“Se trabaja para, con y en el ambiente para sensibilizar”

Silvana Cinti, profesora en geografía y autora de “Las Islas de la bahía Blanca” visitó el estudio de FM De la Calle para referirse a la presentación del libro en la Feria de Sierra de la Ventana. La actividad será este domingo a las 15.

Cinti se especializó en un posgrado en Educación en Ambiente para el Desarrollo Sustentable. “El 13 de febrero de 1520, en el derrotero del viaje de la expedición de Magallanes, ya hay una referencia porque la nave que transitó estas costas, la nave Victoria, tuvo muchas culadas, dice el texto en español, o sea, como que tocó fondo a los 39 grados 11 minutos y la referencia es que la isla Trinidad se llama así por la nave capitana de la expedición de Magallanes, que eran cinco y acá llegó a esas costas la nave Victoria. Así que la primera referencia es esa”, relató.

“Desde el primer censo ya había tres personas en 1869 y en 1895, 47, así que evidentemente tenían una actividad muy importante. Mayormente hacían actividad ganadera y después agrícola ganadera”.

En las islas, que catastralmente pertenecen a Villarino, se fue controlando la actividad a través de la configuración de distintos organismos. “Cuando se inicia el Área Protegida, el 7 de abril del año 1998, dependíamos del Ministerio de Asuntos Agrarios. Después hubo otro organismo, después OPDS, Organismo Provincial para el Desarrollo Sustentable, y actualmente Ministerio de Ambiente”, explicó.

“A lo largo de muchos años todo el ambiente costero marino me atrapó, pero siempre cuando comparto con el público, charlas que doy en colegios, para mí ‘paisaje’, que como geógrafa es lo que vemos, lo que percibimos, tiene dos connotaciones. La objetiva, que es lo real del paisaje, que es el inicio de las cadenas alimentarias, para turismo, para economía, para dispersión, ocio, contemplación, etcétera. Y lo subjetivo, si a vos no te gusta el sol, los mosquitos, la arena, los yuyos, esto es una porquería, pero a mí me atrapa porque lo pongo en valor, lo que hay que sensibilizar”, añadió.

Acerca de las familias que dieron nombre a las islas, señaló que “la Bermejo tiene mucha historia, inicialmente en 1935, el gerente de la empresa Bunge & Born, con cuatro socios más como emprendimiento privado, tenían parideras de cerdos. Actualmente hablo que todas estas ruinas, estos vestigios materiales, transmiten un patrimonio inmaterial muy rico, porque ahora ya no se evidencia el nivel que tuvo. Hay cosas que tuvieron que tirar abajo por riesgo”, detalló.

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