en lo más profundo del infierno. Somos personas que dedican su esfuerzo y entrenamiento a hacer el mayor bien posible, para otros”.
Las y los profesionales sostuvieron que “el problema no es una condena desfavorable. El problema es el juicio de un jurado que está compuesto por personas que viven y forman parte de una sociedad hostil y con enojo crónico. Y los profesionales de la salud somos sistemáticamente blanco de ese enojo. Así no se puede juzgar y ha quedado demostrado que de esa manera no se juzga con criterio”.
“Si el fiscal buscaba justicia debió preguntar primero por el responsable de la presencia de monóxido de carbono. Pero no lo hizo. Y después sí vayamos a analizar las responsabilidades que le siguen. Discutamos sobre las comunicaciones del operador y discutamos las responsabilidades del sistema de salud. Pero no al revés”.
“La ambulancia no fue para generar daño. Las ambulancias no salen para hacer daño. Por esto le pedimos a la sociedad y los responsables de impartir justicia que recuperemos la coherencia y seamos realistas con las expectativas del sistema de salud”, afirmaron.
Por último, advirtieron que “no se resuelve nada si solo se busca una condena para quien está para ayudar y se ignora el origen de los problemas. Por esto le pedimos a la sociedad y los responsables de la justicia que recuperemos la coherencia y se juzguen los hechos con la importancia que a cada parte le corresponde”.