Victoria Aure: “Han sido dos años duros pero todo lo que he planteado lo estamos pudiendo hacer”
Tras el doble femicidio de Myriam Velázquez y Mariana Bustos, y a pocos días de cumplirse un año del travesticidio de Rosario Sansone, la directora de Género del Municipio de Bahía Blanca visitó FM De la Calle para analizar las violencias de género en la ciudad y detallar los programas, dispositivos y políticas vigentes para prevenir, contener y acompañar a las víctimas.
¿Qué reflexión hacés en este contexto de violencia hacia las mujeres, que se recrudeció con un femicidio cada 26 horas en octubre?
Estamos muy preocupadas como todas y muy triste también lo que pasó con Myriam y con Mariana, lo que pasó el año pasado con Rosario. Impacta mucho también el fuego en el medio, borrando y arrasando con todo. Es un contexto muy complejo donde vemos cómo se recrudeció la violencia en general y la violencia de género en particular en estos últimos años, con discursos de odio y de deshumanización que también habilitan estas acciones, que lo más extremo no son los femicidios, pero vemos violencias y micro violencias constantemente y algunas cuestiones que nosotros creíamos que ya habíamos avanzado, cómo se retrocede, pero la crueldad y estos 23 días de octubre con la cantidad de femicidios y la envergadura y lo masivo, triple femicidio, doble femicidio acá, doble femicidio de vuelta en Córdoba. También el de Córdoba demuestra potentemente el peligro de los discursos de odio y de esta avanzada sobre nuestros derechos.
En particular acá en Bahía también estamos muy afectados. Las situaciones de violencia que nos llegan a nosotros a la dirección son cada vez más muy complejas también, porque está atravesada por toda la crisis económica y todas las cuestiones sociales que también estamos atravesando. Así que son momentos difíciles. Con un Estado Nacional que ha decidido borrarse, correrse con las políticas públicas que lleva adelante y que encima cuestiona. Dice que la ideología de género, el peligro de la ideología de género. Nosotros, por ejemplo, bajamos un programa de provincia con los que compramos máquinas de coser y potenciamos tres talleres de costura distintos en el territorio. Cuando nosotros hacemos los comodatos para darle las máquinas de coser a estos tres lugares distintos, van al Concejo Deliberante. Cuando llegan, para que los remienden, a mí me llega un pedido de informe de una concejal de Avanza Libertad, o de la Libertad Avanza, cuestionando y diciendo que la ideología de género ha afectado a la subjetividad bahiense. Es ese nivel de discusiones. Entonces, es muy preocupante que se bajen esos discursos porque habilitan un montón de cosas.
¿Cuáles son las políticas vigentes? ¿Podés hacer un racconto de esos dispositivos vigentes y programas y políticas de prevención, de atención, de contención y de acompañamiento?
Nosotros en el municipio tenemos, por un lado, la Dirección de Género, que se integra por la dirección propiamente dicha, que está constituida por equipos interdisciplinarios. Tenemos psicólogos, trabajadoras sociales, abogados y abogadas. Y después también tenemos el dispositivo del hogar de protección integral. Nosotros atendemos en Belgrano 177 de lunes a viernes de 8 a 14:30 y también atendemos en seis lugares de la ciudad una vez por semana. Estamos en Spurr, en Ingeniero White, en Vista Alegre, en El Piñeiro. Después les pasó bien.
Estamos en zona norte, en Harding Green y en Miramar. Ahí lo que nosotros hacemos son abordajes integrales de las situaciones o de las personas que nos llegan que están atravesando o han atravesado y están saliendo de alguna situación de violencia de género. Ese es el abordaje particular.
Después tenemos otras herramientas como los dispositivos de botón antipánico para los casos que ameritan una protección específica. Después trabajamos en la promoción y en la prevención. Propiamente, para acompañar en cuestiones económicas, nosotros vemos que lo que atraviesa y hace perdurar la violencia, más allá del círculo de la violencia, las cuestiones subjetivas y demás, también hay una gran influencia de la cuestión económica y de lo habitacional. En ese sentido, el municipio tiene ayudas económicas. Nosotros creamos nuestro programa de ayudas económicas que se llama Impulsar. Los equipos evalúan si la persona requiere esa asistencia.
Tenemos esa asistencia que, por supuesto, no alcanza como alcanzaría un programa nacional. Nosotros antes teníamos el Potenciar y el Programa Acompañar, que eran erogaciones monetarias un poco más altas que las que nosotros podemos dar desde el municipio.
¿Cómo es acceder a esto? ¿De qué montos estamos hablando? ¿Por cuánto tiempo? ¿Cuál es la evolución?
