Los frigoríficos recuperados y el debate por el precio de la carne
La Mesa Nacional de Frigoríficos Recuperados, integrada entre otros por el bahiense INCOB, se posicionó sobre el cierre de las exportaciones de carne y propuso un plan integral ganadero para garantizar precios populares.
“Este año se empezó a tener reuniones de frigoríficos recuperados del país. Sumando la capacidad productiva podemos llegar a un 10% de la producción nacional. En el mercado obviamente las cámaras patronales están agrupadas, hacen lobby, presionan, incluso en contra de las cooperativas. Por ejemplo, el gobierno de Macri había sacado una resolución que impedía a las cooperativas comprar animales y vender, teníamos que faenar para terceros, nos teníamos que dedicar a ser pobres”, dijo a FM De la Calle Nicolás Seitz, trabajador de INCOB.
Según informaron, “la Matrícula Abastecedora es la que permite comprar hacienda vacuna en pie y vender las medias reses en gancho. La Resolución 21/E 2017 Anexo I determina arbitrariamente que las cooperativas no pueden obtenerla y que, por lo tanto, estamos en desventajas comerciales con las empresas del sector y solo podemos ser prestadores de servicio”.
Seitz señaló que si bien recorrieron “oficinas en provincia y en el Ministerio de Agroindustria, no hemos sido escuchados en esto que es lo más básico, que es el pedido de la faena propia”.
La vigencia de esa normativa “nos afecta totalmente, hoy tenemos unos 10 u 11 usuarios que faenan en el frigorífico y venden en la ciudad, nosotros compramos y faenamos alrededor del 30% de la producción. Es totalmente distinto el ingreso que tenemos por faena propia que por faena a terceros. Si no tuviéramos la posibilidad de faena propia estaríamos cobrando la mitad del retiro”.
Respecto al Plan Integral Ganadero explicó que quieren “colaborar y participar en las negociaciones, somos parte de la cadena, representamos un porcentaje dentro de la producción, sin embargo, no se nos llama a participar en ninguna instancia. Tenemos ideas, conocimientos de los costos”.
Del campo a la mesa
La cadena de producción de la carne “se compone del productor de distintas categorías, productores chicos de cría y engorde, otros que se dedican a la cría que después los venden a los feedlots que se dedican a la terminación del animal en el campo. De ahí pasan a los frigoríficos, a veces a través de intermediarios, consignatarios de hacienda. Hay frigoríficos de consumo, que son los que van al mercado interno, que faenan poco y frigoríficos grandes que abastecen al conurbano o que se dedican a la exportación que son quienes fijan los precios”.
Seitz explicó que “el Mercado de Liniers fija precios, los productores locales se manejan con esos valores, ese mercado está tremendamente concentrado, los compradores son los grandes supermercados de Buenos Aires y ellos son los que lo manejan”.
“El tipo de producción ha variado mucho, se hace mucho feedlot, que se hace en poco terreno. Muchas tierras que se dedicaban al engorde por pastura no se hacen más, se siembra el grano de turno y parte de esos granos se usan para engordar animales. Eso afecta en la cantidad de cabezas de la región. Antes de que suban los precios el año pasado, era muy difícil conseguir animales en la zona porque hay cada vez menos productores”, agregó.
Exportaciones y aumento de precios
Semanas atrás el gobierno anunció el cierre de las exportaciones de carne para intentar controlar los precios del mercado interno. Dicha medida no tuvo éxito dado que la Mesa de Enlace decidió cesar con la comercialización de carne hasta tanto no se levante la normativa y la disparada de los valores fue mayor.
“No es un tema que se trate día a día en asamblea, sí desde el frigorífico vemos positivo la intervención del Estado porque dejar el manejo del mercado de los principales operadores hace que pase lo que pasó, que el precio se haya disparado más allá que cualquier otro precio. Después del cierre de las exportaciones ha bajado el precio de la carne, a mostrador tarda un poco más”, dijo Seitz.
“El aumento de precios fue tremendo, ni nosotros podemos comprar la carne para comer en casa, ahora ha mejorado un poco. La perspectiva es de pequeña estabilidad pero muy frágil porque el bolsillo no alcanza para nada, lo vivimos en la venta en la carnicería como nosotros en los retiros”, afirmó.
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