¿Qué es el canje de deuda externa por acción climática?

El economista Francisco Cantamutto explicó en FM De la Calle qué se está negociando en la Cumbre del G20 y de la COP26 en relación al pago de la deuda con el FMI. Una alternativa “consistiría en que los acreedores acepten canjear parte de su deuda por una inversión con el fin de mitigar o adaptarse al cambio climático”.

“El G20 no es más que una instancia de coordinación, que es distinto a la Cumbre de Gasglow que tiene mandato de la ONU. Se firmaron los acuerdos de París para la reducción de emisiones ligadas al CO2, fueron pactos tienen fuerza de derecho. Se vinculan las dos cumbres porque para Argentina en la torta de dinero que debe -la deuda con el FMI, la del Club de Paris y la de acreedores externos- una de las ideas que más fuerza empuja tiene que ver con el canje de deuda por acción climática”, esgrimió Cantamutto.

Recapitulando las gestiones de las últimas semanas, el especialista dijo que “lo que parece haber alcanzado una barrera es la negociación de buena fe con el FMI. Se trasmitieron las declaraciones poco simpáticas del nuevo embajador donde presionan de manera abierta a la Argentina y a alinearse con la política norteamericana. Parece que dentro del FMI no habría demasiadas concesiones”.

“La semana pasada, Martín Guzmán (Ministro de Economía)   aceptó participar de una conversación junto con Andrés Arauz, quien fuera ministro en el gobierno ecuatoriano, y Yanis Varoufakis, (ex ministro de Finanzas de Grecia), una actividad organizada por la Revista Crisis. La diplomacia tiene mucho de estos pequeños gestos. Anunció una serie de propuestas programáticas a revisar, tiene que ver con formar clubes de países deudores, formar fondos de sostenibilidad, auditar las deudas, someterlas a escrutinio público y, al lado, Yanis Varoufakis llamando a desobedecer los pagos. Guzmán está tratando de señalar que si no conceden algo él tiene que ir para ese otro lado. El juego de presiones está sobre la mesa y tiene que ver con que el FMI no está dispuesto a reconocer la corresponsabilidad ya no solo con una quita sino que sigue el problema de sobretasas”, dijo.

¿Qué son las sobretasas?

“En el FMI todos los países contribuyen con una parte y en función de esa cuota pueden retirar. Cuando sacan por encima de esa cuota que corresponde se cobra una sobretasa, un precio por encima de eso. Argentina le corresponde pagar el máximo de la cuota que es el 4.05%, unos mil millones de dólares al año, es una cifra relevante. Se apuesta a reducirla al 1% – el valor más bajo- aduciendo que se prestó por encima de la cuota, que se podía anticipar que se estaba fugando y se le siguió habilitando deuda”, explicó Cantamutto.

Agregó que “sería una manera de que el FMI reconozca su corresponsabilidad. En la declaración del G20 se incluyó este punto, así como un señalamiento respecto a la necesidad de tratar la deuda de países de ingresos medios como Argentina”.

Algunas iniciativas

El economista explicó que “hubo un avance diplomático sobre este punto y sobre esto siguen en Glasgow, en el directorio del FMI esto no está preparando y sigue trabado, como siguen trabadas otras dos iniciativas”.

Son, por un lado, “crear un fondo para que parte de esos Derechos Especiales de Giro -se emiten en base a la cuota que aporta cada país, el 60% fue a países que no lo necesitaban pues son los de mayores ingresos- se distribuyan a los países que los necesiten. La creación de este fondo eventualmente tendría chances de prosperar porque es voluntario y cada país dona”.

En segundo lugar, “la creación de un fondo de resiliencia. Ya es un hecho indiscutido que estamos a una crisis climática, ante esto hay una presión significativa de la opinión pública, hay un consenso científico y académico de que hay que reducir la contaminación de manera inmediata. Hay países que lo viven como una urgencia, son muchos estados pequeños, islas del Caribe, Oceanía, en ciertas partes de Asia, economías de por sí empobrecidas que sufren los embates del cambio climático y no tienen recursos para resolverlo”.

“Para generar esos fondos es necesario que vayan a algún lado, que se centralice. De realizarse, tiene dificultades técnicas: ¿con qué criterios se asignan? ¿qué criterios se ejecutan? Argentina insiste que se tiene que constituir un fondo de donaciones, si no canjeando deuda por acción climática. Esto ya lo dijo Cabandié, se insistió en Italia, ante la ONU y ahora se lleva esta idea”.

Cantamutto argumentó que “consistiría en que los acreedores acepten canjear parte de su deuda por una inversión con el fin de mitigar o adaptarse al cambio climático. Los canjes no son nuevos, en general han sido pequeños, de manera que no resuelven el problema de la deuda, hay tecnicismos. ¿Esos canjes van a implicar la creación de un comité técnico de vigilancia que incluya a las organizaciones sociales? De ser así podríamos tener alguna chance de que no signifique un gran negocio donde se canjea deuda por la necesidad de importar materiales de otros países”.

¿Cómo se haría el canje?

“Una alternativa es que entren dólares nuevos si el canje de realiza a través de ese fondo. Lo que quieren hacer es crear un fondo gigantesco, ingresarían dólares que irían a inversiones concretas.  Otro escenario es que se canjee la deuda y que los dólares de pago se canjeen en moneda nacional y se invierta en pesos”, dijo.

Comentó que “generalmente los canjes que han existido, son los bilaterales entre dos Estados. Los Estados acreedores lo contabilizan como ayuda de cooperación o asistencia para el desarrollo. Esa ayuda o deuda no cobrada la contabilizan no enviando otros fondos. Esto es otro problema porque si los países desarrollados dejan de enviar esos fondos y lo contabilizan al canjearlo, el esfuerzo recae sobre el país de escasos recursos y la ayuda es más limitada. Se insistió con que no se debe canjear las fuentes”.

“La buena noticia es que hay múltiples modalidades no necesariamente un canje de deuda por acción climática implicaría un problema pero las luces de alarma tendrían que estar prendidas. Podríamos estar ante una nueva legitimación del auténtico fraude. Tenemos el riesgo que implique compromisos de inversiones en las cuales se ponga en riesgo el patrimonio de recursos locales o la obligación de realizar grandes inversiones que impliquen grande negocios en multinacionales”, apuntó

Cantamutto dijo que “si se canjea deuda por acción climática y parte es un proyecto concreto, elaborar parques eólicos, se le da facilidad para comprar partes a países desarrollados, el tema es que lo producen ellos, el efecto de creación de valor y trabajo se da en esos países y acá se nos van los dólares y como quedan en manos de las multinacionales se remiten ganancias afuera. La última sesión del Senado se prorrogó la ley para regularizar tierras de pueblos originarios, alguna de estas tierras podría ser cedidas a algunos emprendimientos. Esta clase de luces de alarmas tiene que estar presentes”.

Para el economista “tenemos un escenario abierto dificultoso, donde el gobierno no está interesado en cuestionar la legitimidad de la deuda. Si tiene capacidad de discutir en sentido de que no es solo un problema de Argentina, la crisis climática es un problema en todos los países del mundo. ¿Esto va a ser necesariamente para bien? No me atrevería a llegar a tanto. Es un escenario novedoso”.

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