Eso depende de la situación de la persona. Quienes evalúan el ingreso no es que llegas a la dirección de género y te vas con una ayuda económica, porque para nosotros también la ayuda económica es una herramienta más en la intervención de acompañar a esa persona a pensar nuevo qué quiere hacer, cuál es su deseo, cómo la podemos acompañar en eso y poder pensar una vida libre de violencias, como el espíritu de la intervención. Siempre interviene un equipo interdisciplinario, una trabajadora social, una psicóloga, un abogado, una abogada, y esa dupla que atiende y que acompaña es quien presenta la ayuda económica y quien pone el monto. Varía según la situación y según la particularidad de cada una de esas personas que se acompañan y el tiempo también va variando, no es fijo.
¿Cómo es el proceso desde el llamado hasta la contención que ofrecen a nivel local?
La persona ya llega con una situación de violencia, puede acercarse a nuestras oficinas de manera espontánea y ahí llega y se la atiende, capaz que tiene que esperar un ratito porque se está atendiendo a más gente. Después también les paso el número de WhatsApp y la gente nos escribe ahí y coordinamos el día y el horario que mejor le queda a la persona o le decimos que se acerque cuando quiera.
Después también a nosotros todas las resoluciones que salen del Poder Judicial sobre denuncias en relación a la violencia de género, que tienen una orden de restricción, que nos solicitan un botón antipánico, una exclusión o que nos notifican de que esa persona realizó esa denuncia y que se resolvió algo en instancia judicial, nos llega a través del Poder Judicial. Entonces en ese caso nosotros llamamos a todas esas personas, les contamos qué es lo que hacemos y coordinamos que se acerquen y empezar a acompañarlas en ese lugar. Eso es cuando no está sucediendo la emergencia en ese momento.
Cuando uno está atravesando la emergencia y demás, hay que llamar al 911 y también nosotros tenemos la guardia de género que funciona como las guardias del municipio a través del 107 y el 109, cualquiera de las dos centrales derivan a la guardia de género. La línea 144 todavía funciona en la provincia, entonces uno llama al 144 y hay equipos de la provincia que atienden las 24 horas del día, nos derivan a nosotros las situaciones después. Cuando una persona necesita un ingreso al hogar de protección integral o al refugio, como lo conocemos más coloquialmente, puede ser que está atravesando la situación en el momento y que llama a la guardia. Por lo general es cuando ya está en la comisaría, se la denuncia, o cuando está en un hospital, o si no, el equipo que la está tratando en el momento evalúa el ingreso al hogar de protección integral.
¿Qué cupo tiene hoy? ¿Está completo? ¿Es dinámico?
Es muy dinámico, tenemos 16 cupos, a veces está al tope y a veces no tanto. Nosotros en los últimos dos meses tuvimos muchos más ingresos a comparación del mes anterior, es decir, en agosto y septiembre hubo más personas. En agosto estuvieron más tiempo en promedio que en septiembre, entonces es como muy variable eso, no podemos decir, porque hoy puede haber cinco y en un rato se puede llenar, pero la disponibilidad está, y hasta ahora el cupo nos queda bien.
Y si en algún caso el cupo ya está completo, ¿Dónde le ofrecen un techo o un lugar de contención?
Podemos resolver con otros dispositivos municipales, evaluando cuáles son las situaciones más riesgosas y demás. El municipio en el último tiempo, y también a partir de la última inundación, sumó un lugar de alojamiento más para las personas que se encuentran en situación de calle, que es el parador que funciona en el patronato, entonces eso libera también plazas del hogar Natty Petrosino. Entonces ahí nosotros articulamos entre los dos hogares.
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¿Y cómo es en ese caso? ¿Tenés una mujer que sale de una situación de violencia y termina en un refugio para personas en situación de calle?
No, de llenarse nuestro refugio se busca la alternativa siempre de cómo reacomodar algunas camas y demás. Pero no es lo mismo el hogar de Natty que el refugio, pero tampoco es lo mismo el parador que el hogar de Natty. En el hogar de Natty también hay familias, hay mujeres con niños que están alojadas allí, tiene otras condiciones, digamos.
Pero siempre se busca la protección y además a esa persona siempre la va a acompañar el equipo de género. En ese momento que la persona ingresa al refugio también nosotros aprovechamos para que ella pueda estar tranquila, para que la acompañemos en pensar en proyectarse también en nuevas cuestiones. Más allá del equipo del refugio también interviene el equipo nuestro de la dirección. Estamos en articulación todo el tiempo.
¿Podés detallar cuántos son los equipos que están trabajando en el territorio, cuáles son las especialidades y también bajo qué condición están trabajando? ¿Están en planta, son personas que están contratadas, cuál es la dinámica?
Nosotros tenemos actualmente 6 trabajadoras sociales, 6 psicólogas, un abogado y una abogada. Además de nuestro equipo también trabajamos mucho en articulación con el sistema de salud y con desarrollo social. Con las unidades sanitarias nosotros atendemos en las unidades sanitarias porque entendemos que hay una cercanía en las temáticas porque nadie sospecha de una mujer que va a la unidad sanitaria por todas las tareas de cuidado que recaen sobre nosotras.
