Megacausa Zona 5: pidieron sanciones para un imputado por sus expresiones machistas
“Impecable doctor, se lo culió con la poronga muerta”, dijo durante una audiencia el represor y abogado Enrique Stel. La Fiscalía y las querellas reclamaron una sanción pecuniaria y el apercibimiento por su actitud.
Stel está imputado por haber planificado y consumado los crímenes de lesa humanidad sufridos por 51 víctimas. En 2019 se le imputaron también delitos sexuales.
“Esta situación que se dio con Enrique Stel, tuvo lugar de manera casi inmediata a que el tribunal comunicara una serie de rechazos a partir de la Fiscalía, se advierte el carácter machista y de contenido sexual de la expresión”, aseguró en FM De la Calle el fiscal Pablo Fermento.
La desagradable intervención tuvo lugar después del rechazo de un recurso de Casación que planteó la Fiscalía contra la decisión del tribunal de no incorporar al objeto procesal las violaciones y abusos sexuales en contexto de encierro ilegítimo en los años del terrorismo de Estado.
“Consideramos que la frase tenía una carga de violencia sexual simbólica sobre las mismas mujeres sobre las cuales Stel se encuentra acusado de haber cometido estos crímenes”.
El fiscal sostuvo que “esta inconducta o este tipo de insultos ya son reiterados durante el proceso”.
Solicitaron que se adopten medidas y, en el caso de Stel, sea el mayor castigo que establece el Código Procesal Penal dentro de las facultades de dirección que tienen los tribunales en las audiencias. Por ser su propio representante legal, buscarán además que sea sancionado por violar los deberes de la profesión.
“Enumeramos una serie de situaciones como expresiones de uno de los imputados, el señor Adalberti, insultando a uno de los abogados de la querella, llamándolo en el medio de la audiencia ‘zurdito viejo'”, añadió en referencia a los imputados Humberto Adalberti y Alberto Daniel Rey Pardellas, quienes agredieron a Sebastián Metz, querellante por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Provincia y a Anahí Junquera, querellante de H.I.J.O.S. e hija de dos víctimas de la causa, desaparecidos cuando ella tenía 6 meses.
Adalberti le dijo a Metz “zurdito viejo” mientras que Rey Pardellas pidió al tribunal “si es tan amable me puede decir dónde están las querellas, hay una de pelo largo y anteojos que no figura el apellido y quiero saber quién es ya que vive de nuestra situación. Por lo menos quiero saber el apellido”.
“El mismo Adalberti en otras oportunidades mostró desprecio hacia la audiencia, afeitándose en cámaras o mostrando la cámara a la entrepierna”, puntualizó Fermento.
“Hay dos tipos de sanciones para todas las partes que están en la audiencia, incluso para las que están asistiendo como público”, aclaró.
En la audiencia de este lunes, la abogada Mónica Fernández Avello hizo hincapié “en el ataque misógino y machista de los dichos de Stel, máxime cuando él se halla acusado -entre otros- por delitos sexuales” y adhirió “a que se le dé una multa en el máximo que prevé el art. 159 y se eleven las actuaciones al Colegio de Abogados de la Capital Federal para las sanciones que ellos consideren pueda haber.
Por su parte, Alejandra García destacó que “son conductas reiterativas que no son accidentales, tienen que ver con el contexto en que estamos y, particularmente Stel, tiene carácter de abogado y corresponde que se maneje como nos manejamos todos entre colegas, con el mismo respeto, no tiene cualquier profesión, es abogado y está en un tribunal. Se puede apreciar que muchos imputados se rieron, muchos de los defensores se asombraron pero estaban ustedes presentes, estaba el secretario”.
El represor reconoció que “me hicieron notar durante el fin de semana que tuve un exabrupto”, planteó que “estaba muy feliz” por la remoción de una jueza en una causa ajena al juicio y pidió disculpas “a todas las partes”.
Su codefensora, María Laura Olea -hija del genocida condenado Enrique Braulio Olea- primero se mostró sorprendida por el reclamo de la Fiscalía y afirmó que no había escuchado el improperio. Luego de la excusa de Stel agregó que “las facultades disciplinarias habían cesado toda vez que estábamos en tiempos en que la audiencia se había cerrado y esto fue una conversación del ámbito privado que lamentablemente se escuchó”.