“Vos cagaste a mi familia, ahora va a correr sangre en la tuya”
Alberto Rodríguez, testigo directo de crímenes cometidos por la banda de la Triple A bahiense y querellante en la causa judicial, fue amenazado por un joven en el Centro Cultural “La Panadería”, pasadas las 20 del sábado.
Según dijo el actor a FM De la Calle, luego de terminar un ensayo “estábamos fumando un cigarrillo en el patio. Estaba el portón abierto como siempre. Entró un muchacho joven, muy bien vestido. Cuando le preguntaron qué quería, me señaló. Dijo: ‘vos cagaste a mi familia’. Me insultó y dijo que eso lo iba a pagar yo también, que me iban a hacer cagar, que en mi familia iba a correr sangre”.
Rodríguez explicó que “trataba de pedirle que me explique a quién jodí. No me quiso dar explicación ni por qué me amenazaba. Pegó media vuelta y se fue. Cuando se va, desde la ventana del bar (del centro cultural) veo que estacionó el auto en la vereda. Pude ver el auto, a la persona que iba con él que se quedó dentro del auto”.
“Cuando me preguntaron qué me había pasado, porque veían que no estaba bien, digo ‘me amenazaron de muerte’. Alguien me sugiere: ‘¿y tu situación con el tema Triple A?’. Ahí me cayó la ficha”.
Minutos después de ser amenazado, Rodríguez denunció los hechos ante el fiscal general Alejandro Cantaro, acompañado por el abogado del programa de protección de testigos Daniel Fortunato. Sobre las ocho de la mañana de este lunes declaró ante José Nebbia, fiscal de la Unidad de Derechos Humanos de Bahía Blanca. “Ahora es la justicia la que tiene que llevar adelante la investigación”, sostuvo el artista.
Alberto fue testigo del asesinato del estudiante David “Watu” Cilleruelo ocurrido el 3 de abril de 1975 en los pasillos del ala de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur. Brindó su testimonio e impulsó la investigación contra integrantes de las patotas de la Alianza Anticomunista Argentina que en Bahía Blanca eran conducidas por el jefe de la CGT y diputado nacional, Rodolfo Ponce, y el interventor de la UNS, Remus Tetu.
Si bien ambos represores fallecieron impunes, a principios de abril los fiscales Nebbia y Miguel Ángel Palazzani requirieron el inicio de la acción penal contra varios integrantes de sus bandas. Luego de reiteradas quejas del Ministerio Público, el juez subrogante Santiago Ulpiano Martínez ordenó detenciones. Hasta el momento fueron capturados Héctor Oscar Chisu en Trelew y Raúl Roberto Aceituno en Ing. White.
Tras participar en representación de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre de la reunión de la Mesa de Diálogo convocada por la Procuraduría de Crímenes de Lesa Humanidad, Alberto Rodríguez dijo esta semana en FM De la Calle que respecto a la causa Triple A “el punto es si se quiere avanzar, Oyarbide lo utilizó como un método de apriete para tener una carpeta más con la cual sostenerse, avanzó en una detención y después no hizo nunca más nada. Pretenden que cada uno de los hechos cometidos, de los 24 en Bahía Blanca muertos por la Triple A, se haga un juicio único que es lo que pretendemos nosotros, no que tengamos que ir por cada asesinato y encontrar a los testigos del momento en que apretaba el gatillo y mataba a cada uno de los compañeros”.
“Lo que pedimos es: hay un listado, hay testigos de quienes operaron como la Triple A en Bahía Blanca, quiénes fueron los que participaron en hechos violentos y esa gente tiene que ir a juicio pese a que algunos ya empiezan a morir como el ‘Oso’ Chisu o Rodolfo Ponce. Pero que otros siguen caminando por las calles de Bahía o dictando clases en la Universidad”.
El testigo amenazado también denunció los supuestos vínculos del camarista federal Néstor Luis Montezanti con la Triple A. Fue en una sesión del Consejo Superior Universitario de la UNS donde se discutían asuntos vinculados a la actividad académica del abogado y ex Personal Civil de Inteligencia de la dictadura.
Aquel episodio le valió a Rodríguez ser querellado por Montezanti en 2008. Si bien el fallo fue parcialmente adverso para el militante popular, permitió que el juez correccional José Luis Ares probara que el actual camarista había estado presente, junto a un grupo de hombres armados, durante la toma de la UTN en 1974. Además, acreditó “suficientemente la pertenencia de Jorge Argibay y su grupo de matones a la tristemente célebre Triple A”.