Y también a veces, por más que capaz que alguna mujer le cuenta a su trabajadora social de la unidad sanitaria a la que asiste, la situación que está sucediendo y nosotros entendemos que no está bueno por el proceso de re-victimización, que la deje de atender esa trabajadora social y la atienda un profesional de nuestra dirección. Entonces en esos casos también articulamos y trabajamos en conjunto. Quizás la intervención principal sigue siendo con esa profesional que la ve en el territorio con la que ella tiene confianza y nosotros nos sumamos a esas intervenciones.
Lo mismo hacemos con los servicios locales. Esto lo digo porque las situaciones de violencia son muchísimas y a veces un equipo de una dirección específica de género no va a dar abasto con todo eso y también con la visión de la transversalización que nosotros necesitamos de un Estado municipal, de un Estado provincial y de un Estado nacional desde mi punto de vista, también necesitamos que los profesionales de cualquier área que estén en el territorio sepan cómo abordar esas situaciones de violencia porque necesitamos llegar a la mayor cantidad posible y tampoco creemos en la derivación. Te paso tal caso como si fuese un objeto, sino en esto, de poder trabajarlo en conjunto y pensar las alternativas que se le pueden ofrecer a esa persona también en conjunto. Actualmente vos me preguntabas contrato y planta. Nosotros tenemos, de la cantidad de profesionales que tenemos, nos quedan dos personas con contrato.
Cuando nosotros llegamos a la gestión había muchísima gente contratada en el Municipio. La idea siempre fue, paulatinamente, poder pasar esas personas a planta. Sucedió el temporal, sucedió la inundación. Por supuesto que eso se complejizó mucho más. Yo coincido con vos, que a veces cuando tiene mucha gente contratada y se renuevan y demás, eso dificulta muchísimo las intervenciones. Y de hecho también el intendente planteó la necesidad en las áreas sociales también ir haciendo ese paso a la planta de la cantidad de gente que estaba contratada, teniendo en cuenta estas circunstancias.
Son áreas muy sensibles que necesitan también gente capacitada, con experiencia, que pueda llevar adelante su trabajo. En el último tiempo nosotros también presentamos otro proyecto al Ministerio de Mujeres, un programa que se llama Comunidades sin Violencias, para reforzar los equipos. Ahí tenemos más personal, pero con algunas tareas específicas para poder reforzar algunos turnos y demás que fueron necesarios también por la cantidad de demanda que surge.
En la plataforma que ustedes planteaban para el comienzo de la gestión y también durante la campaña que los llevó a la gestión municipal, planteaban la necesidad de varios equipos, el equipo de políticas transversales, de formación e investigación, políticas de diversidad, políticas para la prevención, de articulación y territorialidad y políticas de cuidado. ¿En cuanto a esto han podido avanzar o están trabajando para establecerlos? ¿Están vigentes todo?
Estamos trabajando en todos. Los equipos que van al territorio y también que hacen el abordaje también trabajamos con la prevención y la promoción. Por ejemplo, fijo hacemos un taller con un programa que se llama Mi Mundo, que es un programa interagencial, lo lleva adelante la Secretaría de Salud, participamos desde Género, Derechos Humanos, el Área de Juventud del municipio y también Niñez con los servicios locales, vamos a las distintas escuelas o clubes de la ciudad con talleres diversos.
Nosotros ahí trabajamos mucho sobre los vínculos saludables. Muchas veces van los equipos que van al territorio según la cercanía del lugar a donde vayamos en lo comunitario va el equipo que está trabajando en ese sector. Porque si no trabajamos sobre la prevención y la promoción y nos abocamos únicamente a atender a las mujeres o a las personas cuando ya están con la situación de violencia, vamos a seguir poniendo parches.
Entonces, a nosotros nos parece fundamental esto de la promoción y la prevención y en ese sentido también lo trabajamos con el resto de las áreas municipales, con deporte, con Niñez, con Juventudes. Creo que es por ese lado hacia donde queremos ir y hacia donde estamos yendo también en términos presupuestarios. Y después también con investigación. Ahora nosotros presentamos junto con la Secretaría de Salud, por ejemplo, un programa de investigación para poder abordar y conocer cuál es la situación de las personas trans y del colectivo LGBT en Bahía Blanca en relación al acceso a la salud. Y lo pensamos en relación al acceso a la salud para que nos permita ver otros derechos.
Entendemos que es fundamental que puedan acceder a la salud y eso nos permite también trabajar sobre otras cuestiones más adelante. Eso lo presentamos con el área de educación de la Secretaría de Salud en el Comité Ética del Hospital Municipal. Nos lo aprobaron, así que ahora vamos a empezar a hacer la investigación que son focus groups y algunas entrevistas para partir de ahí poder generar una política pública. Esto nosotros lo pensamos el año pasado. Desde la dirección lo pensábamos como una segunda instancia de la ley Micaela y queríamos ir área por área. Entonces empezamos con salud y planteamos esto y nos dijeron está bueno pensar cómo mejorar la atención de las personas trans sobre todo y a ellos nos invitaron a pensar en este proyecto de investigación para generar datos y contenido y a partir de ahí poder pensar mejor esta política pública.
Y después en relación a la investigación y el área de políticas públicas, yo tengo una compañera que es coordinadora de políticas públicas dentro de la dirección y estamos trabajando con otra compañera que subimos hace poquito que es Valentina Riganti, en el análisis de datos, de conocer cuál es la población que estamos asistiendo y a partir de ahí poder mejorar algunas articulaciones que ya hacíamos dentro de las subsecretarias y las secretarias que tiene el Municipio.
Acerca del acceso a la salud de la comunidad trans, ¿Qué fue lo que ustedes vieron o lo que están viendo para iniciar con este proyecto? ¿Cuáles son las problemáticas que ven o que les llegan a ustedes?
Nosotros entendíamos que cuando vamos a analizar, por ejemplo, la población que asiste a las unidades sanitarias, muy pocas veces hay comunidad trans o personas trans, mejor dicho. Y también nos juntamos con Sandra D’Amico que trabaja en el Hospital Municipal que ahora generó el consultorio de género y ella nos planteaba que había un montón de varones trans, sobre todo los que estaba acompañando y que no tenían sus controles ginecológicos. Entonces, a partir de ahí empezamos a comunicar también a la Secretaría de Salud, porque la idea era georeferenciarlos con el centro de salud más cercano y conseguirles algún turno y demás.
Entonces, a partir de eso empezamos a trabajarlo. También entendemos que mucho de la discriminación que se sufre cuando se acercan al sistema tiene que ver con los buenos y con los malos tratos que a veces suceden para todos, pero que en esas comunidades se siente mucho más y es mucho más visible, sobre todo con esto que decíamos antes, están habilitados algunos discursos y algunas cuestiones que creíamos que habíamos avanzado y que no. Entonces, un poco por eso queríamos iniciar, pero esta propuesta de escuchar realmente la voz de las personas, qué es lo que les está pasando, qué les pasa cuando se acercan al sistema, por qué no se acercan, creíamos que era la mejor manera de verlo.
Más allá de una cuestión intuitiva, una cuestión de una charla con alguien o con otro, poder hacer una investigación y enmarcarlo bien en eso nos permite proyectar mejor. Después puede salir bien o puede salir mal la política pública, como siempre, pero por lo menos salimos de una base con datos y una investigación en relación a eso. Bueno, y en ese sentido también creo que cabe preguntar qué acciones están llevando adelante desde el Municipio y desde la dirección, si es que se puede, para la implementación del cupo laboral. Eso nosotros lo tenemos como una de las cuestiones que todavía nos falta avanzar. El año pasado se había incorporado a la planta municipal una persona por el cupo laboral trans, después por situaciones de su vida positivas, no negativas en este caso, se renunció y después vino la inundación, entonces el ingreso de personal se frenó en ese momento. Pero es una cuestión que nosotros tenemos pendiente.
Hemos seguido entrevistando y acompañando a las personas que se han acercado. Logramos una incorporación a un programa socioeducativo el año pasado también, a través de las personas que nosotros habíamos entrevistado para el grupo laboral. Y vamos avanzando. Hay una idea de poder avanzar con el mundo privado. Mientras avanzamos y tratamos de lograr un avance en el cupo laboral trans, nosotros habíamos incorporado a una persona el año pasado.
Hay tres personas en el municipio que se auto perciben trans. Dos de ellas ingresaron por el cupo. Una había ingresado antes, que es Carolina Martínez. Y esto fue desde la vigencia del cupo laboral hasta ahora. La gestión anterior también tuvo algunas dificultades para el ingreso de personas trans por el cupo. Pero bueno, también estamos viendo de trabajar con el mundo privado para ver si podemos hacer intermediación.
Nosotros ya con la subsecretaría de Empleo hacemos intermediación laboral y ahí mandamos a todas las personas que atendemos, sean mujeres, sean mujeres trans no binarias o varones trans. También hemos hecho intermediación con Empleo. Pero bueno, queremos hacer un circuito directo con el mundo privado a ver si podemos lograr una mayor contratación por alguna cuestión. Hay un artículo en el Código Fiscal que trae un beneficio si contratas personas con alguna discapacidad o alguna persona trans de los sectores más vulnerables de la sociedad.
¿Y qué tiempos tiene eso? Porque nosotros habíamos hablado ya varios meses atrás y también estaba como una idea, pensando que ya son casi dos años de gestión. ¿Cómo ves que va avanzando?
Ya nosotros hicimos las primeras reuniones con el área de Empleo y Producción. Así que ya arrancamos, digamos. La intermediación la hacemos desde el año pasado.
Volviendo a la cuestión de la salud, queríamos también consultarte respecto de los ajustes que se han estado denunciando por parte de profesionales de la salud en el Hospital Municipal, también con el recorte de horas en las unidades sanitarias. ¿Cómo recae en el cuerpo de las mujeres y de las diversidades también en este contexto tan complejo que venimos describiendo?
El tema de salud es complejo porque muchas de la medicación y de los insumos que llegaban, llegan desde Nación. Y eso se ha cortado. He visto que hay una profesional que buscaba alguna medicación y demás. Esa situación está compleja. Después, con respecto al corte de horas extras y demás, entiendo que tiene que ver también con una adecuación de algunas políticas o de cómo implementar alguna política pública.
No es mi área específica. Hasta ahora nosotros no hemos tenido alguna mujer que haya quedado sin atención o alguna persona que nosotros tenemos que haya quedado sin atención. Por el momento no nos ha llegado esa inquietud o ese problema, digamos.
¿Llevan algún tipo de conteo de cuántas denuncias han recibido? ¿Cómo articulan con la justicia, hay algunos datos más duros de números de atención, de casos de seguimiento? ¿Cómo ves del funcionamiento de la comisaría de la mujer?
Nosotros con la comisaría de la mujer articulamos bien, por supuesto que hay una cuestión de recursos que es difícil. Entiendo que han perdido patrulleros, también la policía, en la inundación, entonces alguna cuestión ahí creo que puede tener alguna dificultad. La cuestión de la conectividad y demás tiene que ver, bueno, con lo difícil que es sostener edificios públicos en estos contextos.
La realidad es que todas las comisarias deben tomar las denuncias por violencia de género. Nosotros les planteamos que si tienen alguna dificultad o si no le toman la denuncia que nos avisen y nosotros poder conversarlo con quien está a cargo del área de la policía, que es Federico Montero, que es una persona que está preocupada y ocupada también para que estas cuestiones no sucedan. Hay una cuestión que vos decías recién, le hago la denuncia y vuelvo y está de vuelta en mi casa. Ahí también hay una cuestión de la justicia y esto que nosotros decimos, la justicia patriarcal y cuánta perspectiva de género falta en nuestro sistema judicial. La realidad es que nos llegan las denuncias, llega la medida cautelar, que puede ser una restricción de acercamiento, que puede ser una exclusión del hogar. Y que muchas veces queda en eso.
Una vez nos pasó, nosotros éramos cinco abogadas leyendo una resolución judicial y ninguna entendía lo que quería decir esa resolución judicial. Entonces hay cuestiones del Poder Judicial y de los códigos de procedimiento que necesitamos que esa reforma judicial se lleve adelante. Porque está pensada desde otro lugar, la mayoría de las veces se caratula como lesiones, las lesiones son distancia privada y viste la línea entre una lesión leve y una lesión grave o un intento de femicidio y a veces es difícil.
No quiero decir que una lesión pueda confundirse con un intento de femicidio, sino que de pegarte acá a agarrarte el cuello no hay mucha distancia, dice una de nuestras compañeras ahí en la dirección. Entonces también trabajamos todo el tiempo con la frustración que produce estos tiempos y estos procesos y procedimientos que tiene la justicia, que necesitamos que haya una modificación a nivel provincial en este sentido. También entendemos que el sistema penal no va a solucionar nada, nada se soluciona por el punitivismo ni por el sistema penal. Por suerte ahora las denuncias que recibe Garantías, que es el fuero penal, las está notificando al fuero de familia para que empiece a intervenir con los equipos interdisciplinarios que tiene y volver un poco a esa lógica de un abordaje un poco más integral de la situación.
La realidad es que al juzgado de Garantías le llega la denuncia y tiene que resolver en 24/48 horas. Nosotros en una reunión que tuvimos nos decían “a mí me piden la exclusión del hogar con esta denuncia y me cuesta tomar una exclusión del hogar porque no conozco nada de lo que sucedió”. Después esas cuestiones ellos mismos las fueron mejorando y también entiendo que al fuero de Garantías le pesa, porque son un montón de causas que llegan. Entonces creo que es importante no perder de vista que necesitamos esa reforma del Poder Judicial también.
Y con relación a los números, a los datos. Cuando llegamos a la dirección a mí me costaba mucho encontrar datos y una base de datos más ordenada. Empezamos a modificar, empezamos a ver la planilla de recolección de datos, a mejorarla. La última modificación se la hicimos en agosto porque queríamos medir de una mejor manera las tareas de cuidado, pero por ejemplo nosotros en septiembre tuvimos 192 consultas, nos llegaron 98 notificaciones de la justicia, hicimos 45 nuevas admisiones y hasta el momento acompañamos más o menos a 790 personas durante lo que vamos del año. Ahí también nosotros hicimos un trabajo para ver qué sucedía, cómo interactuaba el nivel educativo de las mujeres que se acercaban a la dirección, la situación de empleabilidad que tenían y cuando tenían hijos a cargos cómo eso se modificaba.
La mayoría tiene el secundario en curso, completo o incompleto, la mayoría está desempleada y cuando tiene más hijos por supuesto que el desempleo crece en esa franja etaria, pero también veíamos, teniendo en cuenta que la población que nosotros asistimos está en una situación de vulnerabilidad por la violencia, que la cuestión del desempleo cuando tenían primaria completa, secundario completo, terciario en curso o universitario completo no modifica mucho en esa situación. Con esto quiero decir que las mujeres estamos más capacitadas muchas veces que lo que los varones, pero que en la cuestión del empleo cuesta el ingreso.
Respecto a la articulación con organizaciones, vos hablás todo el tiempo de la intersectorialidad y de la transversalidad, que entiendo que era un buena idea durante la gestión a través de las distintas áreas, pero también en articulación con las organizaciones, respecto a eso, ¿Cuál fue el objetivo de relanzar la mesa local intersectorial? ¿Lo hicieron el año pasado? ¿Cuál ha sido el calendario de trabajo? ¿Con qué organizaciones se están articulando hoy concretamente y activamente? ¿Y qué iniciativas han salido desde esa área y desde esa articulación?
Nosotros en Bahía tenemos el Consejo Local de las Mujeres, que está creado por ordenanza desde hace tiempo, ese consejo se reúne el segundo martes de cada mes, y también está la mesa local intersectorial, que es un programa que baja desde la provincia. En esa mesa local intersectorial lo que se busca es interactuar con los sistemas institucionales, digamos. Ahí hemos hecho dos o tres encuentros con esa mesa local donde ha estado la comisaría, ha estado el Patronato de Liberados, ha habido gente de educación, estuvieron algunas organizaciones y surgieron algunas cuestiones en común.
Empezamos a hacer un diagnóstico con respecto a eso, que lo queremos continuar ahora en noviembre, pero ya tratando de incorporar la mesa local a un consejo municipal de políticas de género, para tener otra instancia un poco más amplia también en ese sentido. Con organizaciones, nosotros articulamos en lo territorial todo el tiempo a través directamente de la dirección o a través de otras áreas del municipio. Digo esto pensando, por ejemplo, en la política de los PEC de la Secretaría de Desarrollo Social, que se abren puntos de encuentro comunitarios en distintos lugares territoriales, donde la mayoría de ellos lo llevan adelante organizaciones, entonces ahí también articulamos con esas organizaciones del territorio, hemos articulado con las Socorristas, con las promotoras de género de la CCC, con las chicas de La Poderosa y con otras organizaciones también comunitarias.
Hasta ahora, están trabajando en una situación más de diagnóstico, más allá de la urgencia…
No, el diagnóstico lo queremos seguir ampliando con el consejo municipal, pero en el territorio, sobre todo, nosotros hicimos el año pasado un programa que se llama Redes en Clave de Género, que la idea era constituir grupos de mujeres o fortalecer algunos que ya estaban. Ahí nosotros tuvimos cinco encuentros con distintas temáticas. Lo hicimos con La Poderosa y lo hicimos en el Centro Comunitario Loyola. Las chicas de la Poderosa, recontra formadas en género y con un montón de trabajo territorial, así que era conversar y en profundidad en algunas cuestiones, pero en el Loyola quedó un grupo armado que se sigue juntando todos los martes y la idea es seguir acompañando a distintos grupos que ya existen en la comunidad, porque también entendemos que a veces con el Estado solo no alcanza y que en estas cuestiones de que llego a mi casa y a quien tengo cerca, estos grupos que se generan en los distintos territorios son sumamente importantes y fundamentales para que las personas vuelvan a tener vínculos y que puedan volver a sentirse en confianza y cuidadas, entonces la idea es poder articular con esos grupos comunitarios.
¿Cuál es el presupuesto de la Dirección General de Género? ¿En qué se ejecutó? ¿Cuáles son las medidas principales o lo que quisieras destacar de la gestión?
En el 2025 pudimos tener nuestro presupuesto propio, ese presupuesto que nosotros presentamos y que fue el que aprobó el Concejo Deliberante fue de 244 millones, lo ejecutamos todo. En donde más se fue el presupuesto fue en lo que ya le contaba hace un ratito del “Impulsar” de las ayudas económicas, en el sostenimiento del hogar refugio, en la compra de alimentos, de cuestiones de higiene, en el mantenimiento mismo de ese edificio.
Nosotros también logramos comprar algunas cosas con partidas de provincia que gestionamos también a través del Ministerio de Mujeres, pero básicamente en esas cuestiones más de asistencia, porque estos contextos económicos de crisis lo vimos para ese lado. También presupuestamos para los talleres de prevención y de promoción, este año, hoy estamos cerrando presupuesto, vamos a ver qué sale de eso, pero también estamos trabajando con el etiquetado con perspectiva de género, el etiquetado con perspectiva de género es ver en el resto del presupuesto municipal qué políticas públicas impactan sobre las brechas de género.
El municipio de Bahía Blanca lo hace desde el 2023, nosotros hace tres semanas más o menos tuvimos un encuentro y una capacitación con el Ministerio de Mujeres y de Economía de la provincia y estamos trabajando en este presupuesto en poder medir también en qué brechas. Por ejemplo, ayer estuve con Salud y medimos distintas áreas del presupuesto de Salud que impactan sobre la brecha de violencia, sobre la brecha de tiempo y cuidado y a eso le pusimos un indicador. Entonces ahí eso nos permite después ir siguiéndolo a lo largo del año a ver cómo se va moviendo ese presupuesto.
Con el área de producción también hicimos lo mismo y seguimos trabajando con las otras áreas que nos permite la transversalización de las políticas públicas, más allá de la voluntad y de lo discursivo, también que quede plasmado en ese presupuesto y nosotros trabajamos con metas y con indicadores en los presupuestos, entonces también ir a ver cómo se va moviendo y cómo se va ejecutando.
Creés que esta transversalidad que decís de todas las áreas, más allá de la de la intención o de la voluntad de hacerlo, ¿se está logrando?, ¿ha dado algún resultado cuantificable que se traduzca en casos que puedan haber acompañado, que hayan salido de situaciones de violencia, la reducción de estas brechas de género en otras áreas?. ¿Hay algún resultado, algún balance positivo en estos dos años sobre eso?
Sí, por supuesto que es un proceso que lleva tiempo por la complejidad que tiene, pero, por ejemplo, nosotros con la subsecretaría de hábitat, que es quien se ocupa de la integración socio urbana y también de las mejoras habitacionales, por ejemplo, hemos logrado muchas mejoras habitacionales en mujeres que nosotras acompañamos, hemos logrado que se construyan viviendas que son módulo semilla, que se dan los materiales y se construye un buen ambiente y eso le permite después seguir ampliándose a la persona que habita esa vivienda.
Logramos entregar dos viviendas más, que lo que se pudo entregar fueron las viviendas de TECHO, pero ya empezaron a ampliar porque se les entregó materiales a esas familias y ahora estamos esperando alguna cuestión más, pero con hábitat, por ejemplo, que me parece sumamente relevante, porque lo habitacional es una problemática, nosotros hemos podido trabajar en conjunto y mejorar la calidad de vida de muchas personas a través de ese programa. Con Empleo estamos trabajando en esto que yo les decía de la intermediación laboral, hemos logrado algunas inserciones laborales, no tantas como queremos, pero bueno, la situación laboral es compleja, entonces ya tenemos seis personas que han logrado algún trabajo en blanco, entonces eso nos parece también importante. Por ahí son números que son chiquitos, pero bueno, teniendo en cuenta todo el contexto, nos va sumando y nos va marcando el camino hacia dónde ir.
Respecto al trabajo con masculinidades, cuando uno ve por ahí los casos que suceden y que conmocionan a todo el país, pienso en el triple narco femicidio, por ejemplo, ese trabajo de abordar también a los varones y puntualmente aquellos que están en una situación económica por ahí más complicada, que no tienen acceso a la educación, que uno podría pensar como un espacio donde hacerse preguntas o modificar algunos pensamientos y demás. ¿Qué se plantea a nivel local o en articulación con la provincia de Buenos Aires? ¿Qué iniciativas hay en torno a ese tema?.
Nosotros estamos trabajando con el área de masculinidades en unos talleres que estamos armando para los jóvenes, para los clubes sobre todo, empezar a deconstruir ahí esas masculinidades hegemónicas y un poco-bastante tóxicas. Después dentro del municipio, la Dirección de Derechos Humanos tiene un taller de masculinidades que trabajan de manera individual con la persona, que muchas veces son derivadas desde el Poder Judicial.
Estamos pensando en alguna otra cosita, pero también trabajamos o charlamos mucho con los dispositivos de masculinidades que tiene el Patronato de Liberados, que la idea nuestra es ver si podemos fortalecer eso generando un nuevo dispositivo o pensar cuál sería la mejor manera y también buscar alguna otra alternativa. La realidad es que entendemos que si no trabajamos sobre masculinidades también nos estamos quedando un poco rengas en ese sentido.
Ya son casi dos años de gestión ¿Qué has podido trasladar al estar al frente de la Dirección de todo lo que acarreas, digamos, en tu militancia y de la militancia feminista? ¿Con qué te has topado?, quizás cuestiones burocráticas o de recursos que por ahí no te han permitido hacer algunas cuestiones que vos proyectabas, o cómo ves estos casi dos años en ese aspecto.
Han sido dos años duros también por las distintas catástrofes que nos han tocado, pero desde todo lo que yo he planteado que podríamos llevar adelante con más lentitud o con mayor celeridad lo hemos podido encarar y lo estamos pudiendo hacer, también gracias al acompañamiento del intendente, que es quien jerarquizó el área de género. Mi jefe directo en términos funcionales es el intendente y eso también nos abre un poco las puertas con el resto de las áreas para poder trabajar la transversalidad, que no deja de ser algo difícil, porque no dejamos de estar atravesados por el patriarcado todas y todos. Entonces, muchas veces tardamos un poquito más con los varones que con las mujeres, pero estamos abriendo ese camino.
Hay cuestiones que quizás tardan más de lo que nosotros queremos, pero bueno, tienen que ver también con algunas cuestiones burocráticas o con procesos que por ahí tenemos que masticarlos un poco más de tiempo y poder llevarlo adelante. No sé, esto que hablábamos del cupo laboral, claro que hay algunas dificultades que tienen que ver con los recursos económicos en ese sentido. Cuando se pudo incorporar personal, se incorporó, después el recurso se limitó bastante en ese sentido.
Pero digamos que el balance es positivo y creo que la intención del intendente es seguir por ese rumbo, y me parece fundamental que por lo menos haya un Estado municipal que tenga en su cabeza a alguien que piensa que la perspectiva de género es importante, que las políticas públicas con perspectiva de género son importantes, que no avale los discursos de odio y que tenga una intencionalidad de poder seguir trabajando fuertemente en ese sentido.
Volviendo a los casos locales, tanto el doble femicidio de Myriam y Mariana como el del travesticidio de Rosario Sansone ¿Cómo interviene ahí la Dirección de Género? ¿Se han acercado, han acompañado a las familias? ¿Cuáles son los recursos disponibles, los dispositivos para seguir acompañando, por supuesto, a familiares y en el caso de Rosario, a parte de la comunidad trans que sigue trabajando en situación de vulnerabilidad?.
Todos los dispositivos y todos los recursos que nosotros tenemos desde el municipio están a disposición de ambas familias y estuvieron y siguen estando. Yo hablé ayer, hablé con Marita, que es la hermana de Rosario, que ya se está por cumplir el año.
No quiero abundar en cuestiones que hacen a la privacidad y a la intimidad también de esas familias que han atravesado una situación horrorosa e inimaginable, entonces no voy a abundar en eso porque no me parece respetuoso ni ético, pero sí que todos los dispositivos y todos los recursos municipales están a disposición de esas dos familias y de, esperemos que nunca más, pero de cualquier persona que tenga que atravesar este momento.
¿Están disponibles, por ejemplo, dispositivos de salud mental capacitados para contener esta situación?
Sí, sí.
Respecto al trabajo con escuelas a nivel local, ¿Qué vienen desempeñando, si es que vienen desarrollando algún tipo de capacitación o articulación en conjunto?
Con las escuelas nosotros vamos con el programa de Mi Mundo, que les contaba hace un ratito. Ya creo que pasamos por casi todas las escuelas secundarias de la ciudad. Ahora el viernes que viene vamos a la escuela 5. En estos días vamos a ir a una escuela especial también que va a ser un desafío porque es la primera vez que vamos a trabajar en una escuela especial con todo el dispositivo de Mi Mundo, que ahí lo que trabajamos son cuestiones de salud sexual, de grooming, de bullying, de gestión menstrual, vínculos saludables, derechos, que es lo que trabaja el servicio local.
Así que la llegada a las escuelas desde la dirección es a través de ese programa que es Inter agencial porque participan muchas áreas del municipio. La verdad que es maravilloso lo que sucede con los pibes y con las pibas y lo que se aprende escuchándolos. Siempre es muy importante escucharlos primero para poder cuidarlos y acompañarlos y después para esto que decía hace un ratito, que es aprender de lo que ellos transmiten y de lo que ellas transmiten.
¿Y respecto a la ESI?
Esto mismo. Nosotros entendemos que la ESI también es una responsabilidad de la escuela. No es una responsabilidad que en la semana de la ESI te llamen para hablar de la ESI, es algo que tiene que suceder todo el año. Por suerte en la mayoría de los lugares sucede así, pero la manera que encontramos de trabajar con la ESI es a través de este programa que tocamos todos los puntos más o menos que trae la ESI en su definición.
¿Una reflexión final?
Nosotros quedamos a disposición de todas las personas que necesiten nuestro acompañamiento y nuestra ayuda y ojalá que vengan tiempos mejores. Lo veo difícil, pero creo que tenemos que seguir apostando al trabajo en red y a que haya políticas públicas que tengan el enfoque de derechos y la perspectiva de género como su objetivo principal